Mítica cinta infantil de los ochenta que sin complicaciones nos sumerge a través de la imaginación de su protagonista, en un simbólico mundo de fantasía, que entre muchas cosas, ha dejado para la posteridad un ícono de la cultura popular, el perruno dragón Fujur. Con preciosos efectos especiales artesanales a base de maquetas, marionetas y cartón piedra, y alejados de los artificiosos digitales que abundan en la actualidad, una historia no tan típica aunque fácil de seguir con una ejecución inocua para públicos de todas las edades, es la película ideal para introducir el cine fantástico en los más pequeños y de que los adultos añoren una época menos manipulada y más inspirada.
Mi puntuación: 7/10