¿Se os había ocurrido que las contraseñas de nuestros dispositivos, redes sociales y cuentas virtuales pueden ser un buen legado para vuestros herederos?
Los británicos así lo creen y en sus testamentos ya están
empezando a incluirlas para asegurarse de que la música, las imágenes y los
datos de toda unavida no se pierdan con
ellos.
No es nada descabellado. Según ‘Cloud Generation’, un
estudio realizado por el Centro de
Tecnología Social y Creativa (CAST) de la Universidad de Londres, de los 2.000
encuestados, el 11% lo ha dejado constancia de sus contraseñas en su testamento
o ha pensado en hacerlo.
Los que hemos nacido rodeados de tecnología desde la cuna ya
no hacemos las copias de seguridad en cd o dvd, ni siquiera en discos duros
externos, las hacemos en la famosa “nube”. Y si en las herencias se dejan los
bienes materiales, ¿por qué no también los digitales?
Las generaciones futuras ya no conservarán álbumes de fotos
antiguas y discos de vinilo que ocupan demasiado espacio, sino que recordarán a
los que ya no están con archivos jpg y mp3. Incluso los libros preferidos de
sus familiares serán en formato digital.
Y es que, una cosa es saber la contraseña de un ordenador y
otra muy distinta es poder acceder a todo el mundo virtual de esa persona.
Según Bauer, uno de los investigadores, la idea de los
legados digitales surgió cuando preguntaron a los usuarios de la nube qué
rescatarían si hubiera un incendio en sus casas. "Dijeron: Iría al
ordenador, me enviaría a mí mismo mis fotos (y otros tesoros digitales) por
correo electrónico y entonces saldría de la casa".
Así que ya sabéis, asegurad vuestro legado digital para que podáis ser
recordados, aunque solo sea por si las
moscas…