«Entre Carol y Javier, el médico del 600 y primera cita de Mia, surge una atracción que acaba en una primera salida a cenar. ¡Que casualidad! Carol pide a Mia que la acompañe en su primera salida llevando un amigo para ella. Esta vez, el idioma dio menos problemas y el nuevo acompañante, Fernando, se defendía mejor en ingles y Mia en español.» (Pág. 120)

¿Qué historia es ésta que, según reza el título del libro, Francisco Coronel dice que tenía necesidad de contar? Ato cabos y entiendo que para él era imperioso dar forma, conformar en una unidad clara y con sentido toda una serie de hechos más o menos curiosos y peculiares conocidos en sus visitas a Hungría, país al que está muy unido entre otros motivos porque su mujer es aquincense, o sea, nacida en Budapest. Son las múltiples amistades húngaras que a lo largo de su vida ha cosechado las que, unas por aquí, otras por allí, le han ido contando historias, aconteceres, sucedidos, que desde luego, como se ve por esta publicación, no han caído en saco roto. Para Coronel resultaba imperioso, pues, tras haber escrito un libro sobre sus experiencias médicas (Las experiencias de un médico para todo) y otro sobre sus pinitos musicales (Medicina & Rock 'n Roll), contar en forma de novela todo lo que sobre Hungría bullía en su memoria.
Círculo Rojo, la editorial en la que el autor ha publicado esta historia húngara, resume el contenido del libro en estos términos:
La historia que había que contar es una novela basada en hechos reales, sobre una familia húngara residente en Budapest en los tiempos del dominio soviético y la revuelta de 1956, con la entrada masiva de los tanques rusos. Se trata de una familia noble con una posición de alto nivel, con el cabeza de familia como Director General de Bosques y Minería del país, a pesar de sus ideas anticomunistas. Interviene en la revolución del 56 y es detenido y enviado a Siberia. Su mujer y su hija tratan de salir de Hungría a través de Austria y, cuando él escapa del tren donde le llevan a Siberia y vuelve a Budapest, los tres miembros de la familia lo vuelven a intentar, logrando salir del país. Lo hacen emigrando a Estados Unidos, transportados por el mismísimo vicepresidente Richard Nixon en su avión. Viven en USA varios años con múltiples peripecias, acabando la hija estudiando en España y visitando, ya como mujer, la todavía Hungría comunista. Sus padres regresan a Budapest tras la caída del muro de Berlín y la vuelta de Hungría a la democracia. Es una novela con importantes referencias históricas y cargada de valores humanos, que será muy entretenida para el posible lector.
A esta sinopsis yo añadiría -y así lo señalo en el prólogo que he tenido el gusto de escribir a la novela- que La historia que había que contar es también en cierta manera un anecdotario. Con acierto Francisco Coronel ha sabido entreverar, atribuyéndoselas a los seres de ficción salidos de su pluma, algunas de esas historietas y anécdotas que a lo largo de su vida le han contado o ha conocido y vivido personalmente. Del universo de personajes son la hija de los Bartok y sus padres, Pal y Mária, sobre quienes recae el peso de la narración; y de los tres es Mia la que protagoniza en mayor número las principales y curiosas vicisitudes.
Aunque en los primeros capítulos, como es lógico, la obra se centra en el papel del cabeza de familia en Budapest, sus problemas allí y cómo logra resolverlos, en los 15 últimos (el libro distribuye su contenido en 29) es la hija de Pal y de Mária, es decir, Babszi, Mia o Mária Tereza, que de las tres maneras es denominada, sobre quien, como digo, pivota la narración: la niña Babszi de 11 años de edad y su vida escolar en Omaha apenas llegados a los Estados Unidos; la vida universitaria de la joven; su estancia primera en España como estudiante; su trabajo como educadora de adolescentes difíciles en Omaha; de nuevo en España; una visita de Mia a Budapest en 1968; el noviazgo de ella con un chico médico; etc.

En definitiva, esta obra confirma a Francisco Coronel como lo que literariamente es: un buen, animado y entretenido relator. Si en sus dos libros anteriores centraba la narración en curiosidades, anécdotas o episodios protagonizados por sí mismo o por personas de su entorno, bien en el ejercicio de su profesión médica, bien en la práctica de su hobby musical, en esta su tercera publicación da el salto de las meras historietas, de las sencillas anécdotas, a una narración más cumplida, a una auténtica historia novelesca. No otra cosa es La historia que había que contar._____________________
AVISO:El próximo día 30 de noviembre La historia que había que contar será presentada por su autor, Francisco Coronel, en la Biblioteca Leon Tolstoi de Las Rozas a las 19:00 horas. Acompañará al autor en dicho acto quien esto escribe, Juan Carlos Galán, prologuista de la novela._____________________
Del autor y en este mismo blog:
