La guerra de los cien años (1337-1453)

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La Guerra de los Cien Años (1337-1453) fue una guerra que enfrentó a Francia e Inglaterra por el control de territorios en Francia. Inició como una contienda entre señores feudales y terminó enfrentando a 2 monarquías.

CAUSAS:

Entre las causas se encuentra la rivalidad dinástica entre los Plantagenet (Inglaterra) y Capeto (Francia), por el control de territorios franceses.

ORÍGENES

Los orígenes de la Guerra de los Cien Años se remontan al siglo XI, cuando el duque Guillermo de Normandía conquistó Inglaterra. Posteriormente, en el siglo XII la poderosa familia Anjou (que tenía territorios en Francia), reemplazó a los franceses en el trono inglés. De esta forma, empiezan los conflictos por los territorios ingleses en Francia.

CONFLICTO REAL

El conflicto comienza cuando Felipe IV El Hermoso, rey de Francia, muere sin dejar descendencia masculina en Francia. En Francia regía la Ley Sálica en la cual las mujeres no pueden heredar el trono.

En ese sentido, se busca un heredero hombre para el trono francés, siendo Felipe V, primo de Felipe IV El Hermoso, el elegido No obstante, en Inglaterra ocupa el trono un nieto de Felipe IV El Hermoso, Eduardo III, quien también pretende el trono francés.

Posteriormente, Francia invade Gascuña, propiedad del rey de Inglaterra en Francia. Es así que, Inglaterra ataca a Francia, venciéndola en varias batallas. Se dan sucesivos ataques entre Francia e Inglaterra.

PROCESO

Francia e Inglaterra se pelean por el control de Flandes en Francia (textiles, paños). Francia quiere dominar el comercio de Flandes e Inglaterra tiene ya un comercio con Flandes (le vende lanas).

En el transcurso de la guerra, Francia tuvo varias derrotas por sus propias contradicciones internas, pues no había una unificación en Francia. En Francia había constantes rebeliones. Por ejemplo, la rebelión de los jaqueríes (campesinos). En ese sentido, Juana de Arco jugó un papel importante como unificadora y es quien le da calma a Francia.

INTERVENCIÓN DE JUANA DE ARCO

Juana de Arco, al mando de un ejército, liberó a la ciudad francesa de Orleáns, reavivando a las tropas francesas. Francia se fortalece y comienza a ganar batallas. En ese sentido, Francia fue recobrando territorios. Para 1453, sólo una ciudad francesa está en manos de los ingleses (Calais). No obstante, la guerra se acaba sin la firma de ningún tratado.

JUANA DE ARCO (1412-1431)

De origen campesino, Juana Sostenía haber escuchado la voz y le pidió al rey francés poder participar en la guerra con un ejército.

La guerra de los Cien Años se inclinaba en favor de Inglaterra, pero en el año 1429, aquella voz le indicó a Juana de Arco que debía ayudar al heredero francés y luchar contra el rey inglés. Es así que, Juana de Arco pidió anuencia al rey francés y lo convenció de su misión divina. El rey la arma caballera y le concedió el mando de un ejército.

Las tropas de Juana lograron una victoria decisiva en la Batalla de Patay y consiguieron liberar Orleans.

El delfín logra ser coronado rey de Francia como Carlos VII. Juana de Arco le pidió a Carlos VII tropas para realizar una expedición contra Inglaterra, pero el rey se niega. Sola, Juana fue capturada por los borgoñeses, quienes la entregan a los ingleses.

Juana fue enviada a un tribunal eclesiástico y fue condenada a muerte. Se le acusó de bruja y herejía. Sin embargo, la perdonaron, pero posteriormente, la condenaron a la hoguera por utilizar vestimentas masculinas.

En rechazo a dicha injusticia, en el año 1920 el Papa Benedicto XV aprobó su canonización. Actualmente Juana de Arco es patrona de Francia.

CONSECUENCIAS

La Guerra de los Cien Años, significó la unificación del pueblo francés y la pérdida de posesiones inglesas en Francia.

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