Leda decide descansar y pasar sus vacaciones en una isla griega. Sus idílicas vacaciones se verán rotas por la presencia de una madre joven y su hija. Le hará recordar su época de madre joven y las decisiones tomadas.
La hija oscura es una película inquietante con un personaje, Leda, oscuro e intrigante. Leda encarna la maternidad, lo bueno y lo malo, lo oscuro y lo luminoso. Olivia Colman hace una interpretación sencillamente perfecta.
Un relato que nos golpea con un tema tabú, la maternidad, siempre como algo maravilloso, pero que tiene muchas sombras pocas veces tratadas. Y no viene mal hablar de ellas. La sociedad, las mujeres, lo necesitan.
Como en muchas otras cosas de la vida, Leda, intenta hacerlo lo mejor posible. Y hay decisiones que ella toma que son poco entendibles, desde el punto de vista de lo que se espera como madre, con las que tendrá que vivir. Y que esas vacaciones van a volver a traer para que Leda se reconcilie con ella misma.
No es una película cómoda. Como espectador nos sentiremos incómodos porque hay mucho que reflexionar y sacudir.