Juan Martorano
Es indudable que el supuesto liderazgo de Juan Guaidó se ha venido desinflando con el transcurrir del tiempo, y que a medida que nos vayamos acercando al año 2020, éste desaparecerá del mapa político. Sin embargo, esto lejos de ser una buena noticia, podría no ser tan bueno y ya paso de seguidas a explicarles el por qué.
El 23 de enero de 2019, el camarada José Negrón Varela escribió un interesantísimo trabajo publicado en el portal de Sputnik titulado: “¿Habrá violencia? Hipótesis sobre la Guerra Civil Molecular que se prepara en Venezuela. Fíjense que el referido artículo aparece publicado en la fecha en que Guaidó se autojuramentó como “Presidente Encargado” de la República Bolivariana de Venezuela.
Señalaba en aquella oportunidad Negrón Varela lo siguiente: “
Cada vagón del metro puede convertirse en una Bosnia en miniatura, dice Hans Magnus Enzenberger en su ensayo sobre la naturaleza de los conflictos posteriores a la Guerra Fría. La frase se convierte en un resumen brutal de lo que puede ser un escenario lamentable para Venezuela: La Guerra Civil Molecular”.
Esta hipótesis Guerra Civil Molecular, que plantea Negrón Varela, esta fundamentada en el malestar subterráneo que puede haber en nuestras sociedades. Negrón Varela, explica en el referido trabajo que Enzensberger publicó “Perspectivas de la Guerra Civil”, un ensayo en el que postula este paradigma novedoso para evaluar las crisis de las sociedades industriales que abandonan la tensión Estados Unidos- Unión Soviética para adentrarse en los caminos del mundo unipolar.
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Sensibilizado por el conflicto yugoslavo, cuyo cruel terreno fue abonado por Estados Unidos y la OTAN, Enzensberger postula que la guerra ya no será el enfrentamiento entre ejércitos nacionales, sino que mutará a una forma de lucha en el corazón de las propias sociedades”, se lee en la referida nota de Negrón Varela.
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Esta clase de guerra no suele ocurrir como en las películas de Hollywood. La confrontación no estalla con bombas de humo y se despliega ante nuestros ojos tras una bandera estadounidense. No veremos a un contingente de marines arrasando todo a su paso. Para Enzensberger, el asunto es mucho más invisible y se va apoderando de cada espacio de la sociedad sin que nadie la perciba. Es un malestar social que se incuba y que florece a menudo con frutos muy amargos”.
También este tipo de conflictos de nuevo cuño busca la degradación social como semillero de conflictos moleculares. Negrón cita al especialista en inteligencia, polemología (estudio de la guerra) y geopolítica, Sebastián Tepedino, quien al respecto de la Guerra Civil Molecular. señaló: “
constituye un fenómeno notablemente urbano de vandalismo y violencia en las ciudades. Las acciones están caracterizadas por el autismo y la falta de convicción. Son llevadas a cabo por vanguardias jóvenes motorizadas por el deseo de agresión sin contenido”. Cualquier parecido con la realidad venezolana en los eventos terroristas de los años 2013, 2014 y 2017 no son mera coincidencia.
Indudablemente que las agresiones, el bloqueo financiero, económico y comercial, la guerra psicológica para sembrar odio entre los venezolanos, el debilitamiento de la imagen institucional producto de la incapacidad (y desbordamiento agregaría yo) para hacer frente al deterioro del bienestar material de la población, son el caldo de cultivo perfecto para esta hipótesis de conflicto. Pero lo es, aún más, la colonización cultural de los antivalores, que hoy en día se están volviendo prácticas cotidianas.
A la par de la autojuramentación de Juan Guaidó el 23 de enero del presente año, a finales de dicho mes, Estados Unidos tomó nuevas acciones contra PDVSA, dándole oportunidad a las empresas petroleras que sostenían negociaciones con la estatal petrolera venezolana, a finiquitar sus negocios con la misma hasta el 28 de abril del presente año, ya que posterior a ello, vendría el arreciamiento del boicot en lo concerniente a la adquisición de aditivos y diluyentes para la producción de gasolina. Ya tenemos mes y medio y de ahí el tema de los actuales problemas con los combustibles y de la importante afectación de la movilidad social que ha tenido nuestro país en estos instantes. Como reza un refrán popular: “Estos lodos son producto de esos polvos”.
