Revista En Femenino

La Humanización de Parto: Cambiar la forma de nacer cambiará la forma de vivir

Por Mamikanguro @MamiKanguro

Les comparto un trabajo de tesis en la Facultad de Medicina de la Ciudad de Córdoba, Argentina, el cual fué premiado con un 10! Habla de la humanización del parto. Lo escribieron 3 médicas. ¡Esto si que dá esperanzas!

La información te dá poder. Emponderate.

La Humanización de Parto: Cambiar la forma de nacer cambiará la forma de vivir

Integrantes:

  • Bustamante, Silvana Gabriela – Matrícula 1999505592
  • Cari, Carola Evangelina – Matrícula 1997526266
  • Pugliese, Patricia Alejandra – Matrícula 1999506238

Módulo:
Maternidad Segura Centrada en la Familia
Dra. María Graciela Morales

6 de Agosto de 2012
Facultad de Ciencias Médicas
Universidad Nacional de Córdoba
Córdoba – Argentina

La intención de la presente monografía no es la de demonizar la analgesia farmacológica ni la de exaltar el dolor, ni desprestigiar el trabajo médico especializado ni mucho menos, sino la de llenar un vacío representado por una alternativa posible al parto con medicación y antifisiológico mediante analgesia natural y una información exhaustiva que brinde la posibilidad de elegir a la mujer y familia cómo quieren encarar ésta emocionante y única experiencia de vida como lo es el nacimiento de un bebé, sopesando en la balanza de los valores y de las necesidades personales los pros y contras de cada opción.

Parto humanizado

El parto y el nacimiento humanizado se fundamenta en la valoración del mundo afectivo-emocional de las personas, la consideración de los deseos y necesidades de sus protagonistas: madre, padre, hija o hijo y la libertad de las mujeres o las parejas para tomar decisiones sobre dónde, cómo y con quién parir, en uno de los momentos más conmovedores de su historia.

La mujer necesita sentirse segura y respetada para poder parir, y hacer del parto una experiencia intensa y plena. 

Parto humanizado significa reconocer a padres e hijos como verdaderos protagonistas, no intervenir rutinariamente en este proceso natural, reconocer y respetar las necesidades individuales de cada pareja y el modo en que desean transcurrir esta experiencia, respetar la intimidad del entorno durante el parto y el nacimiento, favorecer la libertad de posición y movimiento de la mujer durante todo el trabajo de parto, promover el vínculo personalizado entre la pareja y el equipo de asistencia profesional, cuidar el vínculo inmediato de la madre con el recién nacido, evitando someter al niño a cualquier maniobra o exámenes innecesarios. Parto humanizado significa respetar por sobre todas las cosas, la decisión de esa familia que nace o crece.

Lo opuesto es el proceso de medicalización habitual en el que el destino de la mujer y su hijo está sujeto a procedimientos de intervención rutinarios que no consideran las diferencias y especificidades individuales, transformando en violentas las actitudes asistenciales.

 

 Historia de los partos humanizados

El parto no siempre estuvo, como lo asociamos ahora, en manos de los médicos.

Ellos han tenido dos actitudes: hacerlo pasar por la “clínica” (palabra que viene del griego Klinos, que significa cama, y razón por la cual acuestan a las mujeres para parir, lo que complica todo por causas obvias como la gravedad).
Por otro lado han tenido la delicadeza de reconocer cuando los partos estaban en manos de las comadronas o parteras, y la elección de espacios no demasiado iluminados, con el cuidado de la persona y la presencia del padre (por lo general, en la cabecera de la cama, apoyando a la madre y para “no impresionarse”). Sin embargo, aún faltan muchos escalones para volver a las raíces y todos los beneficios que de allí se pueden sacar.

Los tobas del Impenetrable en el Chaco argentino concurrían al hospital de forma creciente, aunque los médicos advirtieron que no había manera de que las embarazadas fueran a parir allí. Incluso algunas se controlaban el embarazo pero en el momento del parto, se recluían en su domicilio. Una simple indagación “antropológica” permitió descubrir que las mujeres consideraban indispensable para sus partos el hecho de que la placenta pudiera ser enterrada.
De allí en adelante se instituyó en el hospital la entrega de la placenta para que las mujeres la llevaran a su domicilio y la pudieran enterrar después del parto. Así y todo, los temidos partos domiciliarios no han sido erradicados. ¿Por qué será? ¿Qué ventajas indudables otorga el parto en la propia casa?

Los programas materno-infantiles fueron el puntapié para el inicio de muchos programas de salud orientados a disminuir las dramáticas tasas de mortalidad infantil de países en desarrollo.
La movida de los derechos sexuales y reproductivos puso sobre el tapete algunas cuestiones que estaban ya instaladas en pueblos aislados hace miles de años.
Michel Odent es uno de los tantos autores que han logrado inmiscuirse en los intersticios de las prácticas ancestrales y recuperarlas para realizar lo que se ha denominado últimamente “parto humanizado”.
La escuela francesa siempre ha sido la que más se ha interesado en estos temas, por ejemplo con libros de hace un par de siglos como es “Histoire des accouchements dans tous les peuples du monde”.

Humanizar el parto

En pleno momento de hiperespecializaciones médicas y de avances tecnológicos galopantes, representa un desafío volver a las fuentes con algunas prácticas que no son sólo un objeto de perfeccionamiento médico o de reducción de mortalidad (ésta inspira los avances a la vez que los planes materno infantiles…)

La humanización del parto, como vemos, lamentablemente no está dada por sí misma, sino que es un proceso que es necesario hacer. Y se trata de un compromiso de la esfera científica a la vez que una decisión de la futura familia, que se hará cargo de ser protagonista de su verdadero nacimiento, justamente como familia.

