Revista Sociedad
No sé si estoy viviendo en un mundo donde las ideas avanzadas del progreso forman alianzas para el bienestar de la sociedad, o de lo contrario, nos encontramos en un retroceso absurdo que solo nos llevará a un colapso sin precedentes, dirigidos por unos políticos ineptos y unos parlamentos al servicio de las multinacionales como está ocurriendo en la mal llamada Unión Europea.
Todas las necesidades básicas de subsistencia de los hombres y mujeres que formamos la comunidad humana, están bajo el control de marcas que son las que dirigen verdaderamente nuestras vidas. Controlan la alimentación, la salud, la electricidad, el agua, las cosas que utilizamos diariamente, los vehículos, la energía y hasta el propio aire que respiramos. Hemos entrado en un bucle donde estamos atrapados e incluso donde la libertad de expresión está siendo cada vez más mutilada por leyes que tapan la boca a los ciudadanos. Criticamos abiertamente a Trump por el muro de México, un muro que ya estaba levantado desde hace tiempo y que la idea de este hombre es solo terminar un trabajo existente. Y sin embargo en España sin ir más lejos, tenemos muros en Ceuta y Melilla, muros con cuchillas que hieren a los que intentan saltar y nos callamos, cerramos los ojos, es muy fácil criticar al vecino para tapar tus propias vergüenzas. Los que logran saltar a suelo español, violando las leyes internacionales, los devolvemos en caliente a la policía marroquí que los apalean y los llevan a lugares desérticos para abandonarlos. Otros que llegan en pateras los detenemos (decimos que los salvamos) y los encerramos en cárceles (nosotros decimos en centros de internamiento) para de nuevo ser deportados. ¿A caso no nos estamos comportando igual que Trump?. Tenemos a millones de refugiados por la guerra de Siria estancados en barrizales donde se están muriendo de hambre y frio, porque Europa, nuestros humildes representantes del parlamento Europeo les cierra las murallas convirtiéndose así en cómplices de homicidio voluntario, en crímenes de lesa humanidad.
Nuestros políticos no tienen las agallas suficientes para enfrentarse con una maquinaria que mueve el mundo al deseo de unos pocos y humilla a los pueblos robándoles sus ahorros sin ningún pudor. Ahí están todas las mega construcciones realizadas en España los últimos años abandonadas, millones de euros desaparecidos y todo sigue igual sin responsabilidades.
Criticamos la política exterior, cuando la nuestra esta por los suelos enfangada de corrupción sucia y vomitiva, de banqueros y salvadores de la patria que aún no han sido detenidos y de delitos que ya han prescrito en una trama bien estudiada. Al ciudadano, por no pagar un recibo, una multa..inmediatamente cae encima de él todo el poder del estado. No se escapa. Sin embargo ellos, los que se encuentran protegidos con el vergonzoso aforamiento para salvarse de sus viles acciones, los que cuentan con grupos de abogados pagados por sus partidos, se toman la libertad de no ser todos iguales a la ley y pueden cometer barbaridades en contra del bienestar de la sociedad. Y mientras, el ciudadano agacha la cabeza resignado, esperando a que otros les saque las castañas de un fuego que cada vez se hace más intenso y compacto en el corazón de la propia humanidad.
Tenemos una constitución que fue votada por el miedo a una dictadura. Una constitución que a pesar de ser pésima, es violada sistemáticamente por los gobiernos que han gobernado nuestro país y el de otros de la Unión Europea. Solo en su artículo 1º apartado 2 en que se dice que la soberanía nacional reside en el pueblo español……es una gran falsedad. La soberanía nacional reside en las multinacionales que mueven los hilos de los gobernantes y estos les permiten acampar a sus anchas. El ejemplo lo tenemos claro con el coste de la luz y el gran negocio de la electricidad en España que es permitida por el gobierno. Después claro las puertas giratorias no dejan de moverse de forma continuada.
Si alguna persona quiere repasar la constitución española verá que en más de 32 artículos están violando nuestros derechos. Y lo malo de todo ellos es que “no pasa nada”, lo consentimos.
¿Cómo podemos ser capaces de criticar a Trump cuando en nuestro propio estado tenemos muros de acero y cuchillas que mutilan y ensangrientan a los que intentan entrar? ¿Cómo es capaz Europa de llamar la atención de nadie, cuando en sus puertas se han construidos barreras de soldados para que los refugiados sirios no puedan entrar en sus fronteras aunque se estén muriendo de hambre y frio? ¿Cómo puede un Fondo Monetario Internacional decir a un gobierno soberano que tiene que recortar derechos a sus ciudadanos? ¿En qué mundo vivimos si los políticos hacen caso a personas ajenas al Estado? ¿Para qué sirve entonces las elecciones? ¿Quién nos gobierna realmente? ¿Por qué se permite las miles de personas que hay entorno a los Eurodiputados representantes de multinacionales que les regalan cenas y viajes, les asesoran e incluso les ponen encima de la mesa acuerdos que benefician a empresas privadas? ¿Porqué los ciudadanos de Europa no pueden elegir un Presidente Europeo en votación democrática? ¿Cómo podemos dar lecciones a otros países, cuando Europa se encuentra vendida y pisoteada por bancos y multinacionales que solo velan por sus intereses? ¿Qué hace la Unión Europea para frenar la destrucción de las selvas tropicales y de todos los ecosistemas tropicales? ¿Por qué se tapa la cara con esa bandera azul de estrellas caídas en el fango por permitir crímenes de lesa humanidad sobre el monocultivo de la Palma de Aceite que se emplea para biocombustible? ¿Qué hacen los gobiernos occidentales para parar las violaciones a mujeres y niños, la esclavitud, la guerra interesada en la extracción del Coltan en la República democrática del Congo? ¿Qué hacen los eurodiputados que no toman medidas urgentes para los miles de niños desaparecidos en los campos de refugiados dentro del territorio de la Unión Europea por mafias de todo tipo imaginable sin que se ponga fin a ello y se persiga a los culpables? ¿Esta es la Europa que quiere dar lecciones a otros países?
