Nombre: Elisabet
Testimonio:
Hola! Mi nombre es Elisabet y sé que tengo SOP desde la primera vez que mi madre me llevó al ginecólogo cuando aparecieron mis primeras reglas. Mi madre me decía que era como ella, pues antes de ser madre, siempre había tenido las reglas muy irregulares, deduzco que también sufría SOP. De pequeña era redondita, durante el cambio a la etapa adulta (empezó a temprana edad 10 años) empecé a sufrir cambios que me han marcado prácticamente toda mi vida: subida de peso importante, bello en la cara y brazos, acné, relación emocional insana con la comida, cambios importantes de estados de ánimo, estreñimiento,… Desde siempre me ha acompañado la necesidad de mejorar mi vida, y siempre he hecho caso a los médicos (ginecólogos y nutricionistas) que me han aconsejado utilizar anticonceptivos y hacer dietas bajas en carbohidratos y grasas de toda clase. Eso sí, con la pirámide alimenticia clásica de base.
Empecé con pastillas anticonceptivas ya desde el minuto cero, y no me sentaron muy bien. Me fueron cambiando de marca, hasta que cambié de ginecólogo, y me recetó el anillo vaginal. Este lo he llevado 14 años!! Pensaba: -que bien, me baja la regla, no tengo bello, pierdo peso con facilidad,… y así fueron pasando los años. El ginecólogo satisfecho porque ni rastro de los quistes, para él, faena hecha.
Respeto a la alimentación, podría definir mi nutrición como una ida y venida de dietas, así como una bajada y subida constante de peso. Excepto los años de anillo vaginal, que me fue mas fácil estabilizar mi peso ideal durante algunos años (todo me fue más rodado y me fue fácil mantener una rutina de actividad física porque me sentía bien y feliz). No obstante, en los últimos años, el aro ya me ocasionaba nauseas a la hora de ponérmelo y quitármelo, y a la vez un dolor terrible en las piernas antes y durante la regla.
Hace tres años y poco decidimos tener un hijo con mi pareja, y ya nos advirtió, que después de dejar pasar una regla sin aro, nos podíamos poner al lio, y seguramente tardaríamos en quedarnos teniendo SOP (meses, años,…). Pues bien, con esta información pensamos que la cosa tardaría, tampoco teníamos prisa. Ya no me bajó la regla, después de dejar el aro, tenía síntomas de regla pero mucho más acentuados y no me acababa de bajar, fui al ginecólogo y, para sorpresa de todos, estaba embarazada.
Después de tener a mi hija, el ginecólogo me aconsejó continuar con el aro y continué. Mi alimentación era catastrófica, siendo mi hija un bebé, la comida pasó a último rango, y comíamos lo primero que pillábamos (comida rápida, envasada,…). A la vez, el embarazo me había cambiado: los dolores de piernas eran mucho más fuertes, me sentía sin energía, me empezaron a salir granizadas por la piel, el pelo se me caía mucho, tenía dolores insoportables de espalda, insomnio, desorden en las heces,… Así que decidí hacer algo para cambiar todo esto, con 32 años no era normal estar como si tuviera 90 (por decir algo). Para empezar, dejé el aro y empecé a investigar por mi cuenta. Evidentemente, mis ovarios volvieron a producir quistes.
A través de facebook y otros canales de información, conocí al psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer, con él fue la primera vez que empecé a oír hablar de cómo influye la alimentación en el funcionamiento de las hormonas, y el tema me enganchó. Leí, fui a charlas y busqué por internet. Gracias a un grupo de Facebook conocí a Montse Reus, hablaba de vida Paleo. Y me atrapó. Nadando entre la información por fin llegué a PALEOSOP. Me leí los archivos y el libro de Carlos Pérez y el de Robb Wolf. Y me decidí con muchas ganas a empezar el reto. La primera semana ya noté mejoras en mi salud, sobretodo me desinflé. Y al cabo de 8 días con alimentación Paleo me bajó la regla (llevaba 52 días sin bajarme).
Desde entonces sigo con Paleo, a pesar de que he recaído alguna vez en las “carbodrogas” me ha sido fácil mentalizarme en seguir, pues enseguida lo noto. Tengo mucha más energía, la piel la tengo mucho mejor, 0 dolores de espalda, se me están marchando los granitos de la cara, voy de vientre cada día y con facilidad, me baja la regla casi con ciclos regulares, duermo mejor, me siento feliz, voy perdiendo peso, transmito buenos hábitos de alimentación a mi hija,…
Y a partir de este Septiembre que mi hija empieza a ir a la escuela, voy a empezar a mover el esqueleto, pues es uno de los pilares de Paleo que me falta cumplir, y noto que mi cuerpo me lo pide!!
Des de que conozco Paleo, cómo funciona nuestro cuerpo y qué necesita, no paro de aconsejar a amigos y conocidos que me preguntan (pues empiezan a ver mis cambios): que lean todo lo que puedan, saquen sus propias conclusiones y decidan cómo quieren seguir viviendo este regalo de vida.
I LOVE PALEOSOP!! PALEO FOREVER!!! Muchas gracias por tanto chicas, sois mis ángeles!!