La Igelsia de la Compañía de Jesús, en Quito

Estos días ando ya muy sensibilizada con el intento de golpe de estado en Ecuador. Dentro de algún tiempo sabremos la profundidad de la revuelta. No parece que sea tan sólo  la revuelta un grupo de policías afectados por una reducción salarial. Mucho me temo que detrás de todo ello hay un caldo de cultivo  golpista, de importante preocupación.
Es la situación de algunos de estos países, con democracias frágiles y poco consolidadas, donde históricamente la riqueza  ha estado concentrada en pocas manos, en unos cuantos privilegiados. En esa difícil tarea de llevar a cabo una mejor distribución de la riqueza se halla su presidente, Rafael Correa.
Quizás esto explique el golpe de estado del otro día. Muchos frentes tiene abiertos: la nueva ley de los servicios públicos, la ley de la tierra, y un largo etcétera que intenta mejor las condiciones de vida de muchos ecuatorianos que nada tienen. Su programa podrá salir adelante si cuenta con la ayuda, la colaboración y el respeto de la comunidad internacional.
Recorandando mi viaje reciente, quiero hoy traerles el esplendor de la Compañía de Jesus, de presencia imponente en toda Ámerica y concretamente en Ecuador. No les hablaré del aspecto religioso, ni pondré en cuestón la labor educativa que realizan y realizaron. 
Tan solo señalaré, hoy al menos, la magnificencia de su buque insigne: la iglesia de la Compañía de Jesús, en Quito.
En el centro histórico, en la  calle Sucre, está la iglesia de la Compañía de Jesús. Dicen que es la más lujosa de todo Ecuador. Tanto por sus cúpulas, verdes y doradas, que se pueden observar desde muchos puntos de la ciudad, como por el interior, todo cubierto de oro, de un lujo imponente.
De estilo barroco, se comenzó a construir en 1605 y se tardó 160 años en finalizar las obras. La Iglesia es un perfecto ejemplo del poderio que representó, y quizás aún hoy día representa, la Orden de los Jesuitas, en Ecuador.
Les dejo estas 13 fotografías, la última numerada,  para que se hagan idea de su magnificencia.