La Horca es una más entre tantas otras, no aporta nada, absolutamente nada al género y es sorprendente cómo una cinta de apenas una hora y cuarto de duración puede hacerse tan larga.
Cuando solamente llevaba quince minutos de película ya era como si hubiese pasado una hora frente a la pantalla. Si busco culpables, a quienes voy a encontrar es, sin duda, a los guionistas que decidieron poner a un personaje gilipollas grabando todo el rato a otros gilipollas haciendo gilipolleces incluso, como suele pasar en TODAS las películas de este género, incluso en momentos en los que cualquier persona normal no grabaría y menos aún parándose a hacer ciertos planos o enfoques. Que no nos lo creemos, vamos... que no cuela como foud footage.
Ah, claro, y todo esto para que otros gilipollas aún mayores se dejen la pasta en una entrada de cine.
En fín, me gustaba la idea de que se ambientara en un viejo teatro, algo que con tantos recovecos, elementos de atrezzo y esas cosas puede llegar a crear situaciones angustiosas. Incluso la historia de la venganza, a pesar de excesivamente trillada, podría tener un pase. Pero es que con ese guión... ayyy ese guión, absurdo y lleno de diálogos sin sentido...
Nota: 2/10