Revista Cultura y Ocio

“La hija de la española”, de Karina Sainz Borgo

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«El hambre y la rabia juntos son motivos para morir.
A dónde se puede llegar por sobrevivir…»

“La hija de la española”, de Karina Sainz Borgo

Cubierta de: ‘La hija de la española’

Estamos con Karina Sainz Borgo, periodista, venezolana, que vive en España. Sorprende constatar que detrás de su aparente aspecto frágil se halla una mujer fuerte y madura, capaz de transmitir tantas emociones a través del papel; tanto dolor; tanta tristeza que tienes que parar y respirar hondo para poder continuar con esta lectura descarnada. Nos cuenta que llevaba escribiendo esta novela toda la vida, pero le dolía mucho hablar de su país, del desarraigo. Tal vez necesitaba distancia para expresar esos sentimientos que salieron a borbotones tras un periodo muy fuerte de represión en Venezuela. “Fue tanto el dolor que me empecé a enrabietar… estaba pendiente de mucha gente, no dormía…” Ese fue el detonante que necesitaba para plantarle cara. Eso, y tal vez la distancia que dejaba salir ese miedo. Fue como una poda. Un trabajo de madurez. Hay que estar lejos para que se aplaquen esas emociones…

La hija de la española no es una novela más. Es la desgarradora denuncia de un país que se desangra por heridas de muerte, de hambre, de torturas, de injusticia. Venezuela está al límite del sufrimiento, sin comida ni medicinas; dividida por el odio que fomenta la bota tirana de la ignorancia, de la soberbia. Una situación que ya se alarga demasiado y que ha contado con la simpatía de los que no han carecido nunca de nada y no conocen la verdadera naturaleza ni el significado de las palabras libertad, respeto, justicia. ¿Cuánto tiempo más podrás soportar ver morir a tus hijos, ser testigo del viaje sin retorno que emprenden los que se pueden marchar llevándose con ellos el dolor y la culpa, solo por sobrevivir? Mala compañía ese sentimiento que se agarra a las entrañas por huir de un país devastado. Pero siempre pertenecerán a Venezuela, porque como nos dice la autora citando a Juan Gabriel Vásquez, “uno es del lugar donde están enterrados sus muertos”, y seguro que todos los que han escapado han dejado allí alguno. O muchos.

Y la culpa del superviviente, porque cuando pueden escapar, no pueden darse de baja del sufrimiento… pero tampoco les pueden quitar el derecho a buscar la belleza.

Las víctimas y los verdugos se entremezclan, porque en el fondo y en situaciones límites, todos tendríamos un poco de todo. Aquí también. Pobreza y desorden por un lado; por otro una dictadura extrema; el sistema te ve y te oye. Y eres consciente de ello.

Esta novela cuenta la historia de una mujer que se ha quedado sola en una ciudad donde impera la ley del más fuerte –con el apoyo del gobierno-, en la que la justicia no significa nada y donde la mayoría ha perdido sus derechos. Todo lo malo es posible, y lo más duro, es que no tienes a quién acudir a pedir cuentas. Es la ley de la selva y si dudas, mueres. Ya no tienen cabida sentimientos que arrancan de lo más puro del corazón y son la base de la convivencia, como la compasión, la misericordia o la caridad. Vale el aquí y el ahora, y solo cuentas tu.

Escrita en dos tiempos, el pasado con su madre, y el presente sola, con su casa ocupada por las hordas de la Mariscala. Tiene que sobrevivir a pesar del miedo y de su corazón roto ya por dos veces. El único camino es abandonar lo que ha supuesto su vida hasta ahora, porque aquí ya no hay nada, ni siquiera silencio. El recuerdo de su pasado le cabe en la maleta porque el futuro no pesa nada. No existe. Aquí.

Karina nos presenta unos personajes fuertes. No pueden ser de otra manera en la Venezuela actual o en la de hace diez años. No es país para débiles ni acobardados. Por eso mueren tantos. Porque no se resignan y defienden la libertad con su último aliento. Aunque las torturas les conviertan en zombis y sean capaces de cometer, también ellos, todo tipo de tropelías o crueldades por obligación. Por vivir.

