La historia de una de esas tatas de toda la vida

Domйsticas, criadas, tatas, doncellas, sirvientas, empleadas de hogar. Imprescindibles en el funcionamiento de determinas casas, casi siempre familias numerosas. He investigado un poco y expongo un caso que puede ser ъnico en Cartagena y aъn mбs lejos. Me refiero a Marнa Blanco Miralles, nacida en 1917 en El Pilar de la Horadada, y setenta y cinco aсos relacionada con la familia cartagenera Sбnchez Bermъdez (Federico, hijo de Rafael y colaborador como voluntario en la Asociaciуn contra el Cбncer).
El caso de Marнa, soltera, a punto de cumplir 94 aсos, es el de una domйstica, siempre llamada «tata» en el entorno familiar, que ha cuidado a varias generaciones de aquella familia. Ahora, dado su estado de salud (ciega y sorda), por fortuna mentalmente sin problemas, reciйn operada de hernia estrangulada y arrastrando una neumonнa, ella es cuidada en el mismo domicilio por las personas para las que ha trabajado toda su vida. Cuando cumpliу 75 aсos, le hicieron un homenaje. Ha sido una tata entroncada desde el principio con la familia, tras una etapa inicial trabajando en San Pedro del Pinatar para Antonio Tбrraga, que fue alcalde y dueсo de una fбbrica de chocolates.
La primera Ley de Contrato de trabajo para las criadas es de 1931, aunque se deroga en 1944. Por el Decreto 385/1959 de fecha 17 de marzo, se creaba del Montepнo Nacional del servicio domйstico y como tal no se cotizaba a la Seguridad Social y se llamaba de la Divina Pastora, con el practicante y el Servicio de Urgencias dispuesto en la calle San Vicente, pegado a la iglesia de la Caridad. Despuйs, en 1966 aparece la Ley de bases de la Seguridad Social, y con ella la creaciуn de Regнmenes especiales, y se pagaban unos cupones de pequeсo formato. En la actualidad, de la cotizaciуn una parte es a cargo del cabeza de familia y la otra del empleado.
Antes, en las bajas el primer parte de confirmaciуn era a los 15 dнas, hoy es igual que los demбs trabajadores, a los tres dнas, y tienen su vacaciones, pagas extras y demбs. Pueden estar contratadas a tiempo fijo o parcial con varios cabezas de familia.
Prolifera aun mбs el trabajo por horas, sin control (economнa sumergida) y la 'chica para todo', que cuida al anciano imposibilitado y hace de cocinera, limpiadora y persona de confianza.
En los aсos 60 habrнa en Cartagena unas trescientas «chachas». Despuйs se ha ido perdiendo un tanto el control, pero no habrб descendido la cifra. Las familias de clase media/alta y alta/altнsima podнan permitirse el servicio domйstico, que en el caso de los jefes militares les salнa gratis con el personal de la mili asignado como asistente de la familia.
En honor a la verdad, y estб confirmado por mбs de diez fuentes, hace treinta o mбs aсos habнa bastante camelo o picaresca, pues seсoras de la alta sociedad estaban afiliadas. Se afiliaban mutuamente, entre amigas. Por ejemplo: en los papeles, la seсora de un coronel era cocinera de la de un teniente coronel.
їQuй ocurrнa? Que cuando se retiraban, disponнan de las medicinas gratis y solнan buscar a algъn mйdico con estrellas que las conocнa, las veнa mal de salud y les extendнa la baja mйdica. Y a cobrar. Ahora, ese supuesto no se suele dar o los controles son mбs escrupulosos. Hoy se cobra es lo correspondiente a un jubilado mayor de 65 aсos, sin cуnyuge a cargo.

Fuente

Fotografнa P.S.