Revista Libros
Sinopsis: La madre de Logan muere en un accidente de tráfico, y él, aunque sobrevive, queda postrado en una silla de ruedas. Y la noticia que recibe por parte de su padre de pasar el verano en casa de su abuela, a quien apenas conoce, no le gusta demasiado. Sobre todo cuando es testigo del lamentable aspecto de ella y de su inflexible carácter.Todo empeora cuando Logan la ve entrar en una extraña habitación con un candado manchado de sangre. ¿Por qué oye gritar a su abuela siempre que entra en la habitación? Su desesperada obsesión por entrar en la habitación lo conduce a toparse con un pasado atestado de dolor, un caso policial olvidado por todos que desea volver. ¿Te atreves a abrir la puerta junto a Logan?
La habitación del candado es una novela de terror, de suspense desde la primera página (para ser más concreta, desde la portada, con ese candado ensangrentado que te sugiere un terrible secreto tras la puerta); pero también de drama, de angustia, de ese miedo a lo desconocido, a lo oculto.
A través de una trama absorbente, el autor nos guía al mundo aparte que es Past Grove, un pueblo rural a donde Logan, un niño postrado en silla de ruedas, llega de Los Ángeles para pasar el verano. Él nos llevará a conocer a su inquietante abuela Ingrid, una extraña anciana que habita una tétrica casa que casi es en sí mismo un personaje más: Una casa de aire enrarecido, llena de sombras, maloliente, desordenada como una mente enajenada.
Avanzando en la historia encontraremos a Alice, un personaje de compleja profundidad psicológica que aúna la candidez de la juventud con la maldad primigenia que no podemos comprender. Es esa maldad protagonista de uno de los capítulos más inquietantes y terroríficos que he leído en los últimos tiempos, por lo que felicito a su autor por la intensidad, la repulsión, el miedo y el horror mostrados, pues no es fácil incidir en los entresijos de nuestros más profundos temores y sostener la tensión párrafo a párrafo.
En La habitación del candado la maldad no siempre surge de una naturaleza desviada, sino que, como es habitual, estalla debido a los "pequeños" actos de maldad de la considerada gente buena que puebla Past Grove. Carol, Miss Past Grove en el pasado, sufrirá por ello y lo sufrirá con lo que más le duele. Porque Past Grove da y Past Grove quita, como diría el pastor McDougall.
El autor nos dice en su prólogo que "no aprueba el mal que colma la humanidad", pero reconoce que "se alimenta de él". Un buen escritor hace eso, se nutre del velo escondido para luego mostrarnos los horrores que nos rodean. Porque sí, ésta es una obra fantástica, dirá el lector común, pero encierra un mundo oculto que hay que descubrir.
He encontrado algún aspecto formal y algunas expresiones sinctácticas a mejorar, pero en conjunto el autor me ha sorprendido por su capacidad de mantener la atención, el suspense y el uso de la retórica adecuada en el marco narrativo. El final está bien resuelto, de acuerdo a cómo sería un final en Past Grove, un lugar donde "has de ser fuerte para vivir en él".
Entra en Past Grove, si te atreves, claro. Entra donde el dolor redime. Pero has de saber que si entras, si abres el candado, si quieres saber de dónde vienen esos ruidos, quedarás atrapado en su universo, en una tela de araña que tendrás que atravesar si quieres descubrir los secretos. No siempre es agradable rasgar esa tela viscosa, ténebre, pero es el único modo. Si entras, has de saber que ha llegado la hora del miedo.
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