Revista Videojuegos

La guerra de los mandos

Publicado el 25 julio 2013 por Deusexmachina @DeusMachinaEx
Si tuviéramos que elegir qué parte es la más importante del diseño de una consola de videojuegos esa debería ser su mando. A fin de cuentas los mandos, pads o controladores son el elemento que nos conecta al juego, el que manejamos para disfrutar con esta actividad.
Su disposición y ergonomía han sido objeto de estudio durante muchos años, lo que ha provocado grandes innovaciones y avances en su diseño: del joystick al pad, de la cruceta al analógico, del cable al wireless.
En la actualidad – exceptuando a Nintendo, que siempre hace la guerra por su cuenta – parece existir un estándar de diseño aceptado tanto por las compañías (Sony y Microsoft) como por los jugadores. No se espera que los nuevos mandos de XboxOne y Playstation 4 aporten grandes novedades en este sentido, lo que de alguna manera parece indicar que estamos llegando a la definición del mando definitivo.
Sin embargo en Deus Ex Machina tenemos ganas de discutir acerca de qué mando de los de la actual generación ha sido el vencedor, ahora que todos llevamos muchas horas de juego en nuestros pulgares. ¿Hay un ganador en esta batalla? ¿Es mejor el Dual Shock o Microsoft le ha ganado la partida a Sony con el rediseño de su Gamepad? Elijan su bando y pulsen start.

Xbox 360 Gamepad, por Yova Turnes

Partiendo de la base de que el DualShock3 es la “evolución” –por decir algo- de un mando que tiene ya más de 17 años, cabe esperar que su diseño esté desfasado, mientras que el gamepad de Xbox 360 sí ha representado un cambio y una mejora respecto a un diseño mucho más moderno.

Comenzando por el agarre, el diseño del DualShock 3 pueden estar bien para un chaval de 10 años -que fue para quien se diseñó inicialmente este mando-, pero para unas manos adultas de tamaño estándar, la zona de agarre del mando de Xbox 360 es inmensamente más ergonómica y cómoda. El mando de X360 se ajusta perfectamente a la forma de nuestra mano, y sentimos que estamos sujetando un mando de control robusto y fiable, no un juguete.

Un claro ejemplo del obsoleto diseño del DS3 es la situación del stick analógico izquierdo. Su posición viene dada de un tiempo donde los juegos 2D todavía dominaban y la cruceta digital necesitaba una posición igualmente dominante, sin embargo hace años que el control principal es el analógico, y por tanto debe ser éste el predominante y el que esté en una situación normal para nuestro pulgar, como lo está en el gamepad de la consola de Microsoft. La cruceta digital, que hoy en día tan sólo sirve para ejecutar acciones puntuales, está mucho mejor en un plano secundario pero a la vez accesible.

El diseño de los gatillos es otro punto donde el mando de Xbox 360 deja en pañales a su oponente, y es que si este tipo de botones se llama “gatillo” es por algo. Mientras que Microsoft ha diseñado verdaderos gatillos para su mando, con una curvatura interior que sujeta nuestro dedo y permite un total control y fiabilidad sobre la acción, las curvaturas invertidas del DS3 hacen que en muchas ocasiones el dedo “resbale” y perdamos el control. Todo ello sin mencionar el recorrido de los mismos, que es inmensamente más suave, controlado y progresivo en el pad de 360. Para los amantes de los shooters, no hay color.

Hay quien habla de una mayor durabilidad del mando de PS3. Sin embargo, yo sigo jugando con el mismo mando que venía con mi primera  Xbox 360 y tras 7 años jugando y más de 100.000 puntos de logros se puede decir que ha tenido un uso exhaustivo. Eso sin mencionar otros aspectos secundarios como que mi cable de carga llega de la TV al sofá sin problemas y que éste sigue cargando con la consola apagada.

En definitiva, creo que el mando de Xbox 360 es claramente superior en todos los aspectos a su homónimo de PlayStation 3, que ha quedado anclado al pasado.

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Dual Shock, por Retromaquinitas

Voy a declararme. Amo el Dual Shock. El uno, el dos, el tres, y a este paso, amaré hasta el veintitrés. Y empiezo sabiendo que mi argumentación – o defensa – es inútil desde este momento. ¿Por qué? Pues porque los argumentos a favor de uno u otro mando van a empezar a girar en torno a su “confort”, su comodidad. Es decir, un argumento totalmente subjetivo, contra el cual no hay nada que hacer – todo depende del observador.

Podría decir que, para mí, el DualShock 3 es cómodo. Quizás el 2 lo era incluso más (¡hola gatillos traseros!), pero el 3 no ha dejado de serlo. No voy a meterme en esa batalla, porque no toca y porque no acabaríamos en la vida, así que voy a hablar de pedigrí. A toda velocidad.

El DualShock es la culminación de los mejores diseños de controladores de cuantos hemos conocido. Del mando de NES – el primer mando que puso de acuerdo a la industria en torno a un diseño – nació el de Super Nintendo, que quizás sea el diseño más equilibrado que hayamos visto en una consola. De ese, nació el de PlayStation, que no es más que una adaptación (recordemos que Sony había trabajado con Nintendo en un proyecto común que se truncó, provocando el nacimiento de PlayStation). Con la salida de la Nintendo 64 y su analógico quedó claro que el stick era una necesidad. La adaptación de Sony al DualShock fue exquisita. Si le añadimos las evoluciones – especialmente el inalámbrico – podemos estar frente al controlador definitivo, al menos tal y como les conocemos ahora.

Sus detractores dirán que el stick analógico izquierdo está “donde no debería”. Mi pregunta es, ¿entonces, el analógico derecho tampoco está donde debería en los otros mandos? ¿Por qué esa asimetría en el criterio? Lo importante, al fin y al cabo, es la distancia entre la base del pulgar y el stick, y técnicamente, esa distancia es constante a lo largo de todo un círculo cuyo radio es la longitud del pulgar. Poner el analógico izquierdo por delante del resto de características es admitir que estamos completamente condicionados a los First-Person Shooters. ¿O no?

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Radio del dedo

Y en criterios objetivos, la superioridad es incontestable. Batería Li-ion, carga por cable USB estándar, Sixaxis, botones con sensor de presión, 10 bits de precisión en el analógico (vs 8 de otros mandos), bluetooth – otro estándar frente a tecnologías propietarias. Y sí, también tiene D-Pad. Y de los de verdad.

La entrada La guerra de los mandos es 100% producto Deus Ex Machina.


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