Revista Opinión
La ilusión compartida y el soponcio del estado de la Nación.
Publicado el 03 julio 2011 por Santiagomiro“El mundo lo cambian quienes, desde los principios y el compromiso cívico, se niegan a la injusticia, rompen con la tentación del acomodo y se levantan y pelean dando sentido a la ilusión. La memoria de la emancipación humana exige una mirada honesta hacia los valores y el futuro. Nosotros estamos convencidos de la necesidad de reconstruir el presente de la izquierda. ¿Y tú?” Con estas palabras termina el manifiesto titulado: “Una ilusión compartida”, que insta a recuperar la chispa de la “ilusión” frente a la imposición de los mercados, la insuficiencia de la izquierda alternativa y el hundimiento de los socialistas. “Son muchas las personas –dice el manifiesto– que, desde diferentes perspectivas ideológicas, se han sentido indefensas en medio de esta crisis económica, social e institucional… Se trata de su falta de horizonte. Mientras los mercados financieros imponen el desmantelamiento del Estado del bienestar en busca de unos beneficios desmesurados, un gobierno socialista ha sido incapaz de imaginar otra receta que la de aceptar las presiones antisociales y degradar los derechos públicos y las condiciones laborales”.
En el mismo documento, se recomienda no perder la ilusión porque la calle y las redes sociales hablan de política para demostrar su rebeldía. “Esta energía cívica, renovada y llena de matices, tiene cuatro preocupaciones decisivas: la regeneración democrática, la dignidad de las condiciones laborales, la defensa de los servicios públicos y el desarrollo de una economía sostenible, comprometida con el respeto ecológico y al servicio de las personas. Son las grandes inquietudes del siglo XXI ante un sistema cada vez más avaricioso, que desprecia con una soberbia sin barreras la solidaridad internacional y la dignidad de la Naturaleza y de los seres humanos”. Y nos recuerda que las amenazas de los poderes financieros “intentan paralizarnos, privatizar nuestras conciencias y someternos a la ley del egoísmo y del sálvese quien pueda. Pero debemos transformar el envejecido mapa electoral bipartidista… El protagonismo cívico alcanzado en algunos procesos como el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, el rechazo a la guerra de Irak o el 15-M, nos señalan el camino”.
Pedro Almodóvar y Almudena Grandes.
Escritores, actores y otros profesionales del cine, del teatro y la música, solicitaron ayer en un manifiesto “reconstruir la izquierda” y recuperar la “ilusión” frente a la imposición de los mercados. Una treintena de personalidades con nombres de artistas, periodistas, cantantes, jueces, catedráticos, economistas y ex rectores se han adherido al manifiesto. Entre ellos están los cantantes Joaquín Sabina, Ismael Serrano, Miguel Ríos; los escritores y periodistas, Luis García Montero, Almudena Grandes, Ignacio Ramonet, Juan José Millás, Eduardo Mendicutti, Manuel Rivas, Rosa María Artal, Isaac Rosa, Ignacio Escobar, Olga Rodríguez; los actores, Juan Diego, Pilar Bardem, Ana Belén y Victor Manuel; el juez Baltasar Garzón y José Antonio Martín Pallín, ex magistrado del Tribunal Supremo, el ex fiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo: los directores de cine, Pedro Almodóvar o Isabel Coixet y el de teatro, José Carlos Plaza; Carlos Berzosa, ex rector de la Universidad Complutense de Madrid, los catedráticos de Filosofía del Derecho, Juan Ramón Capella y Francisco Fernández Buey y Ricardo Zaldívar. “Lo que se sugiere en las calles y las plazas –apunta este último, doctor en Economía y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid– es proponer una profunda renovación democrática. Se está planteando pedir algo tan sencillo como que los que nos han metido en esta crisis, vengan a rescatarnos”. El filósofo y escritor Juan Ramón Capella subraya la necesidad de “dar fuerza a las pretensiones y demandas del Movimiento de Democracia Real Ya”. A su juicio, el error de la izquierda ha sido “acomodarse demasiado a las exigencias del sistema capitalista”. “La izquierda tiene que reestructurarse dentro de una propuesta cívica en la línea del 15-M, pero también en el marco del Parlamento. La reforma de la Ley Electoral, por ejemplo, es necesaria”, añade Villarejo.