La medicina oficial nos inculca valores de respeto de los resultados, los números y demás cuestiones de estándares: lo que es más homogéneo, mejor. Pero está ya comprobado hace tiempo que la naturaleza también tiene diferentes tiempos en cada mujer y cada embarazo. Hay embarazos que duran 33 semanas y el bebé ya está maduro, y otros que duran hasta 39…

Muchas mujeres que han realizado un parto con este tipo de reflexiones en conjunto con el equipo de salud en las entrevistas han testimoniado que el momento del parto, en lugar de ser un evento doloroso, ha sido placentero hasta el punto del clímax!

Hoy en día es imposible negar los avances y ventajas de la medicina con respecto a la prevención y toda la información que disponemos sobre el cuidado del embarazo. La idea de humanizar el parto es combinar toda la información posible sobre prevención (que es información general, homogénea, sobre todas las mujeres, como por ejemplo los nutrientes necesarios, el cuidado del peso, que sí se puede respetar el estándar). Y los seguimientos ecográficos dan lugar a pronósticos muy precisos y útiles. El punto es ver cuánto nos quedamos con eso en los controles pre parto y cuánto lo combinamos con otras tecnologías más antiguas.

Por ejemplo, antes no existía la ecografía pero la comadrona podía diagnosticar la posición del feto para el parto, si estaba de cabeza o de patas para abajo. Y en conjunto con esta diferenciación, una serie de masajes permitía a la partera el acomodamiento de la posición antes de parir.

Combinar estos adelantos con el saber ancestral, el respeto a la cultura del paciente, y un cuidado con base en el amor, hará que el parto sea un momento mágico y, sobre todo, con una menor cantidad de complicaciones.

Porque no tenemos que olvidar que el estrés exagerado produce efectos no deseados, como por ejemplo una inhibición de la secreción de la oxitocina por parte del aumento de la adrenalina del estrés, con lo cual se genera la posibilidad de un sufrimiento fetal por un parto más largo. Así que esto, sólo como uno de los ejemplos, bastaría para realizar este tipo de abordajes con más frecuencia, en todos los centros sanitarios.

Eso por no mencionar las consecuencias psicofísicas de un parto traumático. Las descompensaciones de cuadros psicológicos y psiquiátricos en la madre (depresión puerperal, psicosis puerperal) son más frecuentes con los partos traumáticos o embarazos no deseados. Pero el no deseo tampoco marca el punto final del trabajo de humanización del parto, sino quizás el comienzo de una aventura, del encuentro del equipo de salud con la problemática de la mujer.

¿Qué significa Parto Humanizado?

*Reconocer en padres e hijos a los verdaderos protagonistas.

*No intervenir o interferir rutinariamente en este proceso natural, no habiendo una situación de riesgo evidente.

*Reconocer y respetar las necesidades individuales de cada mujer/pareja y el modo en que desean transcurrir esta experiencia ( en una institución o en su domicilio).

*Respetar la intimidad del entorno durante el parto y el nacimiento.

*Favorecer la libertad de posición y movimiento de la mujer durante todo el trabajo de parto (parto en cuclillas, en el agua, semisentada, o como desee).

*Promover el vínculo personalizado entre la pareja y el equipo de asistencia profesional.

*Respetar la necesidad de elección de la mujer de las personas que la acompañarán en el parto (familia, amigos).

*Cuidar el vínculo inmediato de la madre con el recién nacido, evitando someter al niño a cualquier maniobra de resucitación o exámenes innecesarios.

 

Es en la búsqueda de un parto natural y respetado que han surgido diversas propuestas:

Sólo mencionaremos algunas:


1) Parto Vertical, Semivertical, de cuclillas, o en cuatro patas: ayudadas por unos bancos especialmente construidos en madera que imitan la forma del inodoro y permite mantenerse en la posición de cuclillas sin que la mujer se canse, ya que al ser de poca altura les permite estar sostenidas por el suelo.

2) Parto Ecológico.

3) Parto en el agua.

4) Parto domiciliario.

Objetivos

  • Respetar los aspectos personales, sociales, emocionales, vinculares, psicológicos y espirituales de la gestación, el parto y el nacimiento.
  • Fomentar el derecho a elegir el acompañamiento que cada pareja considere más apropiado a sus necesidades.
  • Recuperar los valores humanos en relación con los recién nacidos.
  • Rescatar lo esencial de este momento de la vida de quienes lo están viviendo y su significado existencial, sexual, social y espiritual.
  • Centrar nuestra tensión en las particulares necesidades afectivas y en el respeto al ser en formación durante su vida intrauterina, su llegada al mundo y el periodo que sigue a su nacimiento.
  • Basar nuestra misión en todo lo que haga a la integración del bebe en su verdadera dimensión y dignidad humanas.
  • Llamar a la recuperación del protagonismo de las mamas y los papas.
  • Ofrecer bases donde los papas puedan apoyar sus recursos humanos en el acompañamiento de sus hijos.
  • Profundizar en la comprensión sensible del ser humano y del desarrollo afectivo desde el inicio de la vida.
  • Alentar la conciencia social y la solidaridad para lo protección de la día de mama-bebe y de la triada mama-papa-bebe en la sociedad.
  • Facilitar distintos espacios de reflexión y de participación en la cultura que puedan aportar recursos, afecto y conocimiento a la causa de los bebes.
  • Fortalecer una red humana de sostén de esta causa cooperando con el trabajo de las redes que ya existen.

