Todos alguna vez (o más bien, a menudo) sentimos la necesidad de tener algo de silencio para concentrarnos. Pero a veces, demasiado silencio puede ser igual de inquietante. ¿Qué te parecería estar en una habitación tan silenciosa que pudieses oír los sonidos de tu propio cuerpo?
En los Laboratorios Orfield de la Universidad de Minnesota, se encuentra la habitación más silenciosa del mundo. El nivel de sonido se encuentra a -9 decibelios; para hacer una comparación, una conversación en tono normal tiene lugar a unos 40 decibelios y los 0 decibelios marcan el umbral de audición, es decir, el nivel a partir del cual los seres humanos empezamos a percibir el sonido. Este efecto se consigue con unas paredes que absorben el 99’99% del ruido que se produce en la sala, en vez de reflejarlo como hacen las superficies normales.
El nivel de silencio en la sala es tal que quienes están dentro pueden oír los sonidos de su propio cuerpo, normalmente inaudibles, tales como el latir de su corazón, el rumor de los oídos y el sonido de sus pulmones e intestinos. Una experiencia que para muchos resulta perturbadora: al cabo de un rato pueden empezar a sufrir alucinaciones, mareos y otros síntomas. El récord de permanencia en la “habitación del silencio” está en 45 minutos.
La “cámara anecoica”, como así se llama, tiene el Récord Guinness de ser la habitación más silenciosa del mundo. Por sus propiedades, se usa para probar productos y realizar experimentos de sonido, así como para hacer pruebas con astronautas para ver como reaccionan a las alucinaciones. Al récord del silencio, habría que añadirle el de ser uno de los espacios más inquietantes diseñados por el ser humano.