Luis García Montero y Joaquín Savina.
El poeta Luis García Montero, por su parte, cree necesario hacer una objeción al movimiento de propuesta. “Está claro que hay que reivindicar una democracia más transparente y reivindicativa y defender los espacios públicos, pero en las asambleas del 15-M participa mucha gente que desprecia a los partidos. Eso me parece injusto. No se puede meter en el mismo barco al PSOE o al PP y a IU”. Los firmantes no pueden obviar el futuro desesperanzador que dibuja el manifiesto. Con un PSOE que pierde apoyos en las urnas y una izquierda alternativa, encarnada en IU, que “no ha llegado a recoger el voto ofendido por las medidas neoliberales y las deficiencias de una democracia imperfecta”. “En la izquierda –asume García Montero–se lo hemos puesto muy fácil a la derecha. Hemos tenido una falta de fraternidad muy grave con desprecios, expulsiones Desde ese panorama no se ha podido plantar cara al credo neoliberal”. “Las organizaciones de izquierda no han sabido dar respuestas a la situación actual –advierte Isaac Rosa–, pero el 15-M sí ha sabido sacar a la gente a la calle”. Rosa se aventura a trazar un posible escenario para las elecciones generales. “Que en estos comicios vaya a haber más formaciones a la izquierda del PSOE es algo inaceptable en este momento. Estamos obligados a sumar, no a dividir más todavía”. El cantautor Ismael Serrano también hace autocrítica. Censura el discurso “poco ilusionante” de la izquierda y apuesta por “renovarlo sin perder su contenido y sus demandas tradicionales”. La periodista, Rosa María Artal, añade otro elemento: “Es cierto que la UE marca las directrices y es azul intenso, conservadora a ultranza, pero hay algún ejemplo de quien dimite antes de contravenir su ideología”. Martín Pallín insiste en la importancia de “controlar” al sector financiero haciéndole cumplir las reglas del juego. “No pueden seguir en la impunidad”, explica.
El manifiesto pinta un panorama desolador: un PSOE castigado en las urnas y una izquierda alternativa, cuyo máximo reflejo es IU, que se halla “falta de horizonte” y que “no ha llegado a recoger el voto, ofendido por las medidas neoliberales y las deficiencias de una democracia imperfecta”. Es la hora, dice el texto, de aprovechar la “energía cívica” que ha llenado las calles y que clama por mejores condiciones laborales, defensa de los servicios públicos, una economía sostenible y una profunda regeneración democrática para liquidar la corrupción, devolver a la política su “honradez, legitimidad y transparencia”, activar mecanismos de mayor participación y “sumar en una ilusión común los ideales solidarios de la izquierda democrática y social”. El manifiesto exige acción ciudadana para provocar la movilización como la que trajo consigo el 15-M y antes, contra la permanencia en la OTAN y la guerra de Irak. “Se necesita el apoyo y el esfuerzo de todos, porque nada está escrito y todo es posible”, porque “el mundo lo cambian” quienes no se acomodan, repudian la “injusticia” y “pelean dando sentido a la ilusión”. “La memoria de la emancipación humana exige una mirada honesta hacia los valores y el futuro”, proclama el texto.
Más de un mes después del nacimiento del Movimiento, 15-M, unos 200 catedráticos, profesores y estudiantes de Filosofía, suscriben un manifiesto a favor del mismo. El escrito, que confían sea apoyado por un mayor número de personas, explica que “el pensamiento filosófico, más allá de las corrientes que integra y por coherencia con su larga tradición, tiene un compromiso ineludible con su presente”. Por lo que no pueden “sino saludar con entusiasmo un proceso colectivo que ha sacudido la atmósfera de cinismo y apatía generalizados que imperaba en nuestras sociedades, contribuyendo a intensificar la reflexión sobre la dignidad humana, la conciencia crítica y el espíritu cívico”.