La Humanización del parto tiene como objetivos PROMOVER y PROVEER todas las acciones positivas tendientes a favorecer el embarazo, parto y nacimiento humanizados y respetados tanto en una institución como en el hogar.

Se debe trabajar por la promoción y la defensa de nuestros derechos como usuarios, ciudadanos y seres humanos a un embarazo, parto y nacimiento respetados y seguros, en la conciencia de que estos procesos son naturales y fisiológicos, con sentimientos, expectativas, temores y creencias que deben ser respetuosamente acompañados y asistidos en cada caso. Para que todas las personas, hombres y mujeres, podamos elegir igualitariamente, con conciencia e información de qué manera deseamos transitar estos momentos fundantes de nuestras vidas, con la tranquilidad de un acompañamiento y asistencia respetuoso y seguro; y ejerciendo plenamente nuestros derechos.

1) Derecho a la información: Libre acceso a toda la información existente y necesaria sobre derechos, fisiología, rutinas, sistemas de atención, índices de cesáreas, episiotomías, anestésicos, controles mínimos en el embarazo, etc.

2) Derecho a decidir (consentimiento informado): La mujer tiene derecho a decidir que se hace sobre cuerpo habiendo recibido toda la información de manera clara acerca de las prácticas y procedimientos (qué, por qué, para qué, cómo, alternativas, etc.) que se pretenden realizar. Y los padres acerca del recién Nacido.

3) Derecho a la libre elección del lugar para parir: Que el sistema público de salud, las obras sociales, los sistemas de medicina prepaga garanticen la cobertura de atención profesional e instrumental donde elija la mujer y su familia: hospital, sanatorio, maternidad o el hogar.

4) Derecho a estar acompañada: Durante los controles en el embarazo, el trabajo de parto y el parto la mujer tiene derecho a estar acompañada por una persona de sus afectos.

5) Derecho a elegir libremente como transitar el trabajo de parto: caminando, bailando, en el agua, comiendo, bebiendo, paseando, etc.

6) Derecho a elegir libremente la posición para parir: Sentada, semisentada, parada, en cuclillas, etc.

7) Derecho a expresar libremente las emociones: jadeando, gritando, riendo, llorando, gimiendo, etc.

8) Derecho a permanecer juntos: Desde el instante del nacimiento la mujer y su bebé tienen derecho a permanecer las 24 horas juntos aún si lo tienen que examinar e incluso en caso de operación cesárea.

9) Derecho del Recién Nacido a ser tratado con respeto y amor: El Recién Nacido tiene derecho a no ser sometido a prácticas y procedimientos rutinarios, invasivos, agresivos y en la mayoría de los casos innecesarios como: el corte inmediato de cordón, la aspiración de secreciones, la sonda naso gástrica, la sonda anal, la vitamina K inyectable, el nitrato de plata en los ojos, medida, peso, baño, etc.

10) Derecho a ser amamantado desde el instante del nacimiento: El Recién Nacido tiene derecho a amamantar desde el instante del nacimiento y a no recibir suministro de soluciones glucosadas ni leche de fórmula, así como tampoco tetinas o chupetes.

11) Derecho a una licencia por maternidad que contemple las verdaderas necesidades de la madre y el bebé: La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia exclusiva hasta los 6 meses de vida. Para ello consideramos que es necesario promover la prolongación de la Licencia por Maternidad, mínimo, hasta los 6 meses de vida del bebé, garantizando así el derecho del niño a una alimentación adecuada.

El actual modelo de atención en el parto y el nacimiento en la mayoría de las instituciones tanto públicas como privadas dificulta, medicaliza y violenta innecesariamente un acontecimiento que es natural, íntimo y familiar.

Madre, padre e hijo recién nacido, que son los verdaderos protagonistas, pasan a un plano en donde no son consideradas sus necesidades básicas de bienestar y protección en salud así como tampoco los aspectos emocionales, psicológicos y sociales indispensables para una adecuada atención.

En algunas instituciones ni siquiera se cuenta con el equipamiento tecnológico mínimo para detener hemorragias puerperales, ni material descartable y estéril para evitar infecciones, dos de las principales causas de mortalidad materna a nivel mundial.

Algunas actividades que se podrían realizar:

-Encuentros diarios, semanales y/o mensuales gratuitos y abiertos a la comunidad.

-ENCUENTROS SOBRE SALUD PERI NATAL para profesionales y usuarios.

-Difusión de material informativo, en forma de cartillas, acerca de los derechos básicos que tenemos los seres humanos, como los específicos en el campo de la atención en salud.

-Préstamo de bibliografía sobre concepción, embarazo, parto, nacimiento, puerperio, lactancia, crianza y otras temáticas vinculadas al campo de la salud.

Actitudes humanas en el Parto y Nacimiento
Una construcción cultural del modo de nacer.


