Leon Goodman: The orator.
Subido a la tribuna, como empujado por la mano de un titiritero insomne, tomó la palabra y peroró: «Inauguramos, ínclitos ingenios indocumentados, inciertas iniciativas inverosímiles, invictas invectivas, informes incredulidades, inesperados incordios, íntimos infundios, incendios, incen... ¡dios!». Y no cesaba. ...