Absolutamente entrañables las descripciones de los cantos del pilón, cuando las piloneras molían el maíz en los patios. Rezo de sudor y mazazo: percusión del corazón. Música de mujeres, silencios de madres y viudas… Giros y palabras de aquella tierra, llenas de amor, color y sabor. Te trasladan y te emocionan con la sencillez de lo cotidiano. De lo auténtico a pesar de las privaciones del momento en que no sobraba nada y la mayoría de los aldeanos eran humildes pobres y con poca formación.

Madres fuertes unidas a sus hijas. Formando un tándem. Hombres invisibles.

Lo has logrado Karina; no querías escribir un informe pero has informado. Querías emocionar, y lo has conseguido. Has llegado a lo más profundo. Imposible mirar a otro lado. ¡¡Enhorabuena!!

PERSONAJES

  • Adelaida Falcó, madre, es una mujer culta. Licenciada en Educación por la Universidad Central de Venezuela. Odiaba el exceso, y a veces “se enfadaba hacia dentro”.
  • Adelaida Falcó, hija, es una superviviente. Filóloga especializada. Con su madre mantiene una relación de buen gobierno. Ahora que ha muerto, se siente sola. Tiene 38 años y mucho miedo.
  • Aurora Peralta estudió Secretariado y un Grado en Técnico Superior en Turismo. Al igual que su madre, Julia que nació en Galicia, vivía de cocinar para otros. Amable, generosa, tímida y con poca gracia. La llamaban la hija de la española. Y tampoco tenía papá.
  • Francisco Salazar Solano es periodista y fotógrafo. Mide dos metros y tiene el cuerpo geométrico y pesado. Es quince años mayor que Adelaida y tiene dos hijos de un matrimonio anterior.
  • Ana es su mejor amiga de la Facultad de Humanidades. Tiene un hermano más pequeño que ella. Muy inteligente, que se llama Santiago. Y le han detenido en la facultad. Como a tantos.
  • Las tías Amelia, gorda, y Clara, flaca. Se quitan la palabra la una a la otra.

Y las piloneras, y la banda de la Mariscala, y muchos más. Pero tendrás que descubrirlos.

SINOPSIS de la editorial:
Adelaida Falcón, una maestra caraqueña, fallece tras una larga enfermedad. Su hija Adelaida, de treinta y ocho años, no tiene a nadie y vive en una ciudad donde la violencia marca el ritmo diario de la existencia. Poco tiempo después del entierro, encuentra su casa tomada por un grupo de mujeres a las órdenes de la Mariscala. Llama a la puerta de su vecina sin hallar respuesta: Aurora Peralta, a quien todos llaman «la hija de la española», ha muerto. Encima de la mesa del salón, una carta le comunica que le han concedido el pasaporte español: un salvoconducto para salir del infierno.

La hija de la española es el retrato de una mujer que escapa de todos los estereotipos enfrentada a una situación extrema. Con su primera novela, la periodista Karina Sainz Borgo, se ha convertido en la gran noticia literaria del año.

“La hija de la española”, de Karina Sainz Borgo

Karina Sainz Borgo con Maudy Ventosa

La autora:
Karina Sainz Borgo nació en una Caracas de 1982, cuando todo estaba a punto de incendiarse. Trabaja como periodista especializada en temas culturales, aunque escribe a todas horas. Ha publicado los libros de periodismo Caracas hip-hop (Caracas, 2007) y Tráfico y Guaire; El país y sus intelectuales (Caracas, 2007) y mantiene el blog Crónicas Barbitúricas. La hija de la española es su primera novela. Inmediatamente después de que Lumen la contratara fue vendida a veintidós países.
Añado de mi cosecha —soy Guillermo Lorén— que es una de las mejores periodistas culturales en este país.

El libro:
La hija de la española ha sido publicado por la Editorial Lumen en su Colección Narrativa. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 224 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento pongo un vídeo grabado por Guillermo Lorén en el que Karina Sainz Borgo nos habla de su novela La hija de la española.


Para saber más:
http://cronicasbarbituricas.blogspot.com/
@karinasainz 
https://www.vozpopuli.com/karina_sainz_borgo/

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