La gente que me suele seguir, habrá podido notar que soy muy excéntrica y cuando una cosa me gusta no la fangirleo hasta la muerte, sólo lo muestro y punto. Ésa es la razón por la cual hace algún tiempo, decidí darle sólo a ciertos libros esta calificación:
No, no se están quedando bizcos. Hay seis cokys allí arriba ¿y cuál es la razón? Pues porque hay libros que sencillamente me llegan al alma. Entonces he instaurado una regla única para este blog, que cuando veas tres pares de estos animalitos es cuando el libro en cuestión es una maravilla gigante y hay que leerlo.
Bueno, es mi opinión. La cosa es que hay libros que realmente superan a otros, que de verdad me llegan al alma. Y esos no los puedo poner en el mismo saco con otros que me gustaron mucho pero no me marcaron. Por eso decidí hacer la distinción de los seis bichejos. Realmente es por una razón que me venía rondando la cabeza y que muchos de nosotros tenemos: darle 5 a un libro juvenil o adulto, de romance o terror no es lo mismo. Yo me baso en lo que me hizo sentir. Un 5 porque me atrapó, un 5 porque me hizo suspirar/reir o un 5 porque me mató de miedo. Es una cosa por la que muchos no acabamos de definir.
Pero me encanta puntuar cosas y lo hago a menudo con todo lo que me rodea. Pero sé que un libro tiene que llegarme demasiado para darle una puntuación especial. ¿Quién más lo hace?