La empresa Expert.ai ha anunciado la finalización de un proyectos de inteligencia artificial pensado para combatir la desinformación y la radicalización a través del proceso e identificación automática del lenguaje humano.
La UE ha puesto en marcha el proyecto AIDA como parte del programa H2020, con el objetivo de utilizar el Big Data para combatir el cibercrimen y el terrorismo. La finalidad última es poner estas técnicas a disposición de los cuerpos y fuerzas de seguridad para identificar la desinformación y la radicalización. Una de estas técnicas es el procesamiento del lenguaje natural (NLP), y expert.ai ha sido la encargada de desarrollar y gestionar todo el marco de IA relacionado con el lenguaje en este ámbito.
El sistema se basa en la plataforma de IA híbrida de expert.ai, que combina técnicas de Machine Learning con IA cognitiva -basada en el conocimiento humano- para leer, interpretar y procesar todo tipo de formas de lenguaje. A través de diferentes taxonomías, el sistema captura diversos aspectos de las narrativas de radicalización y relaciona la intención de los autores y la veracidad del contenido.
La plataforma utiliza técnicas de IA híbrida para llevar a cabo tareas clave como análisis semántico (categorización, extracción de entidades, relaciones y eventos basados en taxonomías específicas para cibercrimen y terrorismo), análisis de desinformación basado en la detección de mensajes sospechosos y de propaganda, e incluso la identificación de autores de documentos anónimos por la similitud de sus características de escritura con perfiles ya conocidos.
Cómo funciona
Mediante sus prestaciones de IA híbrida, la plataforma analiza todo tipo de textos para localizar similitudes semánticas, de legibilidad (complejidad del lenguaje utilizado), lo que permite entender su sentido teniendo en cuenta el contexto. Por su parte, el análisis estilométrico permite realizar un estudio formal (oraciones más o menos largas, con o sin emoticonos, con o sin signos de exclamación o interrogación, etc.) y ortográfico, (número de palabras utilizadas, escritura con faltas, número de puntos y comas etc.), con más de 400 características de referencia.
Con todo ello, las fuerzas y cuerpos de seguridad pueden analizar los contenidos de la web y la Dark Web para analizar documentos, redes sociales, mensajes de voz, conversaciones telefónicas, mensajes en foros… todo ello se analiza en busca de patrones o modismos que pueden implicar actividades u organizaciones ilícitas.
Tras algo más de dos años de desarrollo, el proyecto AIDA se daba por concluido el pasado mes de febrero, pero continúan los trabajos para su implantación. Policías como las de Grecia u Holanda, la Guardia Civil en España y cuerpos internacionales como la Interpol ya lo utilizan a diario de forma activa.
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