Revista Literatura
No te quedes ahí. Vamos, entra, ya estamos todos. Tras la cortina, la puerta: está abierta. No debe ningún lector temer entrar en La habitación oscura, aún a sabiendas de encontrarse en ella, porque se encontrará. De un modo u otro, estamos todos, y nos reconoceremos, en esa mano que nos roza junto al sofá, en las pisadas silenciosas del centro, en los jadeos de la esquina, en ese espejo en el que se transforma la habitación, cuando la oscuridad lo ocupa todo. La habitación oscura de Isaac Rosa es, sencillamente, una novela prodigiosa, un sublime artefacto literario que cuenta con todos esos ingredientes y elementos que convierten la narrativa, el contar una historia, en un apasionante proceso vital que te sacude, acaricia, empuja, insulta, atrapa o apabulla. Isaac Rosa demuestra con esta novela que es uno de los autores con más talento que podemos encontrar en la narrativa escrita en español, y no añado ningún adjetivo posterior, del tipo joven, de su generación o similares, a esta afirmación. Lo intuimos en El vano ayer, lo refrendamos en la deslumbrante El país del miedo, lo confirmó en La mano invisible y exhibe ya toda su madurez en La habitación oscura. Título tras título, Rosa ha crecido en técnica, en transparencia, en dominio y, sobre todo, en sinceridad. Una sinceridad real, esa quesigue leyendo en La Tormenta En Un Vaso