La huella de Steve Jobs

Enigmático, reservado y visionario. Tres conceptos que describen a la perfección a Steve Jobs. A sus 56 años  nos ha dejado una vida con altos y bajos, presentaciones asombrosas, discursos memorables, palabras y hechos que fueron, son y seguirán siendo admirables.

Realmente su contribución al mundo no se quedó únicamente en las innovaciones tecnológicas, que  han transformado la industria y nuestra propia forma de vida. Sino que va más allá: su experiencia y discursos han sido un referente para muchos. Todos, de alguna u otra manera, sabemos que las futuras presentaciones que haga Apple no serán  lo que fueron con él y, aún hoy, es inevitable que se nos pongan los pelos de punta al escuchar discursos tan impactantes como el que impartió en la Universidad de Stanford, el 12 de junio de 2005.

Una charla inspiradora de la que extraigo tres simples e importantes lecciones de vida que quiso transmitir:

• Confianza. En uno mismo, en tu  instinto, en el destino, en el karma… Eso será lo que te dé la fuerza suficiente para confiar en tu corazón y lo que finalmente marque la diferencia en tu vida.
• Amor.  Hay que encontrar lo que realmente te gusta hacer, lo que te apasiona. El sentido de tu vida debe residir en amar lo que haces. No conformarte y no parar de buscarlo.
• Muerte. Él llegó a afirmar que ‘la muerte es muy probablemente la mejor invención de la vida’.  Es el destino que compartimos todos. Y pensar o recordar que algún día moriremos es el impulso que él encontró para tomar las grandes decisiones de su vida.

Quizás este sea el fragmento más representativo de todo el discurso. O simplemente el que a mí más me gustó.

“Your time is limited, so don’t waste it living someone else’s life. Don’t be trapped by dogma — which is living with the results of other people’s thinking. Don’t let the noise of other’s opinions drown out your own inner voice. And most importantly, have courage to follow your heart and intuition. They somehow already know what you truly want to become. Everything else is secondary.” — Steve Jobs.