“La hoja del álamo”
Temblaba tanto que se la llevó el viento temblaba tanto cómo no se la iba a llevar el vientoallá lejos
un mar
allá lejos
una isla al sol
y las manos aferradas a los remos
muriendo a la vista del puerto
y los ojos cerrados en anémonas marinas. Temblaba tanto y tanto
la he buscado tanto y tanto
en la acequia de los eucaliptos
en primavera y en otoño
en todos los bosques desnudos
cuánto la he buscado, Dios mío. En su obra Giorgos Seferis, destaca su amor y nostalgia por el Mediterráneo y su ciudad natal, Esmirna “… Desbrozando sombras de cipreses
te marchaste el otro verano.”