En ocasiones la NBA nos regala actuaciones memorables en las condiciones más insospechadas. Hay partidos que sobre la mesa no resultan especialmente importantes, incluso ni interesantes, pero la actuación de algún gran jugador convierten a esos partidos incoloros en noches inolvidables. Este fue el caso de Jamal Crawford el 9 de abril de 2019.
El partido se presentaba como el último partido de temporada regular del peor equipo de la conferencia Oeste, los Phoenix Suns, frente a unos Dallas Mavericks también en modo vacaciones al haber quedado eliminados de los Playoffs y que rendían su último homenaje al gran Dirk Nowitzki en el American Airlines Center de la ciudad de Dallas.
Estos partidos suelen servir para que tanto rookies como jugadores poco habituales se fogueen en la liga jugando minutos.
Lo inesperado de esa noche fue la actuación de un viejo rockero que acababa de cumplir los 39 años.
Jamal Crawford anotó 51 puntos comenzando desde el banquillo en la derrota de los Suns frente a los Mavericks.
Lo especial de aquella actuación fue que Crawford batió de una sola vez dos records históricos de la liga.
Por un lado batió al mismísimo Michael Jordan al convertirse en el jugador de mayor edad en anotar 50 o más puntos. Hasta ese momento Jordan mantenía el record con 38 años y 315 días pero Jamal Crawford elevó la cifra hasta los 39 años y 20 días.
El que probablemente sea uno de los mejores sextos hombres de la historia de la NBA no batió tan sólo a Michael Jordan sino que también superó otro record muy vinculado a su rol de juego.
Jamal Crawford con sus 51 puntos superó a Nick Anderson (50 puntos) como el jugador que más puntos ha anotado en la historia de la NBA partiendo desde el banquillo, es decir, el máximo anotador suplente en un partido en la historia de la liga.
El 9 de abril de 2019 podría haber sido un partido más de los que cae en el olvido de la NBA pero Jamal Crawford cogió su fusil e hizo lo que mejor sabe hacer desde donde mejor lo ha hecho siempre.