Podría escribir una entrada al respecto de lo ocurrido ayer a ZP en el desfile de las fuerzas armadas, pero basta con leer la crónica del año pasado.
En todo caso, resulta esclarecedor que los mismos que argumentaban que los abucheos a Aznar en sus últimos tiempos eran una muestra del rechazo popular, postulen ahora como un axioma que quienes hacen lo propio con ZP son reaccionarios de ultraderecha, cuando es más que probable que el grueso de ambos grupos esté integrado por las mismas personas.
Por mi parte, considero que donde hay que chuflar y abuchear es en las urnas, y el resto es mero ruido.