Hace unos días me sorprendió leer el titular de mi amigo Kabila en su blog: "Me he convertido al pastafarismo". Conociendo sus tendencias más bien ateas, me quedé de piedra leyendo este primer párrafo: "Soy pastafari. Que le vamos a hacer, ¡he visto la luz! Está claro que la fe mueve montañas y yo, qué quieren que les diga, por mucho que haya recibido una formación del catolicismo, de cuyo catecismo todavía me acuerdo –¡y quién no!—, su fe no me ha entrado. Y mira que hubiera sido fácil, pero yo ni tan siquiera llegué a ser monaguillo, cuestión muy corriente en los niños de mi generación".
Seguí leyendo y al poco me di cuenta de que el pastafarismo es una religión de cachondeo, que esta Iglesia surgió como una burla atea del creacionismo, cuyos defensores defienden el origen divino de la vida ("diseño inteligente", lo llaman) y pretenden que éste se enseñe en las escuelas como alternativa a la evolución. Los pastafaris creen que si el Dios cristiano está presente en las clases de ciencia, también se debería proponer como posible creador al Monstruo Volador de Espaguetis: hay las mismas evidencias empíricas de la existencia de ambos.
Al investigar un poco me entero de que los fans del pastafarismo están de enhorabuena: Austria ha reconocido el escurridor de pasta como símbolo religioso. Uno de sus seguidores, el austriaco y "ateo militante" Niko Alm, ha conseguido que las autoridades le expidan un carné de conducir con una foto en la que luce un colador en la cabeza. En su país sólo se permite aparecer en los carnés cubierto por prendas propias de prácticas religiosas, como los hábitos de las monjas cristianas, los hiyabs de las mujeres musulmanas o los kippah judíos. Al parecer, Niko lleva tres años peleando con la policía, que incluso le obligó a llevar a cabo unas pruebas psiquiátricas que demostraran que estaba en sus cabales (al parecer, está en su sano juicio y no le han podido impedir lucir su peculiar atuendo).
Más curiosidades: en el cielo al que van los pastafarianos hay volcanes de cerveza fría y strippers, mientras que en el infierno la cerveza está pasada y los strippers transmiten enfermedades sexuales. En lugar de "amén", los pastafarianos dicen "ramén" (nombre de una sopa japonesa de fideos). Las fiestas de guardar pastafarianas son lo más: la Pastover coincide con la Passover (pascua judía), y en ella se consumen ingentes cantidades de espaguetis en honor al Monstruo Volador, mientras que en el Ramendán lo único que se puede tomar durante el día es ramen. La verdad es que son de traca, pues en lugar de 10 Mandamientos, tienen 10 Condimentos.
En la Frikipedia se pueden leer muchas más cosas sobre el pastafarismo, aunque el artículo tiene un curioso cartel de bienvenida: "ATENCIÓN: El siguiente artículo tiene que ver con cosas de religión. Si usted da la vida por su santo o por Jesucristo, este artículo no es apto para usted".