Revista Belleza

La historia de Rosario

Por Negraflor @NegraFlor_Blog

La historia de Rosario

Hoy os traigo un nuevo relato; esta vez no voy a decir que ésta es la penúltima historia -por favor, ¡mandadme más!- porque entonces recibiré un nuevo correo electrónico con otro relato; pero sí. Si nadie -o sea, nadie de vosotros- lo remedia, ésta es la penúltima historia de la sección.

Bien, hoy quiero que conozcáis a Rosario. Yo no la conozco personalmente; pero virtualmente sí. Ella hace mucho que me sigue la pista; interactúa bastante conmigo y, bueno, una (o sea, servidora) es muy fácil y acaba encariñándose con la gente. Con Kinky me pasa eso. La llamo Kinky porque Rosario también es bloguera, y su blog se llama My Kinky Afro. Pero ahora no quiero centrarme en su parte bloguera, aunque también está relacionada con el cabello afro. Quiero centrarme en su historia, y es ésta.

La historia de Rosario

Hola, mi nombre es Rosario, soy colombiana y ya llevo unos cuatro años usando mi cabello natural. Como muchas, empecé a llevar el cabello con productos químicos (primero el Curly y luego alisadora) a eso de los doce años, cuando estaba en los primeros años del bachillerato (secundaria). Así estuve durante todo el colegio, la universidad y parte de mi vida laboral.

Aunque sentía que era algo normal y no tenía ningún problema en llevar mi pelo alisado (a excepción de las sesiones de alisado donde siempre resultaba quemada), me molestaba saber que mi cabello no se veía igual al de las modelos de las cajas de las cremas alisadoras o en la televisión, así que empecé a investigar sobre cómo cuidarlo mejor, y conseguir algo de largo.

Toda esta investigación (el 90% en Youtube), me llevó a vídeos y blogs de mujeres que me mostraban otra opción, la opción de llevar el cabello sin alisar; una opción en la que nunca había pensado. Una oopcíon que se me metió en mi cabeza por unos dos años y a la que finalmente sucumbí.

La historia de Rosario

Llevar el cabello natural para mí significó aguantar “consejos” y otros comentarios negativos sobre mi apariencia personal (gracias a Dios ya no los recibo). Significó dedicarle tiempo y descubrir los productos adecuados (todavía los estoy descubriendo); significó “jugar” con diferentes estilos como afros, twist, twist out, trenzas, twist con extensiones, estilos con turbantes, etcétera, cosa que me sigue pareciendo divertida.

También empecé a interesarme sobre los temas de la cultura africana y afrodescendiente (por supuesto que antes sabía que era negra -o sea, obvio- pero no estaba realmente involucrada/interesada en estos temas). Ahora tengo un blog sobre el cabello (abandonado, pero lo tengo); ahora participo en una asociación de mujeres afro en la que muchas de las asociadas llevan el cabello natural. Incluso ahora me intereso más por usar productos naturales, comer mejor, por el deporte… porque, para mí, llevar el cabello natural me está impulsando a llevar una vida más natural.

Bueno, para no alargar más el cuento, y como consejo para las que están empezando, les digo que deben tener PACIENCIA, mucha PACIENCIA, AMOR y CONVICCIÓN; porque, aunque no es el peor proyecto que se pueda emprender, sí puede ser un poco difícil, pero muyyy interesante.

Éste es el relato de Rosario, un relato que habla del autodescubrimiento. De cómo un hecho que parece de entrada sencillo -pero que no lo es- como decidir lucir el cabello natural, ha llevado a Rosario a tomar conciencia de otras muchas cosas más, a involucrarse.

Si tú, como el resto de chicas que ya lo han hecho, quieres compartir tu historia en el blog, envíame un mail a [email protected], con el asunto “Historias de las lectoras” con las fotos que quieras (si es más de una, yo haré una composición) y publicaré tu historia en el blog, y las fotos en el álbum de la página de fans y en el tablero de Pinterest. Y, por supuesto, déjale tus comentarios a Rosario, y comparte su historia en tus redes sociales, porque le puede servir de inspiración a alguien de tu entorno.


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