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La Historia Compartida – George Armstrong Custer

Publicado el 13 julio 2016 por César César Del Campo De Acuña @Cincodayscom

La Historia Compartida…Por César del Campo de Acuña

Sean bienvenidos una vez más a La Historia Compartida, la sección de www.cincodays.com dedicada a las breves biografías de las más variopintas personalidades de la historia. Hoy les voy a hablar de uno de los militares más famosos de mediados del siglo XIX.

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¿De quién hablamos?: de George Armstrong Custer, militar estadounidense que participo en la Guerra de Secesión y en las Guerras Indias nacido el 5 de diciembre de 1839 en New Rumley, Ohio y fallecido el 25 de junio de 1876 en Little Big Horn, Montana.

¿Por qué paso a la historia?: Ha pasado a la historia como uno de los Generales más jóvenes de la historia de los Estados Unidos (alcanzo el rango a los 23 años de edad), por su carácter indisciplinado y temerario y por su fatal destino (que el mismo se buscó por su propia irresponsabilidad y ansias de gloria) en la batalla de Little Big Horn.

¿Sabías que…?: A pesar de lo que se cree popularmente, no creció en una familia de tradición militar. George Custer fue uno de los cinco hijos de Emanuel Henry Custer (herrero y granjero) y Marie Ward Kirkpatrick. Siendo muy joven fue enviado a vivir con una hermanastra mayor y su cuñado a Monroe, Michigan. Tras terminar el instituto (enseñanza secundaria) ingreso en la Escuela Normal McNeely. Se graduó en 1856 tras obtener un graduado que le permitía enseñar. Pero sus ambiciones le llevaron lejos de las aulas y le pusieron rumbo a los campos de batalla cuando en 1857 ingreso en la prestigiosa academia militar de West point tras lograr la recomendación de un Senador a pesar de que sus calificaciones para el ingreso eran mucho peores que las de otros aspirantes a cadete.

Sus años en West Point fueron un reflejo de las maneras de las que haría gala una vez llegó al ejército. Custer, en lugar de tratar se ser un cadete modelo, parecía empeñado en buscar problemas. Sus malas calificaciones se daban la mano con una actitud rebelde y pendenciera lo que le llevo a no ser pocas veces disciplinado llegando a rozar la expulsión. Finalmente, y a pesar de todo, Custer logro graduarse (en 1861) como el ultimo de su promoción. ¿Y cómo diablos llego tan lejos un tipo de su carácter y desmedida ambición? Suerte. Pura Suerte. Custer estuvo a punto de enfrentarse a un Consejo de Guerra en la academia en sus últimos días en la misma al ser incapaz de detener una pelea entre dos cadetes siendo el oficial de guardia, pero entonces estalló la Guerra Civil estadounidense y debido a la desesperada necesidad de oficiales por parte del ejercito de la Unión, Custer no solo logró esquivar el Consejo de Guerra, sino que fue enviado al frente como un flamante oficial de la Academia Militar de West Point.

Militar orgulloso y valiente hasta lo irresponsable. Una vez llego al frente Custer fue puesto al mando de una unidad de caballería como subteniente. Gracias a sus acciones en la primera Batalla de Bull Run gano cierto reconocimiento y se ganó un aura que fue bautizada como “La Suerte de Custer” por su asombrosa capacidad para evitar ser herido en combate. Desafortunadamente para los hombres bajo su mando ese manto no les protegió y las bajas sufridas por las unidades dirigidas por Custer solían ser terribles. Tras Bull Run capto la atención de oficiales de alto rango lo que le valió una asignación para el personal del  General George B. McClellan. Poco después, y gracias a ese puesto de confianza, fue ascendido al rango de General de Brigada en 1863. Aquello ocurrió tres días antes de la batalla de Gettysburg. Custer, poco amigo de la táctica, contagiaba a su tropa de su actitud agresiva y así creo las “avalanchas de Custer” una táctica que veían a Custer explotar los puntos fuertes del campo de batalla para lanzar unas cargas violentas y ruidosas que sumieran en la confusión y el miedo a el enemigo. Antes de la Batalla de Gettysburg, Custer puso a prueba su táctica y a las tropas de la Confederación en las batallas de Hanover y Hunterstown con cierto éxito.

Su gran momento llego al tercer día de combates en Gettysburg. El 3 de julio de 1863, al este de Gettysburg, la carga de Pickett se sucedía desde el oeste lo que empujo al General Lee a enviar a la caballería de J.E.B Stuart contra el flanco de la Unión. Custer vio que la división de caballería del general de brigada David McM. Gregg quedaba expuesta. Custer le convenció para  unirse a la defensa y fue entonces, a los tres días de que comenzara la batalla, que el joven general de 23 años lidero la  carga del 1.er Regimiento de Caballería de Míchigan contra la retaguardia de los confederados en una jornada salpicada por cruentos combates cuerpo a cuerpo. La carga fue un éxito ya que partió en dos a las fuerzas confederadas pero el coste en vidas fue altísimo. La unidad comandada por Custer registro 257 bajas, la más alta de cualquier regimiento de Caballería  de los que lucharon por la Unión en Gettysburg.

