Este periódico y yo hemos compartido vivencias inolvidables a lo largo de más de 40 años. Desde que asumí la corresponsalía en Alguazas, mi pueblo, a comienzos de la década de los ochenta, hasta hoy. Lo hice en tiempos de aquel gran director que fue Juan Francisco Sardaña, cuando, además, me encargaron seguir los Juegos Típicos Regionales que organizaba este diario. Cómo olvidar un artículo que publiqué por entonces y que tampoco nunca ha olvidado el pintor Pedro Cano porque en él mencionaba la muerte de su madre: ‘Morirse en Navidad’ lo titulé. O el día en que llamé a Pedro Soler para ofrecerle una entrevista que había realizado al dramaturgo Antonio Buero Vallejo: no solo me la ‘compró’ sino que me dio la contraportada del periódico.
En todos estos años La Verdad ha sido más que generosa conmigo y con los míos: me permitió escribir obituarios, como el de mi padre y otras gentes a las que quise y que tanto me quisieron. Y me brinda la posibilidad de acercarme a sus lectores cada vez que tengo algo que contarles, como que el cantautor inglés Cat Stevens vivió en el Puerto de Mazarrón en los setenta.
‘Mi historia entre tus dedos’ es el título de una balada ochentera del italiano Gianluca Grignani. La mía, en gran parte, ha sido abrir cada mañana el periódico, mientras desayuno, y mancharme los míos con su tinta indeleble mientras leo ávido sus noticias. Ojalá siga siendo así por mucho tiempo.
[Artículo publicado en la revista el 120 aniversario del diario La Verdad / 2-4-2023]