La Huésped (The Host): Para Fans
Adaptar libros juveniles es el pan de cada día en Hollywood. Y no resultaría tan malo si las adaptaciones fueran fieles y reflejaran no sólo el texto, sino el espíritu de libro. Se agradece cuando sagas como Harry Potter, Los Juegos del Hambre, Las ventajas de ser Invisible, o hasta Juego de Tronos (hablando de la pantalla chica), involucran a los autores mismos como productores, guionistas o simplemente como asesores técnicos dentro del desarrollo de la adaptación visual.Cuando se trata de romances o dramas que suceden en la vida diaria, el peso del éxito depende del guión y de los actores. Cuando se trata de mundos fantásticos, el peso se reparte entre esto y el diseño de producción que sea capaz de reflejar cosas que no existen en el mundo, justo a la medida de la imaginación del colectivo de Fans. Pero cuando ambas cosas se mezclan, en una línea que parece difusa, el éxito de satisfacer a los fans y a los no fans es un trabajo arduo del que no todos salen bien parados. Y La huésped, trabajo posterior a la tan demeritada saga Crepúsculo de Stephenie Meyer, carga con el estigma de la autora (estigma que fue generado a partir de las películas y no necesariamente de los libros), y que ahora, en un trabajo mucho más maduro, termina por ser un producto irregular.
Dirigida por Andrew Niccol ( La Terminal, Gattaca, The Truman Show), y protagonizada por Saoirse Ronan (Hanna, Desde mi Cielo)-Por cierto, ¿a nadie le sorprende el cambio físico de Ronan? No sé si es el maquillaje o su edad, pero cambió muchísimo!- Diane Kruger, y en el atractivo "visual" juvenil Jake Abel y Max Irons. Al menos no son caras tan conocidas, pero no se nota mucho talento en ellos.
No hay que ser tan injustos. Como adaptación, la película es bastante apegada al libro y se agradece. Las escenas son casi una reproducción cuadro por cuadro de las páginas del libro. Lo malo viene, cuando la mayor parte del texto es ocupado por diálogos internos entre dos mentes que ocupan el mismo cuerpo. Y más dificultad, cuando esos diálogos tienen que ver con temas filosóficos planteados para una audiencia jóven: El cuerpo separado de la conciencia, la existencia del alma, el orígen de los sentimientos, la complejidad de los pensamientos y del amor. Én el papel, funciona de maravilla, regalándonos un texto que, aunque con el sello romántico de la autora, presenta un avance respecto a la saga vampírica (para leer la reseña del libro en mi blog, aquí), y sin embargo, en el filme, aunque Saoirse Ronan se esfuerza por presentar una actuación de calidad, atada por el guión, la película resulta ser una continuidad de escenas sin acción, llena de romance, y con el verdadero meollo del asunto hecho a un lado.
La película les encantará sólo si son fans de Meyer y si han leído el libro. No es tan mala como crepúsculo, pero aún así está lejos de ser un buen producto. Hay que ver cómo le va en taquilla y si The Host no tiene tantos detractores como los vampiros brillosos. Al menos, creo yo, no los merece.
Calificación: