Revista Insólito

La historia del avión 'malo' de Aerolíneas Argentinas

Publicado el 19 diciembre 2012 por Rover @Rover022

El "MALO" en sus años de esplendor


Esta historia tiene ya varios años, pero no se conocía de manera masiva, siendo los aficionados al particular mundo de los aviones los únicos sabedores de esta leyenda. Se trata del caso de una azafata a quien le diagnosticaron una enfermedad terminal y decidió terminar sus días de trabajo en su nave favorita. La mujer murió horas después de su último vuelo y poco después comenzó el misterio, ya que hay numerosos relatos de encuentros con el espectro de la azafata dentro del avión hoy abandonado.

El "MALO" descansando en Ezeiza-Buenos Aires

Actualmente, el Boeing se encuentra abandonado, y es una especie de proveedor de piezas para otras aeronaves, si bien nadie se anima a desguazarlo completamente. El avión resiste, a pesar de que fue retirado de servicio en el año 2001 poco después de la muerte de la azafata. Ya dado de baja, un día los técnicos comenzaron a trabajar en los motores para retirarlos, y los estruendosos ruidos que se escuchaban dentro hicieron que ningún técnico se anime a trabajar solo en el avión. La historia tiene como uno de los protagonistas al Boeing 747 matrícula LV-MLO, que en el ambiente de la aviación es conocido por todos como “MALO” por una deformación de sus tres últimas siglas. Los libros sostienen que fue el segundo Jumbo incorporado por Aerolíneas Argentinas en el año 1979, concretamente el 13 de enero, siendo en su momento, el orgullo de la flota. En 1983, pasó a formar parte de la flota de la firma Flying Tigres, con los colores de Metro Internacional, y luego con Federal Express. Esto ocurrió hasta que en 1990 regresó a operar con Aerolíneas Argentinas. A mediados de 2001 llegó su hora y fue dado de baja. Es en este momento cuando comienza la relación del “MALO” y el misterio de la azafata. Todos los testimonios de comandantes, técnicos y personal aeronáutico coinciden en afirmar que una tripulante de cabina, una bella azafata que trabajaba en el oficio con auténtica vocación, fue diagnosticada de una enfermedad terminal. Ella había trabajado bastante en el “MALO”, y sentía especial cariño por el aparato porque se trataba de una mujer muy creyente, y el “MALO” hizo su bautismo de vuelo un 8 de diciembre de 1978, el día de la Inmaculada Concepción. Cuentan que la azafata se las rebuscaba, gracias a sus contactos y su excelente desempeño, para prestar servicio en el “MALO”, algo que lograba bastante seguido. De hecho, la última vez que pudo volar, antes de morir por el avance de la enfermedad, lo hizo en el “MALO”. Falleció pocas horas después de ese último vuelo. Los problemas comenzaron a las pocas semanas de la muerte de la azafata, en ocasión de una revisión del aparato en los hangares. Una figura muy borrosa y transparente se les apareció a dos mecánicos en la bodega trasera de carga. Se testimonia que, a partir del incidente, hubo algo de alboroto y muchas bromas hacia quienes habían observado el espectro. Al poco tiempo el espectro se hizo visible nuevamente. Ocurrió mientras el personal de limpieza ponía en condiciones la cabina superior y escucharon ruidos en la sección de primera clase. Uno de ellos bajó por la escalera y en la mitad del pasillo vio una figura humana de pie con el uniforme de azafata de la empresa. En el año 2000, durante una escala del “MALO” en Barajas, un par de mecánicos de Air Plus también salieron disparados por la presencia de algo que se encontraba en la cabina de pasajeros y que los asustó. A partir de ese momento, se decidió dar de baja a la nave y dejó de volar para siempre. Hoy, el “MALO”, se encuentra varado y en estado de abandono en una zona apartada del aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires, sirviendo de hogar y refugio a la malograda azafata.


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