Revista Literatura

La hipótesis sin ilusión

Por Eclides
Ahora, despiertocon el martirio indescriptiblede la felicidad… lentamente mis ojos sienten que su culpa única…  es el haber dejado escapar a la ilusión.Más, aquí estoy… y esto que queda es un pasado…un fue, entre los muchos otros pensamientosque por la causalidad, nos desperdiciaron.
Ahora, juntos rescataremos a la ilusióncomo si fuésemos los niños contando a sus huesos…  en su muerte se encuentra la hermosa conciencia que travesea en nosotros, así…de verdad lo expreso…una pequeña pausa de un absoluto espacio.Algo de lo que no regresa,cuando después de una larga noche de amor en su cama,sorprendidos despertamos respirando abismales misterios, sacados de su vital centro.
Yo despierto, aquí estoy en la vida, y es la realidad de su sueño,mi verdad sentimental que se entierra en la luz que nos refleja a su espejo… yo despiertonuevamente con alternativos remanentespara los próximos lugares donde refugiarán… las telarañas de las letras. Para continuar, porque no estoy cansando, fue hoy, ayer la noche… e igual a una amante abandonada, la noche desperezó en mi cuerpo.Su estrella apagando deslizó por mi boca La verdad de su frío… el tiempode sus labios que besaron mi frente…era la realidad, mientras que yo pensaba… dormía.Estoy buscando las íntimas relaciones entre la vida, la ilusión y la muerte.
La ilusión crece, cuando en nosotros por los automatismos reduce en un siempre… sin querer te abrazarás a este momento.Yo despierto en la vida, y sin motivo para siempre en los brazos de la muerte.Yo soy tú… de pronto en un momento acurruca lo remoto como un tesoro,que se descubrió en las perdidas.
¿Cuál es la respuesta?...presiento que el vacío se levanta en la frialdad de lo eterno…contemplo… el amanecer llega sin comentario… y sin ojos quietos es un perfecto manifiesto… el amor a su muerte.La muerte de la ilusión, ligera mariposa…un momento cuando le llega la hora a lo remoto,una sinfonía ideal de una verdad supuesta,al despertar la belleza envuelta, en el hambre de los pájaros, los árboles y las flores.El cielo está despejado, pero la vida del horizontenos une y nos separa con su lágrima… cayeron las túnicas blancas de los sueños sobre mí cuerpo. El esqueleto de la contradicción será la herencia. Una sustancia sentimental que faltará para siemprecuando quedan de sobra los espacios de la tristeza.

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