Bajo el concepto de humanización intentamos inspirar a una fuerte reflexión sobre las actitudes que manifestamos en esta cultura cuando brindamos asistencia a la demanda de mujeres y varones que en la explosión de su amor y su sexualidad gestan en su seno al niño por venir.
Trabajamos para derramar en nuestros semejantes la idea de una búsqueda personal, para lograr que la mayor cantidad de seres puedan acceder a la posibilidad  de ejercer con libertad la elección de asistir y ser asistidos en el respeto y el amor, por el conmovedor protagonismo singular y siempre diferente de cada mujer pariendo y recibiendo al hijo en compañía de sus afectos.
Las disposiciones que hemos adquirido a lo largo de nuestra experiencia de vida y de nuestros aprendizajes suelen ser relativamente duraderas y manifestarse en nuestro comportamiento como tendencias o conductas francamente establecidas.
Son nuestras actitudes, que suponen siempre un  juicio de valor personal: sobre los otros, sobre los objetos, sobre situaciones o sucesos, que nos llevarán a actuar en consonancia  con nuestra evaluación.
Estas actitudes se pueden expresar a través del lenguaje verbal y no verbal (por ejemplo: cuando optamos por el silencio, cuando hay contradicción entre el decir y el hacer,  etc.)
Dos conceptos están vinculados con las actitudes: los valores y las normas.
Los valores son principios éticos que comportan un fuerte compromiso emocional, por ejemplo ¿cómo se consideran las necesidades y deseos de la pareja y el niño y su interacción con las de los que los asistimos?
Las normas son patrones de conducta compartidos por los miembros de un grupo, las cuales  especifican el comportamiento que se  considera adecuado o inadecuado en distintas situaciones, por ejemplo: ¿cuáles se consideran las técnicas más adecuadas para la preparación durante el embarazo? ¿Qué conductas se consideran adecuadas para preservar el vínculo madre-hijo en el momento del nacimiento?
Cuando consideramos valores y normas también implican a las actitudes respecto de los otros profesionales involucrados en la asistencia, como por ejemplo el ejercicio del liderazgo, el trabajo en equipo, la capacidad de establecer acuerdos, la tolerancia a las diferencias, etc.
Los modos de nacer son procesos culturales que debemos evaluar no sólo desde lo biológico, sino desde la ética y los afectos, para construir un porvenir de mayor bienestar para estas milagrosas criaturas que somos desde antes de nuestro nacimiento. Una tecnología no es solamente un procedimiento bio-mecánico-electrónico, sino que comporta también la actitud humana de reflexión profunda y respeto por el sentir, las necesidades y el deseo de los otros.

   Dr. Carlos Burgo

     Ginecólogo – Obstetra

Red Argentina para la Humanización del Parto y el Nacimiento (REARHUPAN)

DOCUMENTO FUNDACIONAL

El día 22 de marzo de 2002, se funda la Red Argentina para la Humanización del Parto y el Nacimiento (REARHUPAN). La Red Argentina integra la Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y el Nacimiento (RELACAHUPAN) fundada en Fortaleza, Brasil, el 5 de noviembre de 2000.
REARHUPAN es una red de grupos y personas de diferentes profesiones y oficios, dispuestos a trabajar por la Humanización del Parto y el Nacimiento y comprometiéndose a actuar a favor de un nuevo modelo de atención que denote sensibilidad y que garantice el respeto a las necesidades físicas, mentales, espirituales, culturales y sociales de las madres y sus familias, así como el ejercicio de sus derechos.
Creemos que el parto y el nacimiento son el principio y punto de partida de la vida y son, por ello, procesos que afectan al resto de la existencia humana. De ahí que la humanización del parto y el nacimiento constituyan una necesidad urgente y evidente. Por tanto, creemos firmemente que la aplicación de la humanización en los cuidados que se proveen al comienzo de la vida humana será determinante y definitiva para las sociedades futuras. Para tales efectos, nos proponemos:

Estimular en la mujer la recuperación de su confianza en su intuición y sabiduría para parir desde una perspectiva fisiológica, integral y humanizada; y hacer extensiva esta valorización a la comunidad.

Promover, dentro de la comunidad asistencial, el respeto por los tiempos, necesidades, deseos, creencias y derechos de las mujeres y sus familias en el parto y el nacimiento.

Propiciar el intercambio para generar estrategias comunitarias que conduzcan al cambio social, basadas en los requerimientos de las madres y las familias y la evidencia científica.

Promover la unión entre los diversos profesionales y servidores de la salud para beneficio de las madres y sus familias estimulando el trabajo en equipo.

Establecer la revisión permanente y exhaustiva de roles y prácticas de todo profesional o servidor relacionado a los cuidados maternos.

Promover la enseñanza de destrezas necesarias, estudiadas y recomendadas por la Organización Mundial de la Salud y la evidencia científica para trabajar a favor de mantener el equilibrio de la salud como: acceso a la información sobre tipos de atención, trabajo de parto y parto acompañadas de un ser querido, no realización de enema y rasurado, no realización de inducción rutinaria,

No realización de episiotomías rutinarias, libre elección de la posición para parir, un índice de cesáreas no mayor del 15%, permanencia desde el instante del nacimiento del recién nacido junto a su madre, no realización de procedimientos rutinarios invasivos y agresivos al recién nacido, entre otras muchas.

Promover y apoyar acciones positivas tendientes a incluir en los programas de formación de grado de parteras y médicos con temáticas vinculadas a la humanización de la asistencia.

Fortalecer y apoyar la labor de organizaciones y profesionales que trabajan a favor de un modelo de atención humanizada, respetuosa y segura.

Promover una red de intercambio de información y conocimiento entre profesionales y usuarios en todo el territorio nacional.

Desarrollar un relevamiento periódico de la situación nacional en la atención al parto y el nacimiento para establecer políticas adecuadas a cada región.

Fomentar acciones que promuevan la integración de los criterios para la salud y los cuidados maternales establecidos por la Organización Mundial de la Salud en las políticas de gobierno.

