Revista Viajes
Hispania celta, 155 a. C.
Los habitantes de Sekaisa (Segeda) decidieron comenzar a construir una imponente muralla que, tras rodear el oppidum, alcanzaría un perímetro de unos 7,5 Km.
Cuando la noticia llegó a Roma, el Senado ordenó que se paralizaran las obras amparándose en los tratados alcanzados en época de Graco, tras la Primera Guerra Celtíbera. Además, aprovecharon para reclamar el pago de tributos y la entrega de tropas.
A pesar de la advertencia, los belos de Segeda argumentaron que Graco había prohibido que se fundaran nuevas ciudades fortificadas, pero no que se amurallaran las ya existentes.
En cuanto a la entrega de tributos y soldados, los segedanos recordaron a Roma que habían quedado exentos de dicho pago.
Roma no tardó en tomar la decisión de actuar contra aquellos rebeldes celtíberos.
Fuente:
- "Los celtas".