Se considera crimen de odio todo ataque hostil ya sea físico o verbal hacia individuos o grupos en virtud de su raza, religión, sexo u orientación sexual así como por cualquier discapacidad y ataques a la propiedad.
Últimamente se ha hablado mucho de los crímenes de odio contra la mujer provocados por la misoginia, lo que por cierto por varios grupos se ha llevado muy lejos al considerar cualquier crimen contra la mujer como crimen de odio, pero ahora se contempla en Inglaterra y Galés el lado opuesto de esto pues dado que también existe la misandria (prejuicio y aversión hacia los hombres) surge la discusión sobre considerar crímenes de odio los ataques hostiles de las mujeres contra los hombres.
Esta especie de campaña al parecer la empieza una laborista y miembro del parlamento en Londres llamada Stella Creasy quien observa que los hombres también son víctimas de hostilidad conducida por la misandria y no sería descabellado reconocer estos ataques como se reconocen los que son por motivos de raza o religión.