Impulsar proyectos de ley que contemplen y garanticen las verdaderas necesidades de las mujeres y sus familias en la atención del parto y el nacimiento.

Recomendaciones de la OMS.

¡EL NACIMIENTO NO ES ENFERMEDAD!

16 Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud 

Estas 16 recomendaciones tienen por base el principio de que cada mujer tiene el derecho fundamental de recibir atención prenatal apropiada; que la mujer tiene un papel central en todos los aspectos de esta atención, incluso participar en la planeación, realización y evaluación de la atención; y que los factores sociales, emocionales y psicológicos son decisivos en la comprensión e instrumentación de la atención prenatal apropiada.

• Toda la comunidad debe ser informada sobre los diversos procedimientos que constituyen la atención del parto, a fin de que cada mujer pueda elegir el tipo de atención que prefiera.

• Debe fomentarse la capacitación de obstétricas o matronas profesionales. Esta profesión deberá encargarse de la atención durante los embarazos y partos normales, así como del puerperio.

• Debe darse a conocer entre el público servido por los hospitales información sobre las prácticas de los mismos en materia de partos (porcentaje de
cesáreas, etc.)

• No existe justificación en ninguna región geográfica para que más de un 10 al 15% de los partos sean por cesárea (el porcentaje actual de cesáreas en Estados Unidos se calcula aproximadamente en un 23%).

• No existen pruebas de que se requiera cesárea después de una cesárea anterior transversa del segmento inferior. Por lo general, deben favorecerse los partos vaginales después de cesáreas, dondequiera que se cuente con un servicio quirúrgico de urgencia.

• No existen pruebas de que la vigilancia electrónica del feto durante el trabajo de parto normal tenga efectos positivos en el resultado del embarazo.

• No está indicado el afeitado de la región púbica ni los enemas preparto.

• Las embarazadas no deben ser colocadas en posición de litotomía (acostadas boca arriba) durante el trabajo de parto ni el parto.

Se les debe animar a caminar durante el trabajo de parto y cada mujer debe decidir libremente la posición que quiere asumir durante el parto.

• No se justifica el uso rutinario de la episiotomía (incisión para ampliar la abertura vaginal).

• No deben inducirse (iniciarse por medios artificiales) los partos por conveniencia. La inducción del trabajo de parto debe limitarse a determinadas indicaciones médicas. Ninguna región geográfica debe tener un índice de trabajos de parto inducidos mayor que el 10%.

• Debe evitarse durante el parto, la administración por rutina de fármacos analgésicos o anestésicos que no se requieran específicamente para corregir o evitar una complicación en el parto.

• No se justifica científicamente la ruptura temprana artificial de las membranas por rutina.

• El neonato sano debe permanecer con la madre cuando así lo permite el estado de ambos. Ningún procedimiento de observación del recién nacido sano justifica la separación de la madre.

• Debe fomentarse el inicio inmediato del amamantamiento, inclusive antes de que la madre salga de la sala de parto.

• Deben identificarse las unidades de atención obstétrica que no aceptan ciegamente toda tecnología y que respetan los aspectos emocionales, psicológicos y sociales del nacimiento. Deben fomentarse las unidades de este tipo y los procedimientos que las han llevado a adoptar su actitud deben estudiarse, a fin de que sirvan de modelos para impulsar actitudes similares en otros centros e influir en las opiniones obstétricas en todo el país.

• Los gobiernos deben considerar la elaboración de normas que permitan el uso de nuevas tecnologías de parto sólo después de una evaluación adecuada.

¡El nacimiento no es enfermedad! • Organización Mundial de la Salud • 5 •
Estas recomendaciones se tomaron de un informe sobre “Tecnologías de parto apropiadas” publicado por la Organización Mundial de la Salud en abril de 1985.

Ley nacional Nº 25.929 

“Derechos de Padres e Hijos durante el Proceso de Nacimiento”

Declaración de Interés del Sistema Nacional de Información Mujer, por parte del Senado de la Nación.
Declaración sobre difusión del Parto Humanizado 
LA CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN DECLARA:
Solicitar al Poder Ejecutivo, que a través del organismo que corresponda, inicie dentro de sus actividades una campaña destinada a concientizar a la sociedad, sobre la importancia del acompañamiento de la mujer en el parto por una persona de su elección, y de los beneficios que significa para la salud del binomio madre-hijo.

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:

Artículo 1º.- Garantiza
La presente ley será de aplicación tanto al ámbito público como privado de la atención de la salud en el territorio de la Nación.
Las obras sociales regidas por leyes nacionales y las entidades de medicina prepaga deberán brindar obligatoriamente las prestaciones establecidas en esta ley, las que quedan incorporadas de pleno derecho al Programa Médico Obligatorio.

Artículo 2º.- Toda mujer, en relación con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, tiene los siguientes derechos:
a) A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas.
b) A ser tratada con respeto, y de modo individual y personalizado que le garantice la intimidad durante todo el proceso asistencial y tenga en consideración sus pautas culturales.
c) A ser considerada, en su situación respecto del proceso de nacimiento, como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto.
d) Al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer.
e) A ser informada sobre la evolución de su parto, el estado de su hijo o hija y, en general, a que se le haga partícipe de las diferentes actuaciones de los profesionales.
f) A no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación, salvo consentimiento manifestado por escrito bajo protocolo aprobado por el Comité de Bioética.

g) A estar acompañada, por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto.
h) A tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.
i) A ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar.
j) A recibir asesoramiento e información sobre los cuidados de sí misma y del niño o niña.
k) A ser informada específicamente sobre los efectos adversos del tabaco, el alcohol y las drogas sobre el niño o niña y ella misma.

