La Colegiata del Sar fue construida en el siglo XII, a las afueras de Santiago y es una visita obligada en la ciudad de la catedral.
Un poco de historia
Fue fundada en el año 1134 y después beneficiada por el primer arzobispo de Compostela, Diego Xelmírez. Es el edificio románico mejor conservado de Santiago.
Exteriormente sobresalen la torrecilla de la fachada y los robustos arbotantes, construidos entre los siglos XVII y XVIII. Su planta es basilical, con tres naves separadas por pilares compuestos decorados con motivos vegetales. Está cubierta con bóvedas de cañón reforzadas por arcos fajones. La cabecera de la colegiata tiene tres ábsides, el central es poligonal y los laterales semicirculares. La iluminación interior proviene de los vanos laterales y del rosetón de la portada. En el claustro destaca la decoración de los capiteles, obra del taller del Maestro Mateo.
La edificación monacal anexa contiene el pequeño Museo de Arte Sacra de la Colegiata -donde se guardan los documentos más importantes de su historia y una buena colección de piezas arqueológicas- y también el claustro, que conserva un bello tramo románico.
La iglesia con los muros inclinados
Bien por un defecto en la fábrica, bien porque cedió el terreno frecuentemente anegado por las aguas del vecino río, las bóvedas bajaron, inclinando las columnas y los muros, por lo que en el siglo XVIII se le añadieron unos enormes contrafuertes que evitarán su derrumbe. El íntimo interior, de hermosas y armónicas proporciones, impresiona por esa embaucadora inclinación antigravitatoria de las columnas.
Fotografía: wikipedia
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