LA IGLESIA CATOLICA COMO ELEMENTO IMPORTANTE EN LA FORMACION HISTORICA, CULTURAL Y MORAL DEL PERU a los 35 años del CONCORDATO PERÚ-VATICANO
José Antonio Benito
En el marco de los 35 años de la suscripción del acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú, esta semana se realizó un evento denominado: "La Iglesia Católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú", promovido por la Dirección General de Justicia y Cultos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a través de la Dirección de Asuntos de la Iglesia Católica, y con el auspicio de la Conferencia Episcopal Peruana. El acto se realizó el martes 18 de agosto, en el auditorio institucional del Ministerio de Justicia.
La ceremonia se inició con las palabras de la Dra. María Cecilia Rodríguez Cuba, Directora General de la Dirección General de Justicia y Cultos del Ministerio de Justicia, quien destaco los 35 años de la suscripción del acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú. Resaltó la labor de la Iglesia Católica en la formación histórica, cultural y moral de nuestro país.
A su turno, Monseñor Salvador Piñeiro García Calderón, Arzobispo de Ayacucho y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, agradeció la realización del evento y recordó que hace 35 años, se firmó este acuerdo, entre la Santa Sede y el Perú. Dijo que este acuerdo reconoce la presencia de la Iglesia en la historia y formación de nuestra nación y trabajos que comparten el Estado y la Iglesia como son: la educación, salud e inclusión social. El Arzobispo contó que unos alumnos de la Universidad de Huamanga le pidieron su autorización para revisar el archivo, y ellos se sorprendieron al ver la amplia labor que realizaron los sacerdotes en los años de formación de la Nación o en los momentos tristes como la Guerra del Pacifico, y como acompañaron esa ilusión de la libertad de nuestros pueblos. Por último, reiteró su agradecimiento a los organizadores del evento y renovó el compromiso de la Iglesia Católica en trabajar junto al Estado por la cultura, la educación, y la salud, para lograr un Perú mejor.
A continuación, el historiador de la UCSS y Facultad de Teología, Dr. José Antonio Benito Rodríguez disertó acerca del rol de la Iglesia Católica en la formación del Perú y la relación, destacando todo el aporte que a lo largo de la historia ha dado la Iglesia Católica a nuestro país, en el arte, literatura, el derecho, economía, etc. Se partió del hecho de que en el censo de 2007 la mayor parte de la población peruana se identifica como católica, con un 81.3%. Asimismo, para la encuesta elaborada por Vox Populi, de la Faculta de Teología Pontificia y Civil de Lima, de este año, el cristianismo es la fe del 94% de los peruanos, del cual el 80% es católico y el 79% opina que si los valores religiosos estuvieran más presentes en los gobiernos del país, los peruanos estuviéramos mejor. Dijo que más allá de estadísticas, hay que constatar datos evidentes del catolicismo en el Perú, "como la procesión del Señor de los Milagros que se multiplica no solo en otras ciudades sino en otros países". También se refirió a la religiosidad popular, con las devociones en el interior del país, así como a la aparición de nuevos movimientos eclesiales. Desde el nacimiento del Perú, como Nación, se marca la estrecha unión entre la Iglesia Católica y la Nación Peruana. Además, afirma que casi todos los especialistas coinciden en afirmar que "la cristianización del Perú es un acontecimiento decisivo en la identidad nacional". Mencionó que desde antes de la formación como país, en el antiguo Perú había una gran religiosidad en los pueblos. También resaltó la labor de los primeros religiosos, a través de los conventos y monasterios, como fuentes de formación y evangelización y además que de estos lugares salieron miles de misioneros en las tres regiones.
La exposición central corrió a cargo del Dr. Juan José Ruda Santolaria, Asesor Jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores quien destacó "la importancia de la correcta aplicación de un tratado internacional para el logro de objetivos comunes en personas jurídicas sujetas al Derecho Internacional Público". Refirió que el mismo este evento es una actividad "que pone en evidencia el espíritu de colaboración entre la Iglesia Católica y el Estado Peruano, que también se ve reflejado en las constituciones políticas del Perú de 1979 y de 1993".
Dijo que estamos en un nuevo contexto de la relación entre Estado e Iglesia y que esa relación de colaboración "nace de la aportación que la Iglesia ha realizado a lo largo de la historia y concretamente en la historia del Perú, en su formación histórica cultural y moral. No es casual que las constituciones políticas de 1979 y de 1993 recalquen en sus artículos 86 y 50, respectivamente, tal contribución y que esa contribución sirve de base para efectos de una relación de cooperación y colaboración entre Iglesia y Estado. Es decir, el Estado reconoce la contribución de la Iglesia Católica en la formación histórica, cultural y moral del Perú". En el caso de la Constitución Peruana, se parte de una noción de separación armoniosa entre Iglesia y Estado, en la perspectiva de reconocer la independencia y autonomía de la Iglesia, pero partiendo de un marco de cooperación. Además, dijo que "una situación concreta es que una proporción importante de la población del Perú profesa la fe católica, y eso da lugar a que haya asuntos de interés común a la Iglesia Católica y el Estado, ya que quienes profesan la fe católica son parte de la población del Estado y eso da lugar a asuntos de interés común, y explica una razón de cooperación entre ambas potestades reconociendo el ámbito legítimo de cada uno dentro de su respectiva esfera". El tratado entre la Santa Sede y la República del Perú "es un acuerdo, de naturaleza jurídica de un tratado". Señaló que "es un tratado regido por el derecho internacional, en razón de la naturaleza jurídica de las partes involucradas, de un lado la Santa Sede, en representación de la Iglesia Católica Romana, y el Estado Peruano que actúan a través de los cauces acostumbrados en los ámbitos del derecho internacional. Hay que destacar la naturaleza de tratado internacional, por lo que debe ser aplicado e interpretado conforme a las normas de derecho internacional, en este caso las normas de la Convención de Viena, del cual son parte la Santa Sede y el Estado Peruano".
Finalmente, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, quien dijo que este evento es una ocasión estupenda para dar mayor conocimiento a este Acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú, y que brinda una armoniosa colaboración con las autoridades del país. "Vivimos con el enorme orgullo de formar parte de la Iglesia Católica que ha sido un elemento esencial en la formación histórica, cultural y moral del Perú. Es difícil entender el Perú sin la presencia de la Iglesia Católica. Sin que esto signifique un reclamo de ningún privilegio. Este acuerdo abrió nuevos y varios causes a la acción pastoral de la Iglesia y a una armoniosa colaboración con las autoridades del país. Este marco de un acuerdo entre dos estados está inscrito en la convención de Viena. Por eso nosotros no pedimos favores ni tratamientos especiales. Exigimos respeto a un acuerdo internacional en el marco de la convención de Viena…Qué diferencia tan grande entre el laicismo y laicidad. San Juan Pablo II promovió en el mundo entero este deseo de autonomía tanto de la iglesia como del respeto al estado donde la Iglesia trabaja", continuó.
En el evento se hicieron presentes la mayoría de los obispos del Perú y personalidades del mundo académico, jurídico y religioso. El evento culminó con una exposición de las diversas comisiones de la Iglesia Católica en el Perú, CEAS, Justicia y Paz, Comisión de Educación…
Un fraternal ágape selló este decisivo acontecimiento que revela las buenas relaciones entre la Iglesia y el Estado, en conformidad con la feliz iniciativa de 35 años atrás.
Fuente: Servicio de Prensa de Arzobispado de Lima, Conferencia Episcopal Peruana, Dirección General de Justicia y Cultos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.