Artículo 3º.- Toda persona recién nacida tiene derecho:
a) A ser tratada en forma respetuosa y digna.
b) A su inequívoca identificación.
c) A no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación o docencia, salvo consentimiento, manifestado por escrito de sus representantes legales, bajo protocolo aprobado por el Comité de Bioética.
d) A la internación conjunta con su madre en sala, y a que la misma sea lo más breve posible, teniendo en consideración su estado de salud y el de aquélla.
e) A que sus padres reciban adecuado asesoramiento e información sobre los cuidados para su crecimiento y desarrollo, así como de su plan de vacunación.

Artículo 4º.- El padre y la madre de la persona recién nacida en situación de riesgo tienen los siguientes derechos:
a) A recibir información comprensible, suficiente y continuada, en un ambiente adecuado, sobre el proceso o evolución de la salud de su hijo o hija, incluyendo diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
b) A tener acceso continuado a su hijo o hija mientras la situación clínica lo permita, así como a participar en su atención y en la toma de decisiones relacionadas con su asistencia.
c) A prestar su consentimiento manifestado por escrito para cuantos exámenes o intervenciones se quiera someter al niño o niña con fines de investigación, bajo protocolo aprobado por el Comité de Bioética.
d) A que se facilite la lactancia materna de la persona recién nacida siempre que no incida desfavorablemente en su salud.
e) A recibir asesoramiento e información sobre los cuidados especiales del niño o niña.

Artículo 5º.- Será autoridad de aplicación de la presente ley el Ministerio de Salud de la Nación en el ámbito de su competencia; y en las provincias y la Ciudad de Buenos Aires sus respectivas autoridades sanitarias.

Artículo 6º.- El incumplimiento de las obligaciones emergentes de la presente ley, por parte de las obras sociales y entidades de medicina prepaga, como así también el incumplimiento por parte de los profesionales de la salud y sus colaboradores y de las instituciones en que éstos presten servicios, será considerado falta grave a los fines sancionatorios, sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pudiere corresponder.

Artículo 7º.- La presente ley entrará en vigencia a los SESENTA (60) días de su promulgación.

Artículo 8º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Dada en la Sala de Sesiones del Congreso Argentino, en Buenos Aires, a los veinticinco días del mes de agosto del año dos mil cuatro.
Sanción.- 25 de agosto de 2004
Promulgación.- 17 de septiembre de 2004

Sugerencias sobre temas a conversar con el obstetra.

Siendo que existen en nuestro medio diferentes modos de atender el parto y el nacimiento, es conveniente conversar e informarse sobre la posición del obstetra frente a estas prácticas.
Antes que nada, es importante privilegiar el tipo de vínculo que la pareja establezca con él.

  • ¿Hasta qué semana espera que se inicie el trabajo de parto espontáneamente? ¿Qué alternativas usa?
  • En caso de no iniciarse el trabajo de parto espontáneamente, ¿cuál es su opinión entre probar una inducción o ir directamente a una cesárea?
  •  ¿Cuál es su posición respecto de los enemas y el rasurado del vello pubiano?
  • ¿Cuál es su posición en relación al movimiento, el desplazamiento y el cambio de posiciones en el trabajo de parto?
  •  ¿Cuál es su posición respecto de los calmantes, el monitoreo electrónico permanente y la inducción?
  •  ¿Efectúa la ruptura artificial de membranas (la bolsa) cuando ésta no se produce espontáneamente? ¿Puede no hacerlo?
  • ¿Qué estrategias para calmar el dolor tengo a mi disposición? ¿Están disponibles todo el tiempo?
  •  ¿Podré comer y beber si lo deseo?
  •  ¿Cuál es su posición respecto de la episiotomía y con qué frecuencia la realiza?
  • ¿Cuál es su posición con respecto a la cesárea y con qué frecuencia la realiza habitualmente?
  • ¿Monitorea al bebé en forma permanente o intermitente durante el trabajo de parto?
  •  ¿Usa el goteo con oxitocina en forma sistemática o un “suero” por las dudas? ¿Puede no usarlos?
  •  ¿En qué momento se resuelve ir a la sala de partos?
  • ¿Tiene usted un límite de tiempo del trabajo de parto sin las intervenciones mencionadas?
  • ¿Usa anestesia epidural en forma sistemática? ¿Puedo negarme a ello?
  • ¿Puede la mujer elegir la posición que desee para parir?
  • ¿Puede la pareja o acompañante estar y acompañar en el quirófano en caso de ser necesaria una cesárea?
  • ¿Cómo funciona el equipo de neonatología de la maternidad? ¿Permiten desde el instante del nacimiento permanecer al bebé en mi regazo todo el tiempo que lo desee?
  • De la misma manera, ¿puede el bebé permanecer todo el día en la habitación y que le realicen allí los controles necesarios?
  • ¿Cuál es la política de la maternidad respecto de la separación de los padres y del recién nacido durante la primera hora de vida y durante el resto de la estadía?
  • Cómo es de suponer que el obstetra responda que “todo dependerá de las condiciones en que cada parto se dé”, sería conveniente preguntar siempre por la frecuencia en las que en su práctica ha optado por cada decisión. Tener en cuenta que en algunas oportunidades y países, algunos obstetras ponen a disposición de los asistidos las respuestas y estos datos de su práctica.