Se casó durante la Guerra de Secesión. Custer contrajo matrimonio con Elizabeth Bacon Custer el 9 de febrero de 1864.En un principio el padre de Elizabeth (el juez Daniel Bacon) no aprobaba que su hija se casara con el hijo de un herrero pero, una vez Custer fue ascendido, permitió el enlace matrimonial. A diferencia de otras mujeres de militares, Elizabeth renuncio a las comodidades siguiendo a su marido allá a donde fuera asignado rehusando de aquella forma a que la dejaran atrás. Tuvieron una relación tumultuosa y apasionada debido a su carácter obstinado, testarudo y ambicioso. Aquella forma de ser no les privo de mantener una correspondencia privada llena de doble sentidos de alta carga sexual. Libbie (el diminutivo de su nombre), cuando la vida de su marido llego a su fin en Little Big Horn, lucho todo lo que pudo y más para que la historia no enlodara el legado de su marido convirtiéndole en un chivo expiatorio. Respeto a Custer hasta el último aliento y nunca volvió a casarse, lamentando únicamente no haberle dado nunca un hijo que perpetuara el apellido del general.

Hacia el final de la guerra, Custer fue promovido una vez más, al rango de general de división, y sus unidades de caballería fueron cruciales en el bloqueo de los movimientos de las fuerzas en retirada del general Robert E. Lee, lo que ayudó a acelerar su rendición en Appomattox, el 9 de abril de 1865. En reconocimiento a su heroísmo, el teniente general Philip Sheridan dio el joven héroe militar la mesa utilizada para firmar los términos de paz de la guerra, incluyendo consigo una nota para Libbie, alabando a su marido.  La nota decía: “Permitidme decir, señora que hay poco hombres a nuestro servicio que hayan contribuido más para lograr este deseable resultado que su galante marido”. Sin embargo, tras la guerra, recuperó su rango oficial como capitán del ejército regular, y pasó a ser asignado al 5º de Caballería.

Después de la guerra civil comenzaron las Guerras Indias. El ejército Estadounidense creo para derrotar, pacificar (o aniquilar, como ustedes prefieran) a los Lakota, Sioux y Cheyenne a el 7º de Caballería. Custer fue nombrado Teniente Coronel del 7º. Después de cumplir una breve suspensión por abandonar su puesto en 1867 (por ir a ver a su mujer), Custer volvió a la acción el año siguiente y participó en pequeñas batallas contra los nativos americanos. En 1876 los Estados Unidos ordenaron un ataque destinado a aplastar a los Lakota y a los Cheyenne. El plan era que tres fuerzas (una de ellas dirigidas por Custer) rodeara y acosara a los nativos pero Custer, haciendo una vez más casó omiso de las ordenes en busca de la gloria del combate, se adelantó a las otras dos fuerzas. El 25 de junio Custer ordeno a sus 210 hombres atacar un gran poblado indio. Enfrente estaba Toro Sentado, el jefe Lakota que quiso la paz. Custer sin embargo estaba decidido a luchar. Los 210 (entre ellos dos de sus hermanos, su sobrino y un periodista) murieron a manos de una fuerza de más de 2000 guerreros Lakota, Arapahoe y Cheyenne en la batalla de Little Big Horn en un momento de la historia que fue nombrado Custer´s Last Stand.

Disparidad en la Casa Blanca. La figura de Custer polarizo opiniones en la Casa Blanca. Ulysses S. Grant cargo contra él y lo quiso convertir en el chivo expiatorio del fracaso de la paz con las naciones indias. Teddy Rusbel, muchos años más tarde, le confió a Elizabeth Bacon Custer una carta en la que le aseguraba que su difunto marido era uno de sus héroes.

Custer y sus apodos. Es absolutamente falso que a Custer se le conociera como Asesino de sqaws, Cabellos rubios o Cabeza amarilla. Si fue conocido como los Cheyenne como “el de los cabellos largos” (por cierto, Custer cuidaba mucho de su apariencia, especialmente de su pelo, el cual perfumada con aceite de canela). Cuando era niño le llamaban cariñosamente Autie que era como el propio Custer pronunciaba su segundo nombre.

Buffalo Bill contribuyó a mitificar última batalla de Custer. William “Buffalo Bill” Cody, que había explorado brevemente para Custer, contribuyo a la creación del mito del general. Semanas después de la batalla de Little Big Horn, Buffalo Bill mató y le arranco la cabellera a un guerrero Cheyenne llamado Pelo Amarillo y dijo: “la primera cabellera por Custer.” Buffalo Bill escenifico la brutal escena repetidamente a lo largo de su carrera teatral (en su famoso espectáculo del Salvaje Oeste) a la par que incorporó una recreación de La última batalla de Custer con la participación de varios nativos americanos que estuvieron presentes en la batalla de Little Big Horn.

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