La economía interna está “out”, reconoce Zapatero en su discurso del estado de la Nación en el que habló casi en exclusiva de la economía española. Ingresos y beneficios provienen al menos en un 50% ya del exterior, puesto que con el consumo interno, en tasas negativas, no se puede contar. Zapatero asegura que, si bien las exportaciones han salvado a España, el consumo ha lastrado la recuperación. Y reconoce que todavía se crece poco para crear empleo y dejar atrás la crisis. Se trata, según él, de una recuperación “gradual y lenta”, que se irá acelerando a partir de la segunda mitad de 2011. Una recuperación demasiado lenta para producir la creación neta de empleo. “Lo diré una vez más, mientras ésta no se produzca, no podremos dar por superada la crisis”. El jefe del ejecutivo recuerda los datos de paro y reconoce que las cifras no son positivas. Y se limita a esbozar, sin concreción alguna, medidas fiscales, normativas y financieras para facilitar la actividad de pymes y autónomos. El debate quedó marcado por la despedida del líder socialista, que no ha convencido a casi nadie pero tampoco lo hizo su rival Mariano Rajoy. Además, la gran incógnita, que es si habrá adelanto electoral, siguió sin revelarse. La despedida del presidente Zapatero fue amable por parte de la inmensa mayoría de los grupos parlamentarios.
Rajoy muestra sus propuestas en una abrir y cerrar de ojos.
Sólo el PP, a través de Mariano Rajoy, se encargó de amargarle especialmente su próxima salida. En la última jornada del debate, empezó a mostrar alguna de las medidas económicas que apadrina, pero siempre a medias. Y se acrecentó el cruce de declaraciones altisonantes, de reproches, de afirmaciones que desacreditaban al adversario político, de frases elaboradas con el fin de dejar en evidencia al otro bando, con los consiguientes vítores y aplausos… La mayoría de medios consideró que la situación del Gobierno de Zapatero era catastrófica. Especialmente arrolladora fue la portada del miércoles pasado del diario “ABC”, que ofreció una gran fotografía del ministro Ramón Jáuregui, adormilado en su escaño, así como otras pequeñas imágenes de José Blanco en similar postura y Elena Salgado pasando también dificultades para contener su cansancio. “Un Gobierno agotado que se resiste al adelanto electoral”, titulaba en portada.
Jáuregui, adormilado, según las cámaras de ABC.
Duce, desde El Rincón del Náufrago, decía el pasado miércoles sobre el estado de la Nación: “El Náufrago no ha visto, ni piensa ver, ni leer nada sobre el debate llamado ‘Estado de la Nación’, porque más o menos tiene su idea y si escuchara o leyera no le iba a mostrar cuál es el verdadero estado de este país”. Y termina deseando a los diputados que duerman bien en este “soponcio/sopor del estado de la Nación”. “Si me han llamado la atención estas fotos –termina anotando– es porque estoy seguro que, al fin, han leído a Fray Luis y han comprendido su ‘Oda: La vida retirada’ y en ello están soñando:
“¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
...
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
...
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
Where Good Ideas Come From (Spanish)
En el humor semanal a través de sus autores, comenzamos con La Crisis Social, de Forges. Seguimos con el humor de J. Morgan, El Roto, El Magen, J. R. Mora y Mikhail Zlatkovs.
Seguimos con Manel Fontdevila: estado de la Nación, Alcaldes que se subvenle sueldo, Un mundo mejor, On the road y Lógica de mercado.
Territorio Vergara: Teddy Bautista, detenido, Oleada de recortes sociales, Grecia, El juicio y cuotas al estilo PP.
Esta semana, Pep Roig insiste en lo que él llama la “chollería frustrada”.
Terminamos con dos vídeos. El primero, del osito Solitamiga, para refrescarnos de estos calores del verano.
Y el segundo, un tanto filosófico sobre el lugar de donde vienen las buenas ideas. A la gente le gusta narrar el origen de una idea a través de los momentos "¡Eureka!"; Pero Steven Johnson, luego de pasar años estudiando el origen de grandes innovaciones, nos cuenta una historia diferente.