de Manuel Ríos San Martín.
Título: La huella del malAutor: Manuel Ríos San MartínEditorial: Planeta, 2019Páginas: 576.
SINOPSIS.
Durante una visita escolar a la excavación arqueológica de Atapuerca, un chico de catorce años descubre que una de las reproducciones humanas que imitan los enterramientos de los homínidos de hace miles de años es, en realidad, el cuerpo de una chica muerta. La joven parece haber sido colocada con una simbología ritual, y todas las pistas apuntan a un macabro homicidio similar al ocurrido seis años atrás en otro yacimiento en Asturias.
En el pueblo se desata la inquietud. Demasiados detalles recuerdan el caso anterior, por lo que el juez piensa en reunir de nuevo a los policías que se hicieron cargo entonces: Silvia Guzmán, inspectora de la UDEV, y Daniel Velarde, un expolicía dedicado ahora a la seguridad privada. Sin embargo, nadie sabe que en el pasado ambos vivieron una relación sentimental que acabó de manera abrupta y que tuvo mucho que ver en la truncada resolución del caso. Ahora, Silvia y Daniel tendrán que aprender a colaborar y aclarar sus sentimientos para descubrir al asesino del yacimiento y cerrar aquella herida abierta en su pasado.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Me ha gustado volver a Atapuercas de la mano de este autor, al que no había leído hasta ahora. Y digo volver, porque ya estuve una vez de la mano de Enrique Osuna con su Amo del fuego, otro libro que me gustó precisamente por lo mismo que me ha gustado este en algunas de sus coincidencias. Volver atrás en la evolución y analizar con los diferentes personajes que el mal, como tal, exento de la necesidad de la supervivencia, existe siempre y siempre existirá. Parece que es algo consustancial a la raza humana y Manuel Ríos nos lo recuerda en muchos de los diálogos que se suceden entre personajes.
También ahora en el libro que estoy leyendo de Lorenzo Silva, las policías que están intentando resolver un caso de asesinato, sin sentido, sin un móvil más allá del de la diversión y el poco valor que algunos dan a la vida humana, se plantean que por mucho mal que logren sacar de las calles, siempre habrá mucho más mal fuera, como si fuera un ciclo infinito al que nunca podrán poner fin.
La huella del mal es una novela negra y una novela policíaca en la que sus dos protagonistas principales, Daniel y Silvia, aúnan esfuerzos para desentrañar un asesinato ritual que ha acontecido en Atapuercas, del mismo modo en que ya aconteció hace años en otra excavación en Cantabria.
Una investigación peculiar e interesante, bien llevada y con una lógica que no deja lugar a la invención de cuestiones colaterales que nada aportan a la historia, ni siquiera cuando los dos protagonistas rememoran aquel otro asesinato de hace años y en los que ambos eran pareja, una pareja que se rompió.
Me ha gustado esta novela. Su trama, su trasfondo filosófico, por decirlo de alguna manera y los personajes me han resultado bien armados y he tenido una lectura fluida que intercalaba perfectamente el mensaje sobre el mal con la propia investigación policial del momento.