La larga lista de interrogantes se extiende hasta los mismos intereses de la Comunidad Internacional que calla y mira para otro a los cientos de asesinatos de líderes indígenas y campesinos que luchan por conservar los bosques, la tierra y el agua. A las poblaciones indígenas masacradas por paramilitares muchas veces al servicio de las multinacionales mundiales. ¿Qué nos ocurre? ¿Es este el mundo que queremos para nuestros hijos?¿Podrán sobrevivir las generaciones futuras por el legado inhumano e insensato que van a heredar?
Todos los estados del mundo son responsables directos e indirectos de la pobreza y el hambre en el planeta, somos cómplices de asesinato masivo, de genocidio, de odio hacia nuestra propia especie. Permitimos que las guerras continúen, vendemos armas a países dictadores que las emplearán para la represión, robamos los recursos naturales a los países más pobres y cuando sus jóvenes huyen de la miseria, los detenemos como delincuentes peligrosos, los apaleamos cuando están colgados en las alambradas y se los entregamos a verdugos que anteriormente han firmado acuerdos con nosotros. ¿Dónde está el grito en los púlpitos de las iglesias para denunciar estas barbaridades? ¿Dónde está Dios……en una iglesia donde se reúnen supuestos fieles para aplacar sus espíritus o en esos seres humanos que huyen de la miseria que nosotros hemos provocado y se encaraman en unas alambradas cortantes buscando la dignidad perdida? Pero la iglesia ha perdido el don de Jesucristo y solo vela por intereses terrenales. No pueden ser la mosca del Estado ya que si no este no le dará la miel deseada.
No hemos aprendido nada de nuestra propia evolución. Somos una especie mutante que ha nacido para hacer daño y matar. El engaño, la envidia y el odio son los valores humanos que más sobresalen de nuestra sociedad. La Tierra se ha equivocado de escoger a la especie dominante que en lugar de proteger el entorno y las restantes especies, se ha convertido en un segador de la vida. Pero como ya he dicho en otras ocasiones, la Tierra no nos necesita para sobrevivir y puede desprenderse de la especie invasora con los elementos que tiene a su disposición: la naturaleza.
Es cierto que existen millones de personas buenas que se aman y luchan por un mundo mejor, que son conscientes de la problemática planetaria a la que nos enfrentamos, pero por desgracia casi ninguna de ellas se encuentra en la cúspide del poder para poder evitar los desmanes que estamos cometiendo y el mundo se precipita al peor de los escenarios jamás contados en ninguna de las películas de ciencia ficción. La realidad supera a la mente humana.
Es por ello que me parece incomprensible que critiquemos a dictadores o a personajes como Trump, que sí hay que criticarlos, y no veamos la paja de nuestro ojo donde el dolor, el sufrimiento y la muerte se está produciendo en la misma Unión Europea por los recortes y las políticas empleadas para los refugiados. Mañana o pasado tal vez podamos ser nosotros los refugiados en un mundo caótico. Existen motores que funcionan por agua, motores baratos con campos magnéticos, electricidad gratuita, remedios naturales para las enfermedades…pero el poder de las multinacionales que nos controlan no les interesa el bienestar humano, solo el podrido dinero que ni si quiera a ellos les servirá cuando les llegue la hora de su muerte.
Por todo ello, al menos en España, que ningún medio de comunicación o político se atreva a criticar a Trump por el muro con México, sin que también critique a España por su doble muro de alambradas y cuchillas puestas para herir y mutilar violando los derechos humanos. Tanto es malo lo uno como lo otro, pero por lo uno no podemos olvidar y enmascarar lo otro.
No seamos hipócritas. Los de ese gobierno invisible que ordena los recortes y mantienen a los políticos entre la espada y la pared, les interesa que el bienestar ciudadano se hunda, que la gente se empobrezca, que sus voces se callen ante la justicia imponiendo precios abusivos para poder denunciar los atropellos, que la cultura sea cara y a las universidades solo puedan asistir jóvenes con dinero, que los fármacos no curen para así tener clientes fijos.
Solo tengo una leve esperanza que no sé cuándo llegará y si llega. Un cambio revolucionario, un golpe de timón hacia un camino donde los ojos busquen la libertad humana y donde las manos puedan construir otro mundo basado en el respeto hacia la vida, a nuestro entorno, a nuestra manera de sentir la vida y la verdad. Sueño con ese mundo, un mundo perdido en los estratos de la evolución que puede ser hallado si nuestra mente abraza con ilusión el verdadero camino de la humanidad.
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)
Foto y montaje: Pedro Pozas Terrados