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La Historia Compartida – Bartholomew Roberts

Publicado el 02 noviembre 2016 por César César Del Campo De Acuña @Cincodayscom

La Historia Compartida…Por César del Campo de Acuña

Sean bienvenidos una vez más a La Historia Compartida, la sección de www.cincodays.com dedicada a las breves biografías de las más variopintas personalidades de la historia. Hoy les voy a hablar de otro de los más ilustres piratas.

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¿De quién hablamos?: de John Roberts, pirata galés mejor conocido como Bartholomew Roberts. Nació en 1682 (algunas de las fuentes consultadas sugieren que llego al mundo el 17 de mayo del citado año) en Casnewydd Bach, Gales. Falleció el 10 de febrero de 1722 en Cabo López, Gabón.

¿Por qué paso a la historia?: Roberts pasó a la historia por ser uno de los piratas más exitosos de su época al realizar 456 capturas en tan solo cuatro años. Por otro lado, su personalidad, educación y las normas de conducta que redacto para todos aquellos que navegaran bajo su bandera le han convertido en una de las figuras más sobresalientes y fascinantes de la edad de oro de la piratería.

¿Sabías que…?: Supuestamente se hizo a la mar a la temprana edad de 13 años. Probablemente se enrolara en la Marina Real Británica y permaneciera en ella de 1702 a 1713 participando en la Guerra de Sucesión Española (1701-1713/1715). Tras salir (o escapar) de la Royal Navy trabajo como navegante en barcos negreros hasta que fue obligado a enrolarse en la flota/tripulación de Howell Davis cuando el barco en el que navegaba Roberts (el carguero dedicado al tráfico de esclavos Princess of London capitaneado por Abraham Plumb) fue apresado en Annamaboa, en la Costa Dorada africana, en Ghana. Era junio de 1719, Roberts tenía 37 años, una edad tardía para iniciarse en la piratería.

Su experiencia en la mar y su habilidad como navegante impresionaron a Howell Davis, el cual no dudo en convertirlo en su protegido. Por otro lado, el hecho de que ambos fueran galeses ayudo a que la relación entre los dos piratas se afianzara ya que podían hablar en su propia lengua con fluidez. Pero su relación de camaradería no duro demasiado ya que Howell Davis murió asesinado por las tropas del gobernador portugués en la Isla de Príncipe (Davis se había presentado como un oficial ingles en búsqueda de piratas que había echado el ancla allí para carenar su nave, el barco Royal Rover). Esto ocurrió un mes después de que Roberts se uniera a la tripulación de Davis. Los supervivientes del ataque nombraron a Roberts capitán por sus dotes de navegante y este acepto diciendo (supuestamente): “Puesto que ya he hundido mis manos en el agua turbia pero fascinante de la piratería, acepto el cargo pues siempre es más honroso ser comandante de piratas que un simple hombre vulgar”

Lo primero que hizo Roberts como capitán fue vengarse del gobernador de Isla de Príncipe. Ocultándose en las sombras de la noche, desplego a sus hombres por todos los puertos de la isla y estos mataron a todos aquellos que se pusieron en su camino sin miramientos. Tras robar todo lo que pudieron cargar se marcharon de la isla. Poco después captura el barco ingles Experiment y tras una votación la tripulación decidió poner rumbo a Brasil. Y esta particularidad, que les puede parecer una nadería, es lo que hizo que se ganara la confianza y la lealtad de sus hombres. A diferencia de otros capitanes piratas u oficiales de la marina, Roberts trataba a sus hombres por iguales y siempre estaba dispuesto a escuchar sus opiniones. Por otro lado, siempre era generoso en el reparto de los botines, lo cual ayudo a que su tripulación lo viera con otros ojos a pesar de su estrafalario vestuario y su comportamiento puritano.

Ya que he mencionado su aspecto, les contare como era Bartholomew Roberts. Fue un hombre alto para la época y bien parecido. Cuidaba su aspecto con esmero afeitándose y bañándose regularmente. Siempre vestía con elaborados chalecos, pantalones carmesí, camisas de seda y decoraba sus sombreros con plumas de colores. Le encantaban las joyas tanto que en cierta ocasión entre los tesoros de una de sus capturas encontró una descomunal cruz de diamantes destinada al Rey de Portugal (Juan V para más señas) que se quedó para él y que solo lucia en grandes ocasiones. Le encantaba la música, sabía leer y escribía con buena caligrafía. No le gustaba el alcohol y aunque no pudo prohibir a sus hombres que bebieran ron, le molestaba enormemente verlos borrachos. Trataba con cortesía a las mujeres y detestaba el uso excesivo y cruel de la violencia. No obligaba a ningún marino, como hacían otros capitanes pirata, a unirse a su tripulación pero si exigía a sus hombres que mantuvieran limpia su indumentaria y su armamento.

Fíjense si sería importante para Roberts el aspecto que como última voluntad le pidió a su tripulación que en caso de que muriera en combate rescataran su cuerpo, le vistieran con sus mejores ropajes y lo arrojaran al mar. Sus hombres cumplieron sus deseos cuando Roberts murió en combate frente al Swallow capitaneado por Chaloner Ogle el 10 de febrero de 1722 en Cabo López, Gabón.

