Revista Cultura y Ocio

“La hija de Cayetana”, de Carmen Posadas

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, decimotercera duquesa de Alba y Grande de España, adoptó como su única hija a una niña de raza negra, María de la Luz

«Carmen Posadas nos cuenta su historia.»

“La hija de Cayetana”, de Carmen Posadas

Cubierta de: ‘La hija de Cayetana’

Carmen Posadas narra en La hija de Cayetana una historia tan sorprendente como poco conocida: Cayetana de Alba, una de las mujeres más poderosas de finales del siglo XVIII y principios del XIX, adoptó como su única hija a una niña de raza negra, María de la Luz, a la que otorgó testamento pero de quien no se sabe prácticamente nada.
A partir de esta anécdota, la autora recrea la vida en la corte de Carlos IV y en la España de finales del XVIII. Cayetana de Alba era la estrella más rutilante de aquel período, protagonista y víctima a la vez de una vida excesiva.
En paralelo, Carmen Posadas nos explica los avatares de la madre de la niña, Trinidad, una esclava cubana que pierde en poco tiempo al amor de su vida y a su pequeña, y que no cejará en su empeño por recuperar a ambos. Su peripecia vital es, también, la de uno de los episodios menos conocidos de nuestra historia: la de la esclavitud en la España peninsular.
Finalmente, María de la Luz emprende su propio camino en busca de sus raíces y de su identidad. Un camino plagado de peligros para una niña que se ha criado en un mundo cerrado y muy protegido del que siente –y le hacen sentir– que no forma parte.
Carmen Posadas construye una sugestiva novela por la que desfilan personalidades fundamentales de nuestra historia política, cultural y artística, como Francisco de Goya, Manuel Godoy, Pedro Romero, Leandro Fernández de Moratín o Alejandro Malaspina, entre otros muchos, junto con criaturas surgidas de su imaginación. Una sorprendente mezcla de personajes reales que parecen extraídos de la ficción y de personajes de ficción a los que la autora dota de volumen y convierte en muy reales.
Además, impregna toda la obra de una finísima ironía que se torna, de vez en cuando, en un guiño de humor inteligente, pese a la dureza de algunos de los episodios narrados y, en especial, de aquellos relacionados con lo que hoy llamamos brecha social –la enorme distancia que separaba a la aristocracia y al pueblo llano– y la esclavitud.

«Historia de tres mujeres unidas por los lazos invisibles de la maternidad, enmarcada en un fresco brillante sobre una de las épocas más fascinantes de España y de Europa»

Cayetana, duquesa de Alba:
María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo era la decimotercera duquesa de Alba y grande de España. Sus allegados la llamaban Tana.

“La hija de Cayetana”, de Carmen Posadas

La duquesa de Alba

Padeció distintos problemas de salud durante toda su vida. «Ya desde que nació apuntaba modales», rezonga su camarera Rafaela Velázquez conocida como la Beata o doña Meapilas.
La casaron siendo niña con su primo José Álvarez de Toledo, un noble ilustrado, amante del arte y de la música, que actuó, pese a sus reticencias iniciales, como un verdadero padre de la pequeña María de la Luz, la niña mulata adoptada por Tana.
La duquesa siempre tuvo fama de disfrutar de la vida y de moverse con soltura en los ambientes populares. Las razones habría que buscarlas en el palacio en el que nació, situado en la calle Juanelo, muy cerca de la Ribera de Curtidores.
Hija única, se crió con el personal de servicio, ya que de sus padres disfrutaban de una intensa vida social. Rafaela nos cuenta que, desde la ventana de sus aposentos, la pequeña Tana escuchaba las serenatas que los majos dedicaban a las lavanderas y que bailaba descalza tras los organillos en el parque mientras sus niñeras pelaban la pava con chisperos y vendedores de horchata.
Carmen Posadas nos ofrece en la novela el retrato de una mujer aparentemente superficial en sus relaciones sociales. Amiga de toreros y artistas, cuya popularidad es pareja a su mala fama, tiene amantes a los que se entrega sin medir las consecuencias. Se sabe –y se siente– lo suficientemente poderosa como para saltarse las convenciones.
La relación con su medio hermano Juan Pignatelli, primero, y con Manuel Godoy, después, la enfrentan a la reina María Luisa. Cayetana también es caprichosa y no admite un no por respuesta. El episodio de la construcción en madera de una réplica exacta de la fachada de su palacio en la parte posterior del mismo es un buen ejemplo; un inmenso gasto para lucir unas horas, durante la fiesta de proclamación del príncipe de Asturias, y luego quemarla en una verbena.

