La concurrida escalinata de la Plaza de España se corona con el interesante convento de la Trinitá dei Monti y su iglesia adjunta, que ocupa visualmente el centro.
Llaman nuestra atención un reloj mecánico parado de aguja única en la torre de nuestra izquierda y otro solar en la derecha.
La meridiana, como llaman los italianos a los relojes solares, nos ofrece dos tipos de horas: la italiana (en números romanos) y la actual (salvando los cambios regionales, la ecuación del tiempo y las alteraciones de temporada).
El reloj consta de una sencilla red cuadriculada y un gnomon perpendicular a la pared, con orientación hacía poniente y ligeramente al sur, como se observa pues solo funcionará por las tardes.
La hora italiana empezaba a contar tras el ocaso solar, la diferencia a XXIV es el tiempo que queda hasta la puesta del sol. El cenit solar no es la referencia.
La fotografía muestra como a las 3h 20min (convencionales) de la tarde faltan 1h 30min (italianas) para el ocaso. El reloj nos está diciendo en qué época del año estamos: un mes antes o después del solsticio de invierno, y en efecto, la instantánea fue tomada el 22 de enero del 2020. ¡El reloj mecánico se detuvo pero la meridiana sigue cumpliendo!
La hora XXIV va variando a lo largo del año, y para la latitud de Roma oscila entre las 4½ y las 7½ convencionales. Los días medidos en horas italianas no tienen la misma duración, la diferencia alcanza los siete minutos durante los equinoccios.