La Real Academia Española de la lengua, siempre acusada de inmovilismo y distanciamiento con la realidad de la lengua, ha realizado en los últimos años un enorme esfuerzo de actualización, sobre todo de la mano de dos de sus presidentes más brillantes: Fernando Lázaro Carreter y Víctor García de la Concha.
Su ya longevo lema de limpia, fija y da esplendor ha demostrado seguir vigente si se cuenta con el interés suficiente para estar al día, tener los ojos y los oídos abiertos a los nuevos tiempos, sin perder de vista la necesaria normalización y corrección de errores.
El trabajo de Lázaro Carreter y García de la Concha, y de otros académicos, por qué no reconocerlo, ha demostrado que se puede sacudir el polvo de una institución, y ponerla al servicio de la comunicación y del entendimiento humanos. La RAE afrontó su reforma intelectual y laboral y lo hizo razonablemente bien.
Pero visto el trabajo de la Real Academia de la Historia, plasmado en la reciente publicación de su Diccionario Biográfico Español, la institución ha demostrado que todavía tiene pendiente su reforma interna y su adaptación a la realidad. Si quiere recuperar su credibilidad y validez va a tener que deshacerse de lastres caducos, de rémoras de otros tiempos y de personajes y actitudes extemporáneos.
------------------------------
P.D. Les supongo conocedores del origen de la frase que da título al apunte.
Por si acaso, que sepan que es una adaptación de la primera frase de "La Regenta", de Clarín: "La heroica ciudad dormía la siesta".
La heroica ciudad era Vetusta.
----------------------
La iamgen la he sacado del Flickr de Alejandro Blanco.