Trinidad, la niña de fortuna.
Esclava negra, tiene dieciocho años al inicio de la novela. Nació en la plantación de la familia García en Matanzas, Cuba. Su madre fue capturada en Magulimi, un poblado cercano a la costa occidental africana, y ella era lo que se llamaba «un niño de fortuna», nacida y criada en casa del amo y que no conocía las extenuantes tareas del campo.
Creció junto a Juan García, heredero de la familia a quien casaron siendo un adolescente con una mujer mucho mayor que él, Lucila Manzanedo.
Acompaña a ambos en un viaje a España que tiene un desenlace trágico: durante una tormenta, Juan cae al mar; Trinidad acaba de descubrir que está embarazada de él.
A su llegada a Madrid, un nuevo amigo de Lucila, el director teatral Manuel Martínez, se lleva a su hija de pocos meses para regalarsela a una amiga, mientras que ella pasa al servicio de La Tirana, primera actriz de la compañía de Martínez.
Cuando consulta con un babalawo, un sacerdote con hilo directo con los orishás, la cosa se complica más aún, puesto que el adivino le asegura que Juan no murió en el mar. A partir de aquel momento, su vida adquiere un nuevo sentido: quiere unirse a su antiguo amante y conocer el paradero de su hija. En esta larga travesía –vital, primero, y náutica, después– su vida se cruza con la de Hugo de Santillán, mulato claro, hijo de un hacendado dominicano y abogado de pobres en Cádiz.

“La hija de Cayetana”, de Carmen Posadas

La duquesa de Alba con María de la Luz.

María de la Luz, entre dos mundos.
Incluida por Goya en un aguatinta en la que está en brazos de la duquesa, apenas sí hay rastros documentales de María de la Luz Álvarez de Toledo, la pequeña mulata de ojos de color esmeralda que adoptó Cayetana.
Tras una infancia feliz, María de la Luz empezó a tomar conciencia de sí misma y de su delicada situación entre dos mundos –era hija de esclava adoptada por una aristócrata– apenas entrada en la pubertad, iniciando, entonces, una peligrosa búsqueda de sus raíces.

Por la novela transitan muchos más personajes de la época como Manuel Martínez, empresario del Teatro del Príncipe, quizás el más importante del Madrid ilustrado; el dramaturgo Leandro Fernández de Moratín; en la novela nos cruzamos, en distintos salones, con Pedro Romero, uno de los grandes toreros de la historia, y su archirrival, Joaquín Rodríguez Costillares, considerado el padre de la moderna tauromaquia. Sus duelos dialécticos son impagables. La duquesa Amaranta reúne en su persona lo mejor y lo peor de la época; junto a Greta von Hoborn, prestamista de Funchal, especialista en sablear a hombres ricos.

“La hija de Cayetana”, de Carmen Posadas

Con la autora

Entre los personajes reales que pueblan la novela destaca, con un papel casi de protagonista, el pintor Francisco de Goya, don Francho para la duquesa de Alba y María de la Luz. Otra figura de capital importancia cultural y política es Alejandro Malaspina, marino italiano al servicio de la corona española. Amigo íntimo de José Álvarez de Toledo, en la novela conocemos los descubrimientos que ha realizado durante un viaje de exploración por las colonias españolas de todo el mundo y asistimos a su caída tras la frustrada conspiración contra Godoy, que encabezó en 1795.

Aparte de los personajes, destacaría los siguientes temas y anécdotas que desfilan por la novela. Desde la Revolución Francesa a las relaciones sexuales interraciales. De la moda de los esclavos negros al conocimiento de la lengua francesa, pasando por el cortejo o las vacunas; llegando a las dentaduras postizas, y muchísimas cosas más que hacen de leer la novela un placer y un descubrimiento.

Lee y disfruta del primer capítulo del libro.

“La hija de Cayetana”, de Carmen Posadas

Carmen Posadas

La autora:
Carmen Posadas es uruguaya y reside en Madrid desde 1965, aunque pasó largas temporadas en Moscú, Buenos Aires y Londres, ciudades en las que su padre desempeñó cargos diplomáticos. Comenzó escribiendo para niños y, en 1984, ganó el Premio Ministerio de Cultura.
Es autora de ensayos, guiones de cine y televisión, relatos y varias novelas, entre las que destaca Pequeñas infamias, galardonada con el Premio Planeta de 1998. Sus libros han sido traducidos a veintitrés idiomas y se publican en más de cuarenta países. La acogida internacional, de lectores y de prensa especializada ha sido inmejorable. Pequeñas infamias recibió excelentes críticas en The New York Times y en The Washington Post. En el año 2002 la revista Newsweek la consideró «una de las autoras latinoamericanas más destacadas de su generación»También ha sido galardonada con el premio Apel·les Mestres de literatura infantil y con el Premio de Cultura que otorga la Comunidad de Madrid.

El libro:
La hija de Cayetana ha sido publicado por la Editorial Espasa en su Colección Espasa Narrativa. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 520 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con casa del Libro.

Como complemento pongo un vídeo con una entrevista a Carmen Posadas.

Para saber más:
http://www.carmenposadas.net/index.php


Volver a la Portada de Logo Paperblog