La hipoterapia o terapia con caballos

El término hipoterapia viene del griego hippos, que significa caballo, y se basa en los beneficios de los movimientos del caballo para paliar algunas enfermedades, consistiendo en una terapia ideal para personas con problemas físicos o mentales de cualquier edad, ya que estimula los músculos y articulaciones de la persona, incluso puede ayudar a vencer la timidez, entre otras ventajas.

Aunque ya los griegos creían en las ventajas de los caballos, los primeros datos que demostraron esto fueron en 1875 cuando neurólogo francés Chassiagnac descubrió que un caballo en movimiento mejora el equilibrio, el control muscular de los pacientes y el movimiento articular.

Las pruebas y estudios que se han hecho demostraron que la terapia de la hipoterapia puede ser muy efectiva con niños autistas, en personas con síndrome de Down, con niños hiperactivos, con jóvenes en silla de ruedas que han conseguido caminar, en casos de esclerosis múltiple, espina bífida, distrofia muscular, traumas cerebrales, anorexia, problemas de conducta, etc produciendo una importante mejoría en estas personas. Sin embargo, no es conveniente en personas con alergia al pelo, hemofílicos, personas con convulsiones o problemas ortopédicos.

Los caballos que se utilizan en la hipoterapia han de estar correctamente entrenados y acostumbrados a personas, no deben espantarse fácilmente, tener entre 5 y 20 años y una altura de más de un metro hasta el metro y medio o incluso algo más.

Algunas de las ventajas que se demuestran con la terapia con caballos son la mejora de la memoria y capacidad de atención, la autoestima mejorada, un mejor vocabulario y comunicación verbal, el equilibrio, coordinación, interrelación con otras personas, aprender a llevar una responsabilidad como el cuidado del caballo.

La terapia con caballos es beneficiosa para todas estas personas, por eso consiste en una terapia muy buena para reforzar ciertas habilidades.