La jornada de reflexión empuja a los andaluces de bien hacia la rebeldía y el coraje frente a una Andalucía postrada que da pena, atrasada, dominada por el socialismo más ineficaz de Europa y tristemente adscrita a la corrupción. Es la hora de la rebelión contra la mediocridad y el momento de escuchar las trompetas de la dignidad, que tocan a cambio de rumbo. La tierra con más potencialidad de España no puede seguir siendo el culo de España y de Europa. Aunque uno se sienta de izquierdas, no tiene sentido mantener en el poder a un gobierno socialista que lo único que ha demostrado, en casi cuarenta años de poder y dominio, es que solo sabe construir atraso, desempleo, impuestos altos, ineficacia en la gestión pública y corrupción a borbotones. La verdadera izquierda no puede ser eso. Votar el socialismo andaluz del presente es enterrar a la izquierda en el fracaso y la vergüenza. Muchos andaluces acuden a las urnas con la firme convicción de que el rumbo cansino, monótono, mediocre y vulgar de la política tiene que cambiar. Pero, por desgracia, no son todos porque otros muchos persisten en apoyar el fracaso y la pobreza y el atraso. ---
La rebeldía de los andaluces frente a su triste realidad debe manifestarse en las urnas votando por el cambio. Cualquier voto es digno y decente, salvo el que se otorga a los que han demostrado que solo saben gestionar la miseria, la corrupción y el atraso. Votar socialista en la Andalucía del presente es como dar un puñetazo a la esperanza y revolcarse en el fracaso. Los andaluces tienen derecho a resurgir, pero tienen que lograrlo con su voto, apostando por el cambio y destrozando el bucle terrible que, año tras año, les garantiza pobreza, desempleo, injusticia y un falso concepto de la izquierda, vinculado siempre al atraso y a ser la más africana corrupta y atrasada de las regiones de Europa.
¿Dónde está la inquietud y la rebeldía de los andaluces ante su triste situación política? ¿Dónde está el coraje de los andaluces frente a la vulgaridad y mediocridad que les convierte en el pueblo más miserable de España? ¿Por qué no proliferan los rebeldes que utilizan las urnas para cambiar su destino? ¿Estamos todos los andaluces castrados de cuerpo y de mente?
El derecho a soñar en Andalucía por la dignidad y la esperanza requieren votar cualquier opción que no sea seguir apoyando al viejo y derrengado socialismo corrupto y mediocre, que sólo sabe construir privilegios para los poderosos y sometimiento mediocre para los "súbditos". El día que el sencillo pueblo que les sostiene descubra que sólo son nuevos millonarios expertos en engañar y sin capacidad de gobernar para el bien común, les abandonarán, como merecen.
Que cada cual vote lo que su conciencia le dicte, pero que ningún demócrata o persona de bien con dignidad, rebeldía y coraje vote el pasado. La única certeza que cabe ante las urnas abiertas es que el socialismo reinante es tan mediocre, vulgar e injusto que cualquier cambio será positivo y esperanzador.
Madrid crece, Barcelona también, Valencia sube, Bilbao se carga de potencia, Zaragoza gana pujanza y hasta regiones atrasadas como Galicia y Extremadura avanzan y escapan del pelotón de los torpes y miserables, pero Andalucía permanece en la cola, con indicadores económicos peores que hace tres décadas, sin que los más de 100.000 millones de euros recibidos de Europa hayan servido para impulsar el desarrollo.
Premiar en las urnas tanto fracaso e ineptitud es una apuesta de imbéciles sin esperanza.
Francisco Rubiales
Revista Opinión
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