Mi última lectura de una novela de Carmen Posadas, El testigo invisible, me dejó muy buen sabor de boca, por eso en cuanto me llamó la atención esta bonita portada y vi en ella su nombre, no lo dudé un momento, quería leer La hija de Cayetana.
Si todo lo anterior no hubiera sido suficiente, la invitación y asistencia a un encuentro de la autora con blogueros para presentarnos la novela, supusieron un mayor acicate para su lectura.
LA AUTORA
Carmen Posadas (Montevideo 1953) reside en Madrid desde 1965, aunque pasó largas temporadas en Moscú, Buenos Aires y Londres, ciudades en las que su padre desempeñó cargos diplomáticos.Comenzó escribiendo para niños y en 1984 ganó el Premio del Ministerio de Cultura al mejor libro infantil de ese año. Es autora, además, de ensayos, guiones de cine y televisión, relatos y varias novelas, entre las que destaca Pequeñas infamias, galardonada con el Premio Planeta de 1998.
Sus libros han sido traducidos a veintitrés idiomas y se publican en más de cuarenta países.
ARGUMENTO
Un episodio asombroso y olvidado protagonizado por una de las mujeres más célebres de nuestra Historia: Cayetana de Alba, la inolvidable musa de Goya.Excéntrica, caprichosa y libre, durante más de doscientos años su poder de seducción se ha mantenido inalterable. Sin embargo, pocos saben que la duquesa adoptó a una niña negra, María Luz, a quien quiso y educó como a una hija y a la que dejó parte de su fortuna.
Carmen Posadas cuenta con mano maestra la peripecia de las dos madres: la adoptiva, con sus amores y dramas en la corte de Carlos IV, un auténtico nido de intrigas, y la de la biológica, Trinidad que, esclava en España, lucha por encontrar al bebé que le fue arrebatado al nacer.
MIS IMPRESIONES
En La hija de Cayetana Carmen Posadas se sirve de una sorprendente historia real poco o nada conocida, como es la adopción por la Duquesa de Alba de María de la Luz, su única hija, una niña de raza negra de la que no se sabe prácticamente nada, y cuya existencia es totalmente desconocida para la mayoría de nosotros.Carmen Posadas nos va a trasladar a la España de finales del siglo XVIII y principios del XIX para, utilizando este hecho y apoyándose en una figura tan atractiva e importante como la Duquesa de Alba, recrear la vida de la corte de Carlos IV; al tiempo que de la mano de Trinidad, una esclava cubana madre biológica de María de la Luz, presentarnos la intrahistoria ordinaria de la sociedad presentándonos así el cuadro de los distintos ambientes de la ésta y algunos de los hechos menos conocidos de nuestra historia.
Dos mujeres, una real y otra fruto de la imaginación de la autora, que conquistan al lector que no dudará en acompañarlas a lo largo de las páginas de esta novela.
Por un lado, está un personaje real como es Cayetana de Alba que Carmen Posadas nos muestra como una mujer que podía parecer superficial debido a la posición social que ocupaba, que además la hacía dueña de un gran poder, y su amistad con toreros y artistas. Una mujer caprichosa que no tenía muy buena fama, a la que se atribuyen múltiples amantes y que gracias al poder que ostentaba se sabía a salvo a la hora de saltarse algunos límites. Pero a la vez nos muestra una mujer generosa y con un gran corazón, una mujer que quizás se valía de lo que aparentaba ser para esconder la que en realidad era.
Luego está Trinidad, la madre biológica de María de la Luz, un personaje totalmente ficticio del que la autora se sirve, sobre todo, para introducirnos en el mundo de la esclavitud tanto en Latinoamérica como en España. Sirviéndose de este personaje, Carmen Posadas nos da a conocer cómo en la costa occidental de África eran apresados para esclavizarlos, jóvenes de unos trece años porque eran más fáciles de "domesticar", que las mujeres tenían más valor porque durante el trayecto eran violadas y al quedar embarazadas no sólo su hijo pasaba a engrosar el número de esclavos sino que además ella podía ser utilizada como ama de cría o cómo en el continente Europeo podía llegar a considerarse objeto de lujo un negro vestido con librea o una doncella mulata vestida a la criolla. Un tema, el de la esclavitud en España, que se ha obviado de tal manera que es prácticamente desconocido, pero cuyo resultado es que hubo un tiempo que en una ciudad como Sevilla la población negra llegó a suponer un 10% de la población.
También tenemos a María de la Luz, la que podríamos decir que es la tercera protagonista ya que al ser el nexo de unión de estas dos mujeres tiene una gran importancia en la novela, aunque sea la que menos páginas acapare del trío. María de la Luz es la hija adoptiva de Cayetana y biológica de Trinidad, un personaje real pero del que nada se sabe ya que prácticamente no hay documentación sobre ella. Una niña que cuando crece empieza a moverse entre dos mundos, con una cuidada educación y una vida como corresponde a la hija de una Duquesa a la vez que se hace preguntas sobre su verdadera madre y sus orígenes e intenta buscar su lugar.
Una historia en la que, girando en torno a estas tres mujeres, la realidad y la ficción se dan la mano de una manera asombrosa, sin que nada esté fuera de lugar, conformando ambas una novela por la que de forma natural desfila no sólo la nobleza de la época, sino también personajes importantes de la vida cultural, artística y política de España, Por las páginas de esta novela se van a pasear el duque de Medina Sidónea (marido de Cayetana), la duquesa de Osuna, Francisco de Goya, Manuel Godoy, Moratín, o la Tirana, entre otros, mezclándose con personajes imaginarios que podrían perfectamente pasar por reales, gracias a los cuales Carmen Posadas nos muestra una imagen fiel de la vida cotidiana y de las rencillas políticas y sociales de la época.
Los personajes que nos trae Carmen Posadas, tanto los reales como los ficticios, están muy bien dibujados y disfrutaremos con ellos. Nos sólo las protagonistas están trazadas con mimo, también los secundarios. Personajes como Lucila, Amaranta, Greta von Hoborn, Hermógenes Pavía y Caragatos, entre otros, son dignos de ser mencionados.
La prosa de Carmen Posada es sencilla, elegante, cuidada, fluida, con unas descripciones gracias a las cuales construye una magnífica ambientación pero que no impiden una fácil lectura consiguiendo que el lector lea con interés. Durante la narración podemos disfrutar de la ironía y del sentido del humor de la autora en múltiples escenas, sobre todo las que tienen que ver con la primero Princesa de Asturias y después reina María Luisa de Parma (la Parmesana).
Además, vamos a conocer conocer el sentido a muchas expresiones que se utilizan: niño de fortuna, matrimonio de mano izquierda, cafeolé, entre otros; y conocer algunas curiosidades de la época, como el personaje del cortejo, los anuncios que se ponían en los periódicos anunciando la venta de esclavos junto con los de venta de animales, la utilización del francés en la Corte ya que quien no lo hablaba era un don nadie, la confección y utilización de la dentadura postiza, el nacimiento de sándwich, o las experiencias rousseaunianas con la Corte de los Milagros como ejemplo.
Quienes hayáis llegado hasta aquí os habréis dado cuenta que he disfrutado y mucho de esta novela, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta. He disfrutado de esta estupenda historia que me ha proporcionado unas cuantas horas de buena lectura a la vez que me ha hecho recordar cosas que sabía y me ha enseñado otras que no. Yo desde luego, os la recomiendo.
FICHA DEL LIBROFRAGMENTO