En estos momentos, no es Juan Guaidó el verdadero peligro en este momento. Guaidó se ha desplomado y ha caído totalmente en su capacidad de conducción y movilización de la base social opositora. El real peligro contra nuestro proceso no muestra su verdadero rostro, y esa es la real amenaza que se cierne sobre nuestro país.
Como me lo expresó un buen amigo, hermano y lector de mis modestos aportes (de hecho, es uno de los que más ideas me da para escribir). Si yo fuese enemigo del gobierno de Nicolás Maduro: ¿Que debería hacer para buscar su derrocamiento? Infiriendo la idea de este camarada, pues en estos momentos, si yo militara en las filas del fascismo, una de las opciones que me jugaría es la de convertir cada estación de servicio del servicio de gasolina en un foco de protesta, de acto terrorista (guarimba). Manejando la hipótesis de Guerra Civil Molecular planteada por Negrón Varela, y de ahí que me plantee citar como introducción citar ese extraordinario trabajo de este buen analista, para introducir mi análisis en estas líneas.
Y sobre todo,pondría la mayor atención y foco de esos focos de protesta producto de los problemas que se están afrontando hoy en día con la gasolina y la afectación de la movilidad social, en estados como Bolívar, Táchira y Zulia. Si yo fuese fascista, ese sería mi plan de acción en este instante.
También habrá que tomar debida nota de lo señalado por José Norberto Bausson, ex vicepresidente de Hidrocapital, quien indicó que la inestabilidad en todos los servicios básicos en el país, nos advierten sobre la ocurrencia de un nuevo apagón eléctrico a nivel nacional, similar al ocurrido el 07 de marzo de 2019. En caso de que este supuesto de hecho llegase a concretarse, el mismo podría ser aprovechado por grupos generadores de violencia, para propiciar el derrocamiento del Presidente de la República, Nicolás Maduro, en el marco del despliegue de la denominada “Operación Libertad”, promovida por Juan Guaidó. Mucho ojo con esto.
Al no haber una identificación clara del enemigo, y ante las heridas que se le han inflingido al cuerpo de la República, esto pudiera jugar en contra del actual Ejecutivo Nacional y en favor del imperio. Indudablemente que los diálogos de Oslo continuarán, pero ello no implicará jamás el cese de las hostilidades, por lo que el imperialismo lo aprovechará. Si no se toman las medidas correspondientes, la hipotésis de Guerra Civil Molecular, que asemeja a la tesis de estallido social (aunque no es lo mismo) ocurrirá tal cual.
Importante también es de señalar que en estos momentos, muchos sindicatos, como varios movimientos de izquierda están infiltrados por los enemigos históricos de nuestro proceso revolucionario. Y en el momento en que ellos consideren oportuno, serán activados y utilizados por sus manejadores. No descarto la participación de la Conferencia Episcopal (El clero, la iglesia) en esta nueva faceta de la conspiración que se asoma, además de la entrada en escena de algunos pastores cristianos “On Cue”, para rematar. Con una situación de inestabilidad como la que actualmente vive el país, la situación político- social tiende a deteriorarse rápidamente.
Y ese será el propósito de la continua y progresiva presión de la que tanto hablan los actores políticos fascistas de Guaidó en el exterior y con las rondas de medidas coercitivas unilaterales y de agresiones contra nuestra Patria. El imperialismo tiene vasta experiencia en estos asuntos. No hay que ser adivino para predecir el resultado, eventos en otros países nos los pintan impecablemente.
Todo esto es un plan de libreto metódicamente aplicado con efectividad. Por ello, si bien la amenaza de intervención militar de EEUU siempre estará presente, este de momento no sería aplicado debido a la parada firme de Rusia, China e Irán a EEUU, más variables geopolíticas que se están dando en estos momentos. La apuesta en estos momentos sería que “un pueblo harto de sufrir se encargará de echar a Maduro y a su corte de ineptos, porque la ideología y la lealtad las mata el hambre y las penurias, porque todo el mundo tiene un precio”. Este es el escenario que estarían manejando los gringos.
Igual habrá que tomar nota de la jugada maestra de Andrés Manuel López Obrador recientemente con EEUU, por lo que se estima que muy pronto empiecen los problemas como los que han venido presentándose aquí, en Nicaragua, Irán, Cuba, China y Rusia con la administración Trump. Esto porque el imperialismo no perdona a los que le ganan la partida.
De ahí que debemos prepararnos, pues se avecinan nuevos y complejos tiempos de combate.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
[email protected] @juanmartorano