 

PROYECTO DOULAS
Asistentes de partos en la Maternidad Nacional de Córdoba desde el año 2009

No son enfermeras ni médicas obstetras, sino mujeres capacitadas en contener afectiva y emocionalmente a las jóvenes antes e inmediatamente después del parto. Se las denomina duolas y está demostrado que su intervención reduce el número de cesáreas, el uso de analgésicos y produce partos más cortos.
En la provincia, la Maternidad Nacional se encuentra el primer centro formador del interior del país. Estas duolas ofrecerán sus servicios voluntariamente.

La palabra doula procede del griego y se refería a la mujer esclava que servía a otra mujer o a un hombre. En Grecia la palabra tiene connotaciones negativas, puesto que significa “esclava”, por lo que muchas prefieren llamarse a sí mismas “asistentes del  parto”.

Quien primero utilizó el concepto doula en su acepción moderna fue la antropóloga Dana Raphael para referirse a las mujeres que ayudaban a las nuevas madres durante la lactancia y el cuidado al recién nacido en Filipinas.

Es merced a la necesidad de dar respuestas a las dificultades que a traviesan las parturientas, que Córdoba abrió en la Maternidad Nacional el primer centro formador de duolas del interior del país. Cabe destacar que si bien Santa Fe, Buenos Aires, San Luís, y Santiago del Estero ya cuentan con esta capacitación, nuestra provincia es la primera en condiciones de emitir un título oficial avalado por la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba.

Se trata de mujeres capacitadas en brindar acompañamiento afectivo a las jóvenes antes e inmediatamente después del parto. Su labor no reemplaza el de las enfermeras ni el del médico obstetra y su intervención no es biológica ni médica, sino sólo emocional.

Se asiste desde el silencio hasta la puesta en marcha de herramientas que mitiguen los temores propios que existen previos al parto y durante el puerperio, como se denomina al período posterior al nacimiento del bebé (dura entre 40 días y seis meses). Así, el abrazo, los masajes, la contención o la escucha son pilares básicos.

Sin dejar de reconocer la importancia que tiene para una mamá el acompañamiento que brinda la pareja y los profesionales médicos, una doula  acompaña desde otro aspecto, con una mirada objetiva que se entrelaza con la empatía y la necesidad de estar contenida, algo que el hombre no puede hacer, no porque no quiera sino simplemente porque es otro género.


Capacitación abierta para la formación de Duolas

En Córdoba la formación está abierta tanto para jóvenes que no pasaron por la experiencia de ser mamás hasta las que tuvieron sus hijos por cesárea. Son siempre MUJERES ya que la empatía que se genera es posible porque hay ciertas situaciones que sólo el género femenino puede entender.

Al grupo interdisciplinario lo integran un médico obstetra, una neonatóloga, un fisioterapeuta, psicólogas y una duola oriunda de Buenos Aires. Aunque están conformes con la capacitación que brindan, los profesionales insisten en la necesidad de que se incluya el voluntariado dentro del funcionamiento orgánico del nosocomio, y no que la parturienta tenga que pedir el servicio o recurrir a instituciones privadas.

Las duolas realizan guardias de cuatro horas en la Maternidad Nacional, trabajan con las futuras mamás, ya sea en el trabajo de parto natural o cesárea o en la sala de puérperas.

Ni suegra ni mamá

La mayoría de quienes solicitan el servicio son jóvenes de 17 a 22 años. La contención que brinda la duola es fundamental si se sabe que el entorno familiar de la mayoría de ellas no recibe la noticia del embarazo de forma amena.

La profesional no se pone en el rol de médico ni de familiar, no es una suegra ni una mamá que esté interponiéndose permanentemente, todo lo contrario. Genera un manto de invisibilidad donde sólo existen la parturienta, su pareja y su bebé en gestación.

Hay otra realidad que no es menos importante. Y es que algunas de las mujeres que solicitan el servicio son madres solteras o bien no cuentan con la posibilidad de permanecer junto a sus parejas durante el tiempo que dura el embarazo. Es lo que sucede cuando los padres son viajantes o camioneros y deben ausentarse de sus hogares durante tiempos prolongados.


Como la antigua comadrona

La actividad de la duola se remonta a la antigua comadrona, que gracias a su conocimiento asistía a la madre y al bebé. No interfiere con el trabajo del médico obstetra; su trabajo consiste en acompañar emocionalmente a la mamá y a su pareja, desde el trabajo de parto hasta el puerperio. Esta actividad es muy reconocida y difundida en Europa, Estados Unidos y Canadá, pero en nuestro país esta tarea recién comienza a conocerse.


Duolas: sumando beneficios

Aunque su servicio es poco conocido en Argentina, estudios demuestran que su intervención es de vital importancia.
La participación de una duola produce, entre otras cosas:

  • 50% reducción de cesáreas.
  • 25% parto más corto.
  • 60% menos peticiones de anestesia peridural.
  • 40% menos uso de oxitocina sintética.
  • 30% menos de analgésicos.
  • 40% menos uso de fórceps.
  • Mejora el vínculo padres-bebé.
  • Menos problemas con la lactancia.
  • Reduce la depresión postparto.

