Portada de La Habitación
Jack tiene cinco años. Su mundo se divide entre la Habitación y el mundo exterior. La Habitación es su realidad, es donde ha nacido y donde siempre ha vivido. El mundo exterior es como la tele que ve a ratos en la Habitación. Durante el día juega a juegos, hace gimnasia y lee alguno de sus cinco libros. Por la noche los visita el Viejo Nick, por eso duerme en el armario. Jack no está sólo, vive con Mamá. Mamá lleva siete años en la Habitación, demasiados. Demasiados para ella, demasiados para Jack pues no siempre podrá mantener su inocencia, y demasiados para vivir a expensas del Viejo Nick. Sabe que tienen que huir. La pregunta es: ¿cómo?Emma Donoghue recurre a Jack como narrador de su novela. No puedo resistirme a las historias contadas por la voz de un niño, lo reconozco. Tienen un punto de ternura y de inocencia y a la vez de verdad absoluta que difícilmente no logran conmoverme. En este caso me ha faltado verdad, me ha faltado ternura, e inocencia... bueno, eso sí se lo reconozco a Jack. He echado de menos también sentir con mayor intensidad los momentos de angustia y de miedo. Sí, es cierto que Jack es feliz en la habitación, su madre se ha encargado de crear en ella un mundo entero para él y lo ha hecho admirablemente bien, pero... ¿y los encuentros, aunque escasos, con el Viejo Nick? Por no hablar del plan de escape que idea Mamá (que por cierto me ha resultado escasamente creíble); ahí sí que Jack está completamente aterrorizado y con razón, pero lo sé porque él me lo cuenta, no porque yo lo haya sentido.
A pesar de esa falta de intensidad no es un libro para nada aburrido y mantiene un ritmo adecuado en todo momento. Me ha resultado una lectura agradable pero eso en sí también es un problema. ¿Cómo me puede venir a la mente el adjetivo agradable mientras leo la historia de una mujer que ha estado secuestrada durante siete años, que ha tenido a su hijo en cautividad, niño que no conoce del mundo más que las cuatro paredes de una habitación? No quería algo macabro, no quería morbo, por supuesto nada lacrimógeno o sensiblero, pero... ¿agradable? Sigo leyendo con escasas esperanzas de hallar algo más pero sin ánimo de dejar solos a Jack y a su madre. Y heme aquí que mi lealtad tuvo su recompensa.
Fotografía de seir+seir
Tras librarse de su cautiverio tanto madre como hijo han de hacer frente a ese mundo exterior a la Habitación. Todo es nuevo para Jack. Todo y todos. Jack no había hablado nunca con nadie más que Mamá. La gente lo asusta y todos los sitios y situaciones nuevas también. Echa de menos la Habitación, quiere volver, quiere sus cosas, era su casa, era su hogar. Mamá en cambio no quiere oír hablar ni en broma de ella. Podría pensarse que para ella es más fácil volver a su antigua vida pero no es así. Todo ha cambiado, o mejor dicho ella ha cambiado. Algo se ha roto en ella. Además, Jack no se lo pone nada fácil. Todos los niños pequeños tienen una estrecha relación de dependencia con sus madres. La de Jack con la suya es tan estrecha que apenas le deja sitio. Y ella lo adora, él también es todo para ella. Si ha sobrevivido, si ha luchado, ha sido por él, pero como ella misma le dice todo el mundo necesita su propia habitación, su propio cuarto. Ahora que están afuera necesita un poco de espacio pero su hijo no comprende.Yo sí empiezo a comprender. Jack no nos ha dejado en ningún momento de la novela conocer a su madre, la anula hasta tal punto que sólo es Mamá, no desvela nunca el nombre que otras personas tienen para ella. Yo he llegado incluso a desear que hubiera sido la madre la elegida como narradora. Sin embargo, ahora que su mundo empieza a ser algo más que ellos dos solos, comienzo a ver a la mujer que es. Incluso en los momentos en que es necesario que Jack se separe de ella la noto más. Es curioso cómo su propia ausencia la hace más viva, más real, más presente. Y es más sorprendente aún que esto no me pase sólo con ella sino también con la Habitación. Ahora que está vacía, que todo el mundo sabe de ella, que no está el Viejo Nick para impedir salir, la siento con más claustrofobia que nunca. Descubro que Mamá y Jack todavía no se han ido de ella del todo, sé que aún tienen que recorrer un largo pasillo para hacerlo, por eso no podía irme sin mostrar la auténtica vía de escape. ¿Os cuento un secreto, pajaritos, así bajito, que no se entere nadie? La verdadera habitación a la que hace referencia el título de esta novela no es física. Eso es lo que me llevo de mi estancia en ella, y eso es lo que he venido a contaros. El último que salga que cierre la puerta.
"Miro atrás una vez más. Parece un cráter, un agujero que queda donde ha pasado algo. Luego cruzamos la puerta y salimos."
178. Fotografía de Deb Stgo
Ficha del libro:
Título: La habitación
Autor: Emma Donoghue
Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 2010
Nº de páginas: 392
Más sobre "La Habitación"
Esta novela fue finalista del prestigioso Man Booker Prize y vendida a más de veintitrés países para su publicación.Os dejo a continuación el enlace en el que podéis disfrutar de sus primeras páginas.
Primeras páginas de "La Habitación"