La Historia Compartida…Por César del Campo de Acuña
Sean bienvenidos una vez más a La Historia Compartida, la sección de www.cincodays.com dedicada a las breves biografías de las más variopintas personalidades de la historia. Hoy les voy a hablar de un hombre que, prácticamente, sin querer cambio el deporte para siempre.
¿De quién hablamos?: de James Naismith un profesor de educación física, entrenador y capellán nacido el 6 de noviembre de 1861 en Almonte, Ontario, Canadá. Falleció a los 78 años de edad el 28 de noviembre de 1939 en Lawrence, Kansas, USA.
¿Por qué paso a la historia?: James Naismith pasa a la historia de la humanidad por inventar el baloncesto en 1891.
¿Sabías que…?: Naismith fue el segundo hijo de John Naismith y Margaret Young. La pareja trajo al mundo antes que a James a Annie y posteriormente a Robert. A los 10 años de edad James y sus hermanos quedaron huérfanos al fallecer sus padres a causa de la fiebre tifoidea. Los siguientes dos años a la muerte de sus padres estuvieron viviendo con su abuela materna hasta que esta falleció. Finalmente encontraron estabilidad y un hogar en casa de su tío Peter, el cual aún no se había casado.
Conocemos el trabajo que desarrollo Naismith en el área de la educación física, pero estos no fueron la base inicial de sus estudios. Se graduó de la Universidad McGill en Montreal, con una licenciatura en Filosofía y hebreo. De allí se fue a estudiar teología en el Colegio Presbiteriano. Su amor por el deporte hizo que algunos de sus profesores se refirieran a sus acciones y actividad como una suerte de asesinato legalizado. A pesar de aquellas burdas críticas Naismith siguió pensando que se podía ser profundamente religioso y activamente atlético al mismo tiempo.
Después de terminar su formación como pastor, Naismith se involucró activamente con el YMCA. Acabaría enseñando en la escuela de formación internacional en Springfield, Massachusetts y jugando al rugby con el equipo local. Debido a lo aburridas que eran las actividades deportivas del YMCA durante el invierno (centradas en gimnasia y ejercicios de calistenia) para Naismith empezó a pensar en un deporte competitivo que se pudiera practicar bajo techo.
Tras recibir el permiso para idear nuevos deportes de invierno, Naismith inventó de un juego infantil llamado “Duck on a rock.” Básicamente se trataba de tirar piedras en una cesta o un canasto. Naismith, entonces, se dio cuenta de que si había cestas o cajas colocadas en cada extremo del gimnasio que haría que los participantes hicieran más ejercicio al tener que moverse de un lado a otro del gimnasio. Aquel juego infantil terminaría convirtiéndose en la piedra angular de las 10 primeras reglas que se crearon para el baloncesto tal y como lo conocemos hoy en día.
No paso mucho tiempo hasta que la idea del baloncesto como se difundió por todo el mundo. Debido a que Naismith estaba trabajando en una escuela de formación internacional, muchos de los alumnos que pasaron por ella, quedaron expuestos a este nuevo juego el cual no tardaron en llevar a sus países una vez terminaban su formación. En tan sólo 2 años, se estaban formando torneos formales en todo el mundo y numerosas universidades estaban formando sus propios equipos. A pesar de todo se sabe que Naismith tan solo jugo dos partidos del deporte que invento en toda su vida.
Después de la invención de baloncesto, Naismith quería proseguir en su carrera de combinar la educación física y la espiritualidad. Esto le llevo a convertirse en director de estudios en el YMCA de Denver y luego, eventualmente tomar un puesto de profesor en la Universidad de Kansas. Sin embargo, cuando los EE.UU. entraron en la Primera Guerra Mundial, se presentó voluntario para servir en la Primera Infantería de Kansas y convertirse en un capellan castrense. A pesar de su servicio militar no se convirtió en ciudadano estadounidense hasta 1925.
Naismith nunca buscó sacar provecho de la invención de uno de los deportes más populares del mundo. Incluso cuando acepto la invitación de lanzar el primer balón en el primer partido de baloncesto en los Juegos Olímpicos (los de 1936 en Berlín, ya que las anteriores citas olimpicas, el baloncesto fue un deporte de exhibición) se sintió incómodo. Naismith centró su carrera en el aprendizaje y en la enseñanza estudiando grados superiores en medicina, religión, filosofía y la educación física. No sería hasta después de su muerte que llegaría a ser conocido como el Padre de baloncesto y en el mismo momento en el que se convirtió en el primer miembro del Salón de la Fama del Baloncesto.
El juego original del baloncesto era muy diferente a como lo conocemos hoy en día. Había 9 personas en la cancha de los primeros partidos divididos en tres centrales, un portero, dos guardias, y dos alas. Naismith selecciono a 9 niños de entre más de una docena de los solicitantes y realizo una gira por la costa este para jugar a partidos, convirtiéndose aquella improvisada selección en el primer equipo de baloncesto organizado de la historia.
Durante sus años trabajando en la Universidad de Kansas se convirtió en el padre del programa baloncestístico de dicha universidad. Cabe destacar que con los años, de la citada universidad han salido jugadores como Wilt Chamberlain, Danny Manning, Paul Pierce, Kirk Hinrich, Raef LaFrentz y Jo Jo White.
Sus contribuciones al mundo del deporte no se limitaron a crear el baloncesto con un canasto de melocotones a finales de 1891. Supuestamente se tribuye a Naismith ser el impulsor e inventor del casco protector para el futbol americano que más que un casco parecía un cobre orejas destinado a proteger a los jugadores de tirones en ellas y que terminaran con orejas de coliflor como el mismo.
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