Pero que su atuendo y personalidad no les lleve al engaño. Roberts fue un pirata temible que, como dije antes, llego a capturar más de 450 presas en cuatro años. Hay quien sugiere que en una ocasión que Roberts y sus hombres capturaron 15 embarcaciones en un solo día. Por otro lado, también se cuenta que muchas poblaciones y navíos se rendían nada más ver sus pabellones ondeando en el horizonte. Por cierto, navego bajo dos banderas, en la primera de ellas se podía ver a Roberts sujetando o compartiendo una copa con la muerte y en la segunda se podía ver a Roberts sobre dos calaveras sostenido un sable. En este último diseño, confeccionado en los años de máximo apogeo del pirata (1720 a 1722) presentaba las siglas A.B.H. y A.M.H que significaban “A Barbadian’s Head” y “A Martinican’s Head”, una referencia a los gobernadores de Martinica y Barbados que habían jurado darle captura y muerte.

Ninguno de los gobernadores pudo con el pero Roberts si pudo con al menos uno de ellos. A finales de 1720 o principios de 1721, el gobernador de Martinica viajaba en un barco de guerra francés armado con 52 cañones. Roberts se acercó con su navío fingiendo ser un mercante francés dispuesto a compartir información de donde se encontraba el Capitán Roberts y su tripulación. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca atacaron sin contemplación barriendo la cubierta con una lluvia de fuego de armas de mano y pequeña artillería. El barco de guerra francés en esa distancia y debido a la sorpresa no pudo hacer nada para defenderse. Evidentemente, el gobernador fue capturado por Roberts el cual no dudo ni un segundo en colgarlo del palo mayor del que había sido su barco y ahora se convertía en el nuevo Royal Fortune. Sea como fuere, algunos estudiosos de la pirateria sugieren que Roberts jamás llego a ahorcar al gobernador de Martinica ya que las fechas de la supuesta ejecución, el periodo de actividad de Roberts en aquellas aguas y el nombre de los gobernadores no termina de exclarecer si realmente ocurrió o no.

A pesar de que bajo sus velas todos los hombres eran iguales (todos recibían la misma parte del botín, todos tenían voz y voto en los asuntos de su empresa y todos recibían la misma ración de agua y comida en tiempos de miseria) Roberts se enfrentó a un pequeño motín. En su viaje hacia África, Roberts se metió en una trifulca con un marinero llamado James Perry al que mato. Un amigo de Perry, Richard Jones, salto sobre el capitán propinándole una soberana paliza cuando se enteró de la muerte de Perry. A pesar de la grave falta, se decidió en consenso cual sería el castigo de Jones y se llegó a la resolución de que recibiría dos azotes de cada tripulante. Jones no dejo aquello pasar; se alió con un marino descontento que responde en la historia al nombre de Anstis (a disgusto con Roberts por el trato que le daba a la nave de Anstis) y desertaron con unos 70 hombres, una embarcación y parte del botín. Aquello molesto enormemente a los hombres de Roberts, pero este no le dio mayor importancia razonando que peor hubiera sido un motín general.

El severo código de conducta de Roberts (también conocido como Bart el negro) ha llegado hasta el día de hoy gracias a la obra Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas, publicada originalmente en 1724 con la firma del Capitán Charles Johnson.

John Roberts, Bartholomew Roberts, Bart Roberts, Bart el negro…fueron todos los nombres de un hombre que vivió con una filosofía de vida peculiar que recitaba a todo aquel que quisiera escucharle: “una vida corta y alegre”.


Las normas de conducta impuestas por Bartholomew Roberts a su tripulación:

I. Cada hombre tiene un voto en todos los asuntos que se traten. Todos tendrán acceso a las provisiones y licores, y podrán consumirlas a su antojo excepto que la escasez haga necesario su racionamiento por el bien de todos.

II. Todo hombre será llamado por turnos, según la lista, al reparto del botín independientemente de su participación y se le permitirá cambiarse de ropa para la ocasión. Si alguien defrauda al resto por valor mayor a un dólar de plata (real de a ocho español), será abandonado a su suerte en el mar como castigo. Si el robo fuese entre miembros de la tripulación, esta se contentará con cortar las orejas y la nariz al culpable y lo desembarcará en tierra, no en lugar deshabitado pero sí en algún sitio donde seguro encontrará adversidades.

III. Nadie jugará a las cartas o dados por dinero.

IV. Las luces y velas se apagarán a las 8 de la noche; si después de esa hora algún miembro de la tripulación quiere seguir bebiendo, podrá hacerlo solo en cubierta y sin luz.

V. Todos deben mantener sus armas, pistolas y sables limpios y listos para la acción.

VI. No se permiten niños ni mujeres a bordo. Si alguien subiese al barco a una mujer disfrazada, sufrirá la muerte.

VII. En batalla, la deserción será castigada con la muerte o el abandono a su suerte en una isla desierta.

VIII. No se permiten las peleas a bordo. Las disputas se resolverán en tierra, con la espada o a pistola, y será declarado vencedor el que haga la primera sangre.

IX. Si algún miembro de la tripulación perdiera una extremidad o quedara impedido, se le darán 800 dólares de plata del inventario común; por heridas menores, en proporción a su gravedad.

X. El capitán y su segundo recibirán dos partes del botín; el maestre, contramaestre y cañonero una parte y media, y el resto de los oficiales, una parte y un cuarto.

XI. Los músicos tendrán descanso el sábado pero no los otros seis días y noches, a no ser por concesión extraordinaria.

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