La hora de la maldición

No hay hora específica aunque en cada localidad del país los lugareños han ido identificando las horas en las que los malandros hacen de las suyas. Básicamente el tema va como aquella película en que una noche al año todo está permitido y los ciudadanos de ese país deben encerrarse a evitar sufrir los embates de aquella noche en la que todo se puede. En Venezuela ese "permiso" es libre y permanente, a la narcodictadura le importa un carajo si usted sufre la penosa experiencia de que unos terceros tomen control de su vida y por ello decidan quitarle una cuantiosa suma de dinero para que todo vuelva  a "la normalidad".

(Fuente: http://www.el-nacional.com/)

No solo va con la industria más fructífera de Venezuela, los secuestros, va con todo tipo de delito que suponga una extracción en breve de dinero, preferiblemente en moneda dura. Los venezolanos en cualquier rincón del país las ven complicadas cuando se trata de proteger sus pertenencias, viviendas y cualquier propiedad que en la mayoría de los casos ha trabajado a todo dar. 

(Fuente: http://www.el-nacional.com/)

La narcodictadura está pendiente de mantenerse en el poder, de decirle a la gente en su cara que son unos felices estúpidos y mientras tanto los que habitan en lo que queda de Venezuela tienen que valerse por ellos mismos para protegerse de cualquier situación que signifique un riesgo, o lo que es igual, cada segundo que se vive en la Venezuela que dejó el dictador Chávez.

(Fuente: https://twitter.com/)

En menos de 24 horas localidades como Caracas, Barquisimeto, Boca de Uchire, dejando afuera algunas otras por seguridad, las indicaciones de los lugareños es la misma: Esté pendiente, baje los seguros, si se acercan desconocidos huya, esté mirando permanentemente y toda sugerencia que evidenciaba que Venezuela es el país más inseguro del mundo. 

(Fuente: https://loqueseoculta.files.wordpress.com/)

Desde que el antiguo dictador validó que las acciones del hampa tendrían respaldo de la dictadura porque suponen una lucha contra las injusticias, el día a día se ha convertido en un constante cavar huecos para las decenas de miles de ataúdes que se han enterrado en el país. El malandro en Venezuela se siente protegido, a veces es policía, muchas veces más es militar, conoce al político, negocia con ellos y mientras vemos a la mayoría del país pensar en irse porque más allá de la dificultad económica, el temor a perder la vida es suficiente como para dejar atrás un país. 

(Fuente: http://yoyopress.com/)

Fue el caso de una señora portuguesa que fue asesinada por unos residentes del hostal que regentaba en el centro. La obvia reacción del hijo - que ya se había marchado del país e imploraba a su vieja que ella también lo hiciera - es terminar de enterrar en el hueco del rencor, odio y miseria al nombre de Venezuela. 

(Fuente: http://noticias24.com/)

Estamos viviendo la hora de la maldición, es una hora larga que va más allá de un cambio de gobierno, de un golpe de estado. El país necesita un golpe a tres tablas, el objetivo los malandros - desde los que hacen vida en la calle hasta los que hacen vida en la Asamblea o en cualquier ente dirigido por la narcodictadura - implementar medidas extremas para que el país retome el control y retome la tranquilidad, que en Venezuela sea vivir y no sobrevivir. 

(Fuente: http://youtube.com/)

La situación del país roza el chiste mientras se baña en miseria. Algún tiempo atrás nos impresionaba que una sala de cine fuera completamente robada mientras veían algún estreno, luego colas de vehículos mientras pasaba el entierro de un motorizado o malandro o ambos. Ahora son las colas para comprar productos que escasean y así se van sumando situaciones cotidianas donde los venezolanos están en riesgo de sufrir el cariño del hampa. El chapeau de la narcodictadura son las Zonas de Paz, aquellos lugares que el régimen entregó al hampa porque no están en capacidad de controlarlos, hasta un estado entero sufre tal condición: Aragua. 

(Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/)

La narcodictadura ha intentado por lo menos veinte veces implementar planes para reducir la inseguridad y violencia y tras cada intento, quedó la demostración de que estamos cada vez peor. Y aún increíblemente las cosas irán a peor, con los precios y costos a dólar libre y los sueldos y salarios a dólar CADIVI, el caldo de cultivo para que la gente se dedique a la industria del crimen se hace cada vez más atractivo.

(Fuente: http://diariorepublica.com/)

Y no olvidéis que quienes deben protegernos, lamentablemente son ellos mismos.

(Fuente: http://www.reportero24.com/)

Dios os cuide y nos libre.