El entorno de Alonso Martínez es una de las zonas más nobles y acicaladas de Madrid. Pasear por aquí es sinónimo de encontrarse bellas fachadas, arreglados palacetes y acogedores locales. No obstante, hasta el próximo 4 de noviembre, en este cautivador barrio se ha instalado una simpática vecina de acento caribeño y sangre dulce, es la Hacienda Santa Teresa. A todas luces, la carta de presentación en la capital de Ron Santa Teresa, marca considerada como la primera productora de ron en Venezuela y afamada por la calidad de sus rones añejos.
Instalada en el Palacio de Santa Bárbara, el origen de esta empresa se remonta a 1796. Es decir, cuando en Madrid todavía no se imaginaban lo que sería la Guerra de la Independencia o cuando todavía el suministro del agua de toda la ciudad se realizaba todavía a través de los primitivos viaje del agua, en la Hacienda Santa Teresa ya eran expertos en producir este ron que les ha convertido en uno de los mejores embajadores del sabor venezolano en todo el mundo. De hecho, más de 100.000 personas pasan cada año por sus instalaciones para conocer sus secretos y forma de trabajo.
Ahora, para que aquí también se conozca su historia y desarrollo, han instalado en el Palacio de Santa Bárbara, ubicado en la Calle Hortaleza 87. Esta instalación que nos traslada a los cálidos campos de Venezuela donde hace ya varios siglos se empezó a producir este ron. Rodeados de un ambiente rústico podremos conocer de primera mano cómo se gestó y se puso en marcha esta empresa, además de conocer sus tradicionales procesos a la hora de producir ese oro líquido de color meloso. Pero ron Santa Teresa no es un simple productor de ron, a través de diferentes programas sociales, como el Proyecto Alcázar o el Camino Real, han demostrado estar preocupados y lo que es más importante, han sabido buscar soluciones, por y para el pueblo.
Conocer su historia, adentrase en su lado más humano o saborear los exquisitos cócteles diseñados por su Brand ambassado r han sido algunas de las bondades que han disfrutado ya los asistentes a esta exótica Hacienda Santa Teresa. Una magnífica carta de presentación y el inicio de un bonito idilio entre Madrid y ron Santa Teresa que, seguramente, nos traerá más sorpresas. Hasta que éstas lleguen os animo a degustar los matices de este ron que, sinceramente, ya he tenido la suerte de probar y os confieso que está delicioso. Sólo así se entiende que lleven más de 220 recopilando halagos y buenas palabras.