La hora en blanco

El viernes pasado pusieron al peque las vacunas de los 18 meses. Me advirtieron que le podía dar un poco de fiebre en unos días, igual que con la de los 15 meses, pero como con esta última no le dio ningún tipo de reacción pues pensé que las tenía todas conmigo.
Ilusa de mi, no se si ha sido porque ya estaba incubando algo y se le junto con las vacunas pero el caso que el fin de semana ya lo pasó rarito y con una tos que no le dejaba parar al pobre. Así que el lunes al pediatra. Le mandó los medicamentos correspondientes y me volvió a decir lo de la fiebre de las vacunas. Y claro, la fiebre tenía que aparecer y con ella nuestra “hora en blanco”.
Yo considero que mi hijo siempre ha dormido bien, con sus correspondientes despertares nocturnos que siempre han sido pocos, pero enseguida se vuelve a quedar dormido y además es un niño que duerme entre 10 y 11 horas por la noche. Eso si de día es otro cantar, una siestecita de una hora u hora y media como mucho. Pero es que desde el lunes y con esto de la fiebre tenemos "la hora en blanco" que realmente es un poco más de una hora y que va de cinco menos cuarto de la mañana a seis y cuarto y en la que el peque se despierta y no hay forma que se vuelva a dormir. Todas las noches ha sido a esas horas y me resulta curioso porque en el mes de Diciembre que estuvo malito y con fiebre también hubo “hora en blanco” a esas mismas horas.
¿Y qué le apetece hacer a mi hijo a tales horas intespectivas? Pues sobre todo salir de la cama e irse a jugar, leer un cuento, ver dibujos y cualquier otra cosa que no sea dormir.
Esperemos que pronto se le pase porque si algo somos en esta casa es dormilones y no veas como se nota luego por el día esa hora a media noche de juerga nocturna.