Revista Infancia

La hoja del limonero

Por 123a
La hoja del limonero

Érase una vez, un matrimonio de ancianos que vivía más allá del Camino Ancho, en una casa de la huerta. Pascual trabajaba en la huerta, cuidando a los limoneros, las habas y pimientos y Fuensanta cuidaba en la granja a las gallinas y cerdos.Una mañana Pascual fue recoger limones a la huerta y tan amarillos y brillantes eran que Fuensanta los guardó en la nevera. Pero por el camino, una hoja de limonero se cayó de la cesta bajo la mesa. Aquella noche, la hoja de limonero lloró porque había perdido a su limón que tanto amaba.-¡Ay pobre de mí!, sin mi limón lloro bajo la mesa. Sola con del viento y la luna llena.La hoja del limoneroPasó por allí un caracol que se había manchado con harina el caparazón, Al escuchar el lloro de la hoja, así le hablo.- No te preocupes hojita  yo te voy a ayudar. Te regalo unas motas harina que tu tristeza secarán.-Y a paso lento el caracol despareció sonriendo. Pero nuestra hoja continuaba triste, porque había perdido al limón de su corazón, y así lloró.

-¡Ay pobre de mí!, sin mi limón, lloro bajo la mesa. Con unas motas de harína, sola  con del viento y la luna llena.No tardó mucho en pasar por allí un bicho bola, que caminaba con un poco de azúcar en la boca. Al escuchar el lloro de la hoja, así le habló.La hoja del limonero- No te preocupes hojita  yo te voy a ayudar. Te regalo un poco de azúcar que tu tristeza algo endulzará.-Y paso ligero el bicho bola desapareció debajo del  fregadero.Pero la hoja continuaba triste, porque había perdido al limón de su corazón, y así lloró.-¡¡Ay pobre de mí!, sin mi limón lloro bajo la mesa, con unas motas de harina, un poco de azúcar. Sola  con del viento y la luna llena.La hojita lloraba y lloraba, cuando entro por la puerta una gallina marrón. Al escuchar su lamento, se acercó y así le habló.La hoja del limonero - No te preocupes hojita  yo te voy a ayudar. Te regalo un huevo  moreno que a tu tristeza algo suavizará. coc.cocc.cocc-Y  paso ligero la gallina desapareció por la ventana.Pero la hoja continuaba triste, porque había perdido al limón de su corazón, y así lloró.-¡Ay pobre de mí!, sin mi limón lloro bajo la mesa, con unas motas de harina, un poco de azúcar, un huevo moreno. Sola, con del viento y la luna llena.La hoja del limonero Entre tantas lágrimas, pasó por allí una hormiga con una vaina de canela. Que al escuchar los suspiros de la hojita, se acercó y así le habló.- No te preocupes hojita yo te voy a ayudar. Te regalo un poco de canela  que a tu tristeza algo de perfume dará.Pero nuestra hoja continuaba triste, porque había perdido al limón de su corazón, y así lloró.-¡Ay pobre de mí!, sin mi limón lloro bajo la mesa, con unas motas de harina, un poco de azúcar, un huevo moreno y unos granos de canela. Sola, con del viento y la luna llena.Y tanto la hoja fue a llorar, la hoja sin lágrimas se tuvo que quedar. Y poco a poco empezó a entrarle el  sueño y se durmió allí, en el suelo; con unas motas de harina, un poco de azúcar, un huevo moreno y unos granos de canela. Sola, con del viento y la luna llena. A la mañana siguiente, cantó pronto el gallo; Fuensanta y Pascual se levantaron bien temprano. Mientras calentaban la leche en un cazo para desayunar, bajo la mesa una sorpresa fueron a encontrar:Una hoja de limón, unas motas de harina, un poco de azúcar, un huevo moreno y unos granos de canela. Ingredientes que con la leche fueron a mezclar, haciendo por primera vez, Paparajotes muy ricos para desayunar.
Desde entonces, más allá del Camino Ancho, en una casa de la huerta; nunca más lloran las hojas cuando se separan de su limón, pues ahora sus penas, dulces son. Las penas las curan Fuensanta y Pascual, mezclando un cazo de leche, con unas motas de harina, un poco de azúcar, un huevo moreno, unos  granos de canela, los días con viento y luna llena.

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