Cómo puede ayudarte una Doula si eres futura mamá:

Durante el embarazo:

  • Puedes comentar con tu doula todas las inquietudes y expectativas qué tengas sobre tu embarazo, parto y crianza y formas de llegar a ello.
  • La doula puede ayudarte a reforzar el vínculo con el bebé.
  • Puedes preparar un plan de parto junto a tu doula para consultar con tu médico obstetra.
  • La doula puede ayudarte a adquirir seguridad y confianza para vivir tu maternidad de forma consciente.


Durante el parto:

  • Te acompaña desde el máximo respeto apoyándote y ofreciéndote soporte emocional.
  • Vela porque se respeten, siempre que sea posible, los deseos de la madre. Ayudando a crear un ambiente apropiado para ella y el bebé.
  • Sugiere diversas posturas y formas naturales de aliviar el dolor en colaboración con el personal sanitario.
  • Actúa de puente entre el personal sanitario y la madre, respetando la intimidad de esta.
  • Da apoyo y seguridad a todos los miembros de la familia.

Después del nacimiento:

  • Facilita el contacto piel con piel y el establecimiento temprano de la lactancia materna.
  • Mantiene el contacto con la madre para cualquier necesidad o consulta ayudando al restablecimiento de la normalidad en la familia.

Un cuento para reflexionar

Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para poder ver a la mariposa cuando saliera.
Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por abrirlo más grande y poder salir.
El hombre vio que la mariposa forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento.
Parecía que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía un cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.
El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.
Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Nunca pudo llegar a volar.
Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar.

La libertad y el volar solamente podían llegar luego de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha, también le fue privada su salud.
Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si la naturaleza nos permitiese progresar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertiría en inválidos. No podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido.
¡Cuánta verdad hay en esto! Cuántas veces hemos querido tomar el camino corto para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para poder ser libres.

Conclusión

La llegada de un bebé es el acontecimiento más importante en la vida de toda mujer, sobre todo si el niño es el resultado de un proceso cuidadosamente planificado y esperado por sus progenitores.

En la mayoría de los casos los miedos, los grandes interrogantes, sumado a la inexperiencia de quienes son madres primerizas, adolescentes, influyen en éste difícil proceso que deben afrontar desde el primer momento del embarazo hasta el momento de dar a luz y posterior crianza.

El parto es un hecho trascendente de la sexualidad femenina y puede convertirse en un momento de exploración de nuestro poder y de nuestro placer. Pero esto generalmente no sucede. Para que el parto sea gozoso, hace falta que estemos en un ambiente cálido, amigable, cuidadas por personas respetuosas y amorosas: así tendremos una chance de desplegar nuestro potencial femenino.

Parir es muy intenso, parir es doloroso dirán algunas voces, parir es placentero se atreverán otras. Y, sin embargo, muchas mujeres susurrarán, llorarán, gritarán: “¡Parir fue horrible!”. Y ese trauma para la mujer es también un trauma para el recién nacido.

Hay rutinas violentas que niegan y silencian la explosión de vida y amor que trae un parto y un nacimiento en libertad y con amor. Aunque podemos parir y nacer de otra manera si alzamos todas las voces de todas las mujeres (más de 700.000 cada año en Argentina que se convierten en madres) para que puedan contar que parir dolió mucho pero que estuvo acompañada y contenida, acariciada, respetada.

Por ello creemos que toda mujer desde su embarazo debe conocer sus derechos, hacerlos valer, haciendo respetar sus deseos y opiniones, pedir participación de su pareja , tener miedo, sentirse dueña de su cuerpo, sentir placer y sentir dolor, buen trato, vínculo inmediato con su hijo entre otros.

Para ello creemos, que la humanización del parto y el nacimiento es un movimiento donde cada vez más personas lo difunden y lo practican, el cual se basa en el respeto de los derechos humanos, cuyo propósito es promover la normalidad y lo fisiológico respetando los aspectos personales, sociales, emocionales, psicológicos y espirituales de la gestación como el parto y nacimiento.

Debemos ofrecer bases donde los papás puedan apoyar sus recursos humanos en el acompañamiento de sus hijos.

Para nosotras como integrantes de la sociedad en la cual estamos inmersas creemos que una manera de promover el parto humanizado y garantizar una experiencia enriquecedora, es exigiendo que se respete la libertad y la posición de las mujeres a la hora del parto.

Creemos que la aplicación de la humanización en los cuidados que se proveen al comienzo de la vida humana será determinante y definitiva para las sociedades futuras.

Queremos que las mujeres digan “El nacimiento fue tremendo, pero tener a mi bebé fue maravilloso”. Entonces proponemos claves básicas: información y conocimiento, preparación, contacto con otras mujeres, reconocimiento del propio cuerpo. Y a los profesionales de la salud les pedimos: compromiso, respeto, actualización, conocimiento de la fisiología y empatía con las parturientas.

Cambiar el paradigma del parto no es sencillo: requiere tiempo y energía. Y, sobre todo, mucho coraje. Pero seguir realizando prácticas que dañan la salud y violan derechos humanos de mujeres y bebés es, además de penoso, inadmisible. Cada nacimiento es único y la oportunidad de compartirlo es sagrada.

“Cambiar la forma de nacer cambiará la forma de vivir”


Referencias

www.partohumanizado.com.ar
www.partohumanizado.com.ar/ley25929
www.partohumanizado.com.ar/oms
www.tobinatal.com.ar

www.todosalud.edu.ar
www.dandoaluz.com.ar
www.relacahupan.org
www.nascere.com.ar
www.unicef.org/argentina

www.unicef.org/argentina/spanish/GUIA_MSCF.pdf
www.unicef.org/argentina/spanish/MSCF_